Las empresas salen del armario

+ El País (María Fernández) 

Ana Zumalacarregui, directora de la agencia de comunicación True, sabe que ser lesbiana en el sector publicitario es relativamente fácil. “Trabajo en un grupo en el que la diversidad es más que bienvenida, no tengo ningún problema de inclusión. Pero un 62% de los homosexuales ni siquiera habla de su situación personal en el trabajo como cualquier hetero, y eso es grave”. Algo muy malo sucede en el país, que hace 15 años aprobaba el matrimonio gay, cuando seis de cada diez personas homosexuales necesitan ocultar su orientación sexual e identidad de género en el entorno laboral. Los datos son del estudio La diversidad LGTB en el contexto laboral en España, dirigido por Óscar Muñoz, un trabajo que también recoge que el grado de apertura de personas LGTBI en el ámbito privado es mucho mayor que en el laboral: un 56% está completamente fuera del armario y otro amplio porcentaje lo está con la mayoría de las personas de su entorno.

“Ir a trabajar cada día supone volver al armario para muchas personas LGTBI, que afirman no sentirse completamente cómodas para hablar de sus aficiones, relaciones personales, vida social y familiar”, asegura el autor. También pasa con los estudiantes que ocultan sus preferencias y dejan de hablar de su vida personal cuando comienzan su carrera profesional.