El flamenco disidente

El auge del flamenco disidente, queer, feminista y no binario

Originariamente, el flamenco le ha cantado a las fatiguitas, al amor y al mal de amores, a la belleza o a la pobreza, e incluso a la comida, entre otros menesteres de la vida cotidiana. Pero desde hace unos años, entre todo ese enorme abanico de temas, la defensa y reivindicación de las identidades de género disidentes, no conformes, que rompen con los códigos binarios y con lo normativo, han ido ganando peso en un género que siempre ha acogido a los que la sociedad dejaba al margen.

+ info: Vice (Carmen Marchena) 

El “¡Viva!” de Manuel Liñán representa algo nuevo para el público flamenco: una expresión franca y alegre de la identidad gay

Una bailaora en un largo vestido rojo está sola de pie en la oscuridad, de espaldas al público. Una voz melancólica resuena y sus brazos aletean ligeramente, como si despertaran por su sonido acongojado. “Eres una rosa”, entona el cantaor. El cuerpo de la bailaora se mece ligeramente, como si tomara fuerzas, antes de darse la vuelta con un movimiento rápido.

+ info: Clarín / The New York Times International Weekly (Marina Harss)

Historia queer del flamenco. Desvíos, transiciones y retornos en el baile flamenco (1808-2018)
Fernando López Rodríguez (2020)

Si este libro lleva el título de Historia queer del flamenco es, al menos, por dos razones:

En primer lugar, porque una de mis motivaciones fundamentales como investigador y artista ha sido buscar, analizar y reivindicar figuras y espacios «marginales» del flamenco que no aparecían en los manuales habituales sobre este arte y cuya ausencia daba, a mi entender, una imagen distorsionada sobre quiénes, dónde y cómo han hecho «flamenco» —y por qué— a lo largo de su reciente historia. Este grupo de gente «rara» incluye a feministas, travestis, machorras y afeminados, pero también a gitanos, personas con diversidad funcional e intelectual, guiris y artistas «incomprensibles» empeñados en hacer las cosas «de otra manera» sin renunciar por ello a la categoría de flamenco.

En segundo lugar, lo queer de esta Historia es mi mirada, que intento desviar para hablar del cuerpo y desde el cuerpo, abandonando debates bizantinos sobre purezas e impurezas, anécdotas sobre la vida de los artistas que se hallan completamente desligadas de los procesos de creación; mitologías sobre «genios» que parecen más profetas que artistas y que parecen hacer arte en solitario y completamente desligados de sus colaboradores y del momento histórico, social, económico y artístico en el que vivieron.

+ info: Librería Berkana

+ info: Entrevista Fernando López

Ana Brenes i Jero Férec ‘A Utrera’ – Feeel | betevé