El trabajador sexual en la pantalla: víctimas, culpables e inadaptados

+ info: Revista Mediterránea, Eladio MATEOS-MIERA, 2019

El cine y la televisión han representado audiovisualmente en numerosas ocasiones el trabajo sexual realizado por hombres, aunque no siempre respondiendo a la realidad de la profesión. Este artículo trata de identificar los estereotipos que estos medios han acuñado sobre el trabajador sexual, fundamentalmente el que ejerce la profesión con otros hombres y en menor medida el que la ejerce con mujeres, y comprobar su vigencia o si la incorporación al discurso social hegemónico de la subcultura gay y de una homosexualidad normativa hacambiado la manera en que la pantalla lo retrata. Con una metodología cualitativa,propone el análisis de contenido sobre la representación audiovisual del trabajador sexual en la filmografía de las democracias occidentales entre 1957 y 2017, con el referente de un amplio corpus de trescientos textos audiovisuales, de los que se usan en el trabajo 32. Las conclusiones apuntan a la permanencia de estereotipos y la conservación del trabajo sexual masculino en el ámbito privado que se escenifica por el uso de géneros cinematográficos como el drama y el melodrama, sin trascender al espacio social y político y manteniendo la normatividad social que estigmatiza a los trabajadores sexuales como víctimas, culpables e inadaptados, incapaces de constituirse como sujeto político y social y, por tanto, sin poder sobre su propio destino.

‘Fado Bicha’ canta causa LGTBI e revoluciona tradição em Portugal

+ info: Carta Capital

Tiago Lila, seu nome verdadeiro, está acompanhado por João Caçador, que, agarrado a seu violão elétrico, se oculta debaixo de um chapéu de aba longa, calça de leopardo e saltos altos. Juntos, os dois artistas formam o grupo “Fado Bicha”.

Desde 2017, fizeram 150 shows em Portugal, Espanha, França e Bélgica, e animam regularmente as noites de um hotel de Lisboa para turistas gays.

A dupla se apropria do patrimônio do fado para contar os amores de um pescador com um vendedor de mariscos, a desesperança de um dançarino homossexual trancado em um hospital psiquiátrico e o orgulho de uma mulher transexual que se tornou líder dos militantes a favor dos direitos das pessoas LGBTI (lésbicas, gays, bissexuais, transgêneros e intersexuais).

“Quando canto o fado, sinto uma energia muito feminina (…) Compreendi rápido que não há lugar para mim no meio do fado tradicional”, conta o cantor de 34 anos, que deixou a escola de fado que frequentava para criar seu alter ego travesti.