Carmen de Mairena: Una primera aproximación al estudio de su evolución como icono mediático

Autora: Amparo Huertas Bailén (Comunica LGTBI InCom-UAB / Máster en Comunicación LGTBI+)

Hemos hecho un rápido repaso al modo en que la prensa ha dado a conocer el fallecimiento de Carmen de Mairena.

En su cuenta oficial de Instagram, el mensaje ha sido claro:

"Sus familiares y amigos íntimos queremos agradecer todos los mensajes de apoyo y cariño que ha recibido por parte de todos los que la querías y recordabais durante estos últimos años. 

Carmen se ha ido llena de amor, mimada y cuidada por nosotros sus seres queridos mas cercanos.

Hoy brilla una estrella mas en el firmamento, la estrella de una mujer libre, fuerte, valiente y luchadora, que ha sido y será un icono LGTBIQ, dando visibilidad y luchando por los derechos del colectivo en épocas muy duras y dificiles. 

Carmen ya es un mito e historia de España.

¡Hasta siempre, Carmen! 

Siempre te recordaremos. 

Toda España te quiere" 

Conocida la noticia, hemos querido observar de qué modo la prensa ha recogido (o no) esa consideración de referente icónico LGTBIQ y ese reconocimiento de su lucha por los derechos del colectivo. Hemos analizado las noticias que hemos encontrado surgidas inmediatamente después de conocerse su fallecimiento (publicadas a caballo entre el 22 y 23 de marzo de 2020 en la versión digital de los medios analizados). Es decir, se trata de un análisis sobre textos elaborados con escaso trabajo previo de documentación, dada su inmediatez.

Los titulares ya dan cuenta de las diferentes perspectivas:

ABC: Muere Carmen de Mairena, colaboradora de «Crónicas Marcianas» e icono friki de los 90. La televisiva, que tenía 86 años, ha muerto por causas naturales

El Mundo: Muere Carmen de Mairena a los 87 años por causas naturales. Mairena estaba ingresada en un hospital de Barcelona, según han comunicado sus allegados en redes sociales

El Periódico de Catalunya: Muere Carmen de Mairena, pionera del transformismo y estrella de ‘Crónicas Marcianas’. Se hizo popular gracias a la televisión tras una vida llena de penurias en la que se erigió como defensora de los derechos LGTBIQ+

La Vanguardia: Muere Carmen de Mairena. La popular y controvertida transformista ha fallecido a la edad de 86 años

El Periódico de Catalunya es el que más se aproxima a la perspectiva planteada desde el perfil oficial en Instagram de Carmen de Mairena y esa característica también aparece cuando se analizan las cuatro narrativas.

ABC

El Mundo

El Periódico de Catalunya

La Vanguardia

Trayectoria profesional y personal

Se ganó la vida como cupletista actuando por numerosos locales de la ciudad condal» // «Personaje canalla de la Barcelona de los años 60 y 70» // al ocaso de su carrera, se convirtió en uno de los excéntricos fichajes de Javier Sardá en Crónicas Marcianas» // «El lenguaje más bien soez y una imagen de lo más extravagante se convirtieron pronto en las señas de identidad” Destacó como cantante de cuplé en diferentes salas de la capital catalana” // «su carrera artística (…) alcanzó su momento de mayor fama con el programa televisivo Crónicas Marcianas» // protagonizó dos películas pornográficas” // «llegó a probar suerte en política, y se presentó a las elecciones al Parlament catalán de 2010 con la formación Coordinadora Reusenca Independent (CORI)” icono de los locales nocturnos de Barcelona” // «se hizo popular gracias a sus apariciones en programas como Al Ataque o Crónicas Marcianas» // alcanzó mucha popularidad con sus conocidas rimas y pareados” // Uno de los personajes más icónicos (se refiere a la televisión), cupletista, actriz y pionera del transformismo” // “artista de variedades ” // «Su popularidad (…) le permitió vivir una larga etapa de manera digna» «Su figura, no obstante, quedó un tanto diluida por sus apariciones en programas de televisión como Crónicas Marcianas durante los años 90” // «Popular y controvertida” // «descarada, revolucionaria y también muy polémica»

Referencias LGTBI+

El diario se refiera a “su etapa como varón” y describre el proceso de cambio así: “tras someterse a inyecciones de silicona líquida, que le dejaron unos más que prominentes labios, adoptando la personalidad de una cantante folclórica”

Una de las ‘trans’ más famosas de la historia de España”

pionera del transformismo” // “antes de iniciar su proceso de transcisión a mujer en la década de los 70, fue todo un ejemplo de lucha y visibilidad de los derechos de las personas LGTBIQ+ a lo largo de su vida”.

fue considerada por muchos como una transformista y cupletista pionera en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI en tiempos muy complicados” // su presencia en Barcelona ya dejó huella en los años 70, cuando la capital acogió la primera gran manifestación de España en defensa de los derechos de los homosexuales»

Dificultades en la etapa franquista

fue detenido por la policía franquista por mantener relaciones homosexuales y sufrió malos tratos en prisión” Sufrió la represión por su condición sexual en los años del franquismo» //  «Le aplicaron numerosas veces la Ley de Vagos y Maleantes, por lo que acabó varias veces en prisión»  Una vida muy difícil llena de penurias, en la que vivió la represión franquista” Duramente represaliada por el franquismo”

Acusaciones recientes

En 2006 y 2008 Carmen de Mairena fue detenida por la policía acusada de favorecimiento de la prostitución por alquilar habitaciones de su casa en el barrio del Raval  para que ejercieran allí las prostitutas» ejerció la prostitución y el proxenetismo en su casa de la calle de Sant Ramon el barrio del Raval, lo que le valió ser detenida en dos ocasiones durante sendas operaciones policiales en 2006 y 2008. Se le acusó de alquilar habitaciones de su casa a cambio de dinero para que las prostitutas ejerciesen» (NO MENCIONA) hace ocho años estuvo implicada en una trama de proxenetas del barcelonés barrio del Raval acusados de explotar a mujeres rumanas”

Esta es una primera aproximación al tratamiento mediático que recibió la vida y trayectoria profesional de Carmen de Mairena. Pero son muchos los temas a tratar…

– Sobre las cuentas parodia en las redes sociales. Aprovechándose de las características de un personaje público, se crean cuentas falsas. Para empezar, aconsejamos esta lectura: La usurpación de la identidad con fines paródicos en la red social Twitter: ¿manifestaciones de descortesía verbal? (Ana Mancera Rueda, 2017)

– Sobre la construcción mediática de la transexualidad en la España franquista. Otra lectura interesante: La construcción médico-social de la transexualidad en España (1970- 2014) (Òscar Guash; Jordi Mas Grau, 2014).

– Sobre el uso de su imagen en la construcción de memes y gifs, muy viralizados y expandidos.

Biografía ilustrada de Carmen de Mairena, de Carlota Juncosa (2017).
Prólogo de Javier Pérez Andújar.

Más información sobre este libro:
CuCo, Cuadernos de cómic n.º 9 (diciembre de 2017)

Intentando atrapar los contornos de las desorientaciones

Amparo Huertas Bailén, directora del Máster en Comunicación LGTBI+ (InCom-UAB),  reseña el libro: Ahmed, Sara (2019): Fenomenología Queer: orientaciones, objetos, otros. Barcelona: Edicions Bellaterra.

Si te interesa saber más sobre las disidencias sexuales y el modo de pensarlas desde la experiencia directa, conocer a Sara Ahmed es una obligación. Aunque quizá este no sea el mejor título para adentrarse en su obra, pero por algo se ha de empezar.

No es este un libro sobre comunicación. Pero, dado que uno de sus principales ejes de reflexión gira en torno a cómo se define aquello que se considera una “vida recta” y qué hace que esta se perpetúe, no cabe duda de que su lectura acaba siendo útil para pensar en el papel de los medios. Sobre todo, si consideramos que la “imitación” resulta clave en ese proceso.

Las “líneas que nos dirigen”

En el primer capítulo, a partir de un juego teórico, retórico y hasta poético en torno a los objetos (cómo nos relacionamos con ellos, cómo llegan a nuestras vidas, cómo las manos pueden acabar siendo vistas como una parte más de los mismos,…), Ahmed reflexiona acerca de lo “queer”. La autora centra su atención en los muebles -y, muy especialmente, en las mesas-, pues ello le permite hablar de las “líneas que nos dirigen” en la vida. Nos recuerda a Hannah Arent cuando, en “La condición humana”, habla acerca de la mesa como mediación entre los cuerpos que se reúnen alrededor de ella o de la mesa de la cocina como lugar de “apoyo” de la reunión familiar a partir de Janet Carsen en su obra “After Kinship”.

Ahmed aclara en la página 44 el objetivo de su libro. La finalidad no es desarrollar una fenomenología de la diferencia sexual, “dado que esto ya ha sido hecho de forma convincente por filósofas feministas” (p. 45), entre las que aparece mencionada Beauvoir. “En cambio, muestro cómo la fenomenología se enfrenta a una dirección determinada, que depende de relegar otras ‘cosas’ al transfondo, para analizar cómo la fenomenología puede estar marcada por el género como una forma de ocupación” (p. 55). Quizá es todavía muy pronto para entender el objetivo, pero al final de la lectura, ya no hay ninguna duda: se trata de “mostrar que las orientaciones están organizadas en vez de ser casuales” (p. 218).

El modo en que colocamos los objetos en el hogar hace que dirijamos las miradas en una dirección u otra. La función que asignamos a cada objeto determina lo que podemos hacer con ellos. Para entender a Ahmed, que sigue a Husserl, se ha de estar dispuesto/a a suspender todo lo que se considera como una actitud natural. Esta es la única forma de llegar a los objetos, pues el objeto familiar lo es por haber logrado pasar desapercibido, y, por tanto, asumir esto también es imprescindible para entender lo queer. Ahmed nos propone prestar atención al fondo para entender las condiciones de emergencia de algo.

A partir de ahí, la autora desarrolla todo un ensayo sobre el modo de habitar los espacios, siguiendo muy de cerca a Merlau-Ponty. Ahmed no trata acerca de la sexualización de los espacios: “lo que hace a los cuerpos diferentes es cómo habitan el espacio: el espacio no es un contenedor para el cuerpo; no contiene un cuerpo como si el cuerpo estuviera ‘en él’. Más bien los cuerpos están sumergidos, de modo que se convierten en el espacio que habitan; al ocupar el espacio, los cuerpos se mueven a través del espacio y se ven afectados por el ‘dónde’ de ese movimiento” (p. 80). Ahmed, para hablar de qué es aquello que hace que unos movimientos se consideren los correctos -y otros, no-, no se olvida de mencionar -en este orden- a Pierre Bourdieu (y el habitus como sistema de disposiciones duraderas) y a Judith Butler (la historia se sedimenta a partir de la repetición de la acción corporal).

La orientación sexual como identidad

En el capítulo 2, titulado “La orientación sexual”, Ahmed comienza señalando que la consideración de la orientación sexual como identidad es un fenómeno reciente. Y, para ello, recurre a una cita de Michel Foucoult, extraída de su obra sobre la historia de las sexualidades, en la que expresa que la sexología moderna ha transformado ‘las prácticas sexuales desviadas’, que han pasado de ser una “aberración temporal” a una “especie” (p. 100). En este camino, Ahmed aprovecha para cuestionar a Freud. Apoyándose en Teresa de Lauretis, Ahmed apunta (en una nota a pié de página) que (Freud) “sólo es capaz de teorizar a la lesbiana femenina buscando signos de masculinidad en su cuerpo o en su psique” (p. 109). O, más adelante (p. 133), Freud vuelve a surgir como objeto de crítica cuando explica su influencia en la formación del estereotipo de la lesbiana asociada “con la decepción por no ser objeto del deseo de los hombres”.

La heterosexualidad como imposición

Pero la idea que acaba ocupando mayor número de páginas es la heterosexualidad como imposición. A Ahmed, más que entender la des-coordinación entre sexo, género y orientación sexual, lo que le cuesta es responder a cómo es posible que se dé su alineación en el “llegar a ser heterosexual”. En su reflexión recurre a teorías feministas, lesbianas y gais.

Pero también se detectan puntos de ironía, como cuando, citando a Ellis, recuerda que las lesbianas parece que tengan que inventarse una diferencia para justificar que se desean, pues la persona hetero no entiende que se puede desear a alguien a quien consideran un igual. Resulta interesante comprobar que, ante la imposición de la heterosexualidad, las disidencias busquen construir lenguajes propios. Para explicar esta idea, Ahmed bebe de la feminista lesbiana Marilyn Frye, quien considera “que las orientaciones lesbianas pueden adoptar muchas formas sociales y sexuales precisamente porque no dependen de los términos que aparecen en los vocabularios sexuales existentes” (p. 146).

El núcleo familiar

El núcleo familiar como institución que asegura la reproducción de la cultura es otro aspecto que, de forma dispersa, va apareciendo a lo largo de toda la obra. Por ejemplo, llega a tratar del regalo como reproductor de la vida (lo que nos recordó aquella obra de Sophie Calle en la que fotografió los regalos que recibió por su cumpleaños durante varios años) y, justo ahí, habla de la mujer como mercancía/regalo para asegurar las relaciones de parentesco. La importancia del tema queda algo disimulada, pero, por si no quedaba claro, Ahmed le acaba dedicando unos cuantos párrafos en las conclusiones a raíz de su crítica al matrimonio como institución.

Las dimensiones raciales

El capítulo 3, «Oriente y otros otros», es el más personal de todos -incluso, en la página 195, explica una experiencia propia, cuando le pararon en el aeropuerto de Nueva York-. En este apartado introduce la cuestión de las dimensiones raciales: “la desorientación afectada por el racismo disminuye la capacidad de acción” (p. 157); “la raza se convierte en un objeto social y corporal, o en lo que recibimos (cursiva en el original) de los demás como una herencia de esta historia” (p. 158); “la blanquitud -y, siguiendo a Ahmed, también la heterosexualidad- es invisible y no está marcada” (p. 170). Retoma aquí a diversos/as autores/as, pero también aparece un clásico (Edward Said).

De forma puntual, Ahmed trata acerca de los archivos como “dispositivos de orientación”, un apunte muy acertado. Y tampoco se olvida de hablar de la nación (p. 166) como colectivo que implica “orientaciones compartidas hacia y alrededor de objetos” que acaba generando el efecto de “coherencia corporal”.

Les animamos a que lean el libro y que ustedes mismos/as encuentren muchos más apuntes y recortes interesantes. Pero, mejor, acabamos esta reseña con una advertencia. Ahmed plantea que es muy importante no idealizar los mundos queer y, al mismo tiempo, indica que no es conveniente localizarlos exclusivamente en espacios alternativos/efímeros: “los deseos lesbianos ya eran, por así decir, queer antes de que llegara lo queer” (p. 151).

Entrevista publicada en marzo de 2019 en El Salto:

Sara Ahmed: “La felicidad es una técnica para dirigir a las personas”

Presentación de El libro de buen [a]mor. Sexualidades raras y políticas extrañas (Varios Autores, 2019)

Presentación de El libro de buen [a]mor. Sexualidades raras y políticas extrañas. Ed. Fefa Vila y Javier Sáez del Álamo.

14 de febrero de 2020 MACBA, Museo de Arte Contemporáneo 
Excelente presentación. Imposible recoger aquí todo lo dicho.

Me centraré en cuatro ideas:

a) Imposible trabajar a partir de siglas que clasifican y dividen lo imposible. Resulta mucho más interesante hablar de «disidencias sexuales», sin olvidar la diversidad. Por ejemplo, no se puede hablar de gitanos-es-as y disidencias sexuales -y corporales- sin pensar en el antigitanismo. ¿Conocéis a Bambino?

b) No abandonemos el «ser colectivo». Lo somos, inevitablemente. La memoria nos une. La experiencia del fracaso nos une. Ser queer y ser feminista no pueden ser cosas diferentes.

c) ¿Qué hacemos con los medios de comunicación? Solo se mencionaron en un momento. «Hay que llevar cuidado». «Son peligrosos». «Ser visibles en ellos no siempre es bueno». Este es mi terreno y, efectivamente, confirmo todas esas advertencias y afirmaciones. Pero, como también se dijo, hablar de disidencias sexuales no es solo hablar de identidades, es mucho más, es hablar de formas de vida…de otros-es-as formas de vida… y el contrato social por el que se rigen los medios solo atiende a esa que ya sabemos. Espero que el Máster en Comunicación LGTBI+ que acabamos de poner en marcha en la UAB pueda abrir algún camino interesante….


d) Todas las intervenciones se dirigieron a un «nosotros-es-as disidentes». Ojalá pueda experimentar alguna vez la sensación de que no haga falta que llegue la noche para hablar abiertamente.
Y, ahora, me pongo con el libro.


Firmado: Una profesora obrera más (Amparo Huertas Bailén)

Vídeo de la presentación de El libro de buen Vmor (al final pude felicitarles y, sobre todo, agradecerles el trabajo hecho. Gracias!) Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=gPGThAqInY8