Morir como un hombre se abre con el rostro de un soldado camuflándose. El hombre se está pintando la cara hasta que un compañero le ayuda.
Primera imagen del film y João Pedro Rodrigues explicita ya la presencia de la máscara y la de una realidad escondida. Un juego de apariencias que al final de la película se cierra con la deconstrucción del personaje principal.
Despojarse de la máscara implica quitarse el maquillaje y cualquier prótesis para quedarse únicamente con el cuerpo.
Seguir leyendo: Contrapicado