La comunidad queer española retratada por Arden

+ info: I-D

Ana Prado, conocida artísticamente como Arden, es una publicista gallega afincada en Barcelona que ha empezado en el mundo de la fotografía sin más pretensiones y con la espontaneidad de aquellos que han nacido para ello.

¿Por qué has decidido centrar tu trabajo en la comunidad queer?

Ésta tampoco ha sido una decisión como tal. Ha sido un proceso natural, es hacia donde se me fue la cámara, y hacia donde la dejé ir con cariño. Por un lado, me gusta retratar y dar visibilidad a la comunidad, mostrar la diversidad y todo el amor que hay dentro de ella… Ponerle cara, normalizar, romper tabúes, estereotipos e incluso sacarla fuera de la propia comunidad. Sé que hay gente que me sigue que, por lo que sea, jamás ha tenido delante a unx drag o nunca ha hablado de temas como el género o la orientación sexual. Y mi trabajo es una ventanita por la que descubrir una comunidad con la que no están en contacto.

Por otro lado, creo que en el momento en el que empecé de nuevo con la cámara empecé también un proceso de descubrimiento personal y artístico que me hizo enfocar mi trabajo de esta forma, y que me ha ayudado a descubrirme a mí misma y a saber quién soy y cómo quiero vivir. En la comunidad de Barcelona tengo la suerte de haber descubierto, gracias a la fotografía, a un montón de gente con un talento inmenso en la que inspirarme, que siempre siempre tiene ganas de hacer cosas y que incluso muchxs de ellxs han acabado siendo mis amigxs.

«Gais con power»

Autora: Amparo Huertas Bailén (Comunica LGTBI InCom-UAB / Máster en Comunicación LGTBI+)

Muy probablemente crear un archivo nacional de la memoria histórica LGTBI en España no sea nada fácil. A la temática, se suma la falta de interés por parte de las instituciones en impulsar proyectos archivísticos en general, como queda reflejado en los habituales problemas de descoordinación entre administraciones. Al final, parece que solo podrá acabar siendo consultable aquello que ha caído en “buenas manos”, coleccionistas cuidadosos/as y centros, como el caso de algunas bibliotecas, implicados. Pero es evidente que mucho material ya se ha perdido.

No queremos entrar ahora, aquí, a debatir sobre qué es más pertinente, ¿queerizar los archivos o archivar lo queer?, pero sí queremos apuntar la necesidad de intentar que no se pierda más material.

Este apunte nos vino a la cabeza con motivo de la exposición “Destape y Orgullo”,  organizada por Peter Toro, activista e investigador del colectivo. Esta muestra, que se pudo visitar entre junio y septiembre de 2019 en la NeoMudejar (Madrid), hacía un repaso de las publicaciones homosexuales de los años 70 y 80 en España. Peter Toro indagó en los archivos de la Biblioteca Nacional y de la agencia EFE, donde explica haber encontrado teletipos e imágenes que nunca habían sido publicadas.

Pero, como no sería justo olvidar otras experiencias, cabe recordar proyectos como el Arxiu desencaixat, que pudo visitarse el primer semestre de 2018 en el MACBA (Barcelona), o el Anarchivo sida, del colectivo Equipo re (Aimar Arriola, Nancy Garín y Linda Valdés).

Volviendo a la exposición “Destape y Orgullo”, nos ha interesado especialmente el hecho de que esta incluyera también un apartado dedicado al tratamiento que la prensa generalista dio por aquellas décadas al movimiento LGTBI.

Y, con todo esto en la cabeza, hemos elaborado esta cronología básica

– El 26 de junio de 1977 la organización clandestina Front d’Alliberament Gai de Catalunya convocó la primera manifestación homosexual de España. Fue en Barcelona. Y, dado que es posible consultar la hemeroteca online de La Vanguardia desde 1881, hemos querido comprobar qué se publicó sobre este hecho en este diario.

En La Vanguardia, 14 de noviembre de 1971

Pues bien, no hemos encontrado nada. Las noticias más cercanas a esa fecha nos han llevado hasta dos textos. Uno, publicado el 14 de noviembre de 1971 (imagen), en la que se habla de homosexualidad como una patología y otro, publicado el 30 de noviembre de 1978. Éste último es la noticia sobre una protesta por el asesinato del alcalde de San Francisco, del que solo sabemos que se llama “señor Milk”. De la ciudad, se dice lo siguiente: “en donde la moral sufre un crudísimo bajón”.  Este segundo texto, que estaba firmado por Ángel Zúñiga, se refería, efectivamente, a Harvey Milk, el primer funcionario electo de California abiertamente homosexual.

Para encontrar algo más interesante, tenemos que buscar en la prensa clandestina. Por ejemplo, en «Nous horitzonts», una publicación vinculada al PSUC. Les proponemos un pequeño viaje al pasado: Gais sense power (Nous horitzons Número 39 — Enero de 1978)

4 de julio de 1973. Se publica la primera portada homosexual en España. Aparece en la revista de sucesos “Por qué”. Incluía una fotografía de tres hombres en una manifestación en Nueva York. El titular de la imagen es: Olimpiada de “mariposas” en Nueva York. Y pueden leer ustedes mismos/as el resto de frases de la portada…

1976. “El Eco de Canarias” publica la fotografía de un beso entre dos hombres.

1976. Nace «Party», considerda un referente de la articulación de la cultura gay, pues suposo la apertura de un espacio de debate que dio cabida a la homosocialización mediante secciones de consulta y de publicidad de actividades comunitarias. Se considera la primera publicación abiertamente gay. Dio visibilidad al cine underground y marginal cuando éste se acercaba a las sexualidades disidentes (Alberto Berzosa Camacho, 2017)

«Party» surge tras el cierre de «Papillon». Esta última no era una revista sobre homosexualidad, pero fue la primera en incluir un destape masculino con personajes famosos.

 Las publicaciones especializadas dirigidas al público homosexual no se legalizaron hasta la aprobación de la Constitución en 1978.

1979. El 7 de julio de 1979 aparece por primera vez el vínculo gay y orgullo. Fue en el semanario satírico “El Papus” 

1987. Se publica el primer beso lésbico. Según explica Toro, era una instantánea de la agencia EFE que había sido hecha un año antes de su publicación.

‘A queer person can be anybody’: the African photographers exploring identity

+ infor: The Guardian

In his new book, Africa State of Mind, Ekow Eshun celebrates contemporary African photography. Here he showcases the work of artists looking at the self and sexuality, from Zanele Muholi to Eric Gyamfi.

In August 2009, an exhibition titled «Innovative Women» opened in Johannesburg, aiming to showcase the work of the city’s young black female artists. The launch was attended by Lulu Xingwana, minister for arts and culture at the time, who had been invited to officially open the show. But instead of giving a speech, Xingwana stormed out of the gallery after seeing images by the photographer Zanele Muholi that depicted naked women in close embrace. Muholi’s work, said the minister, was immoral, offensive and ran contrary to “social cohesion and nation-building”.

South Africa has one of the most progressive constitutions in the world, with discrimination on the basis of sexuality barred by law. Yet censorious attitudes such as Xingwana’s towards homosexuality are widespread. Almost three-quarters of the population believe same-sex sexual activity is morally wrong, according to a 2016 survey. Similarly intolerant views are commonplace across Africa. Homosexuality is outlawed in 32 of the continent’s 54 nations.

Against that backdrop the work of a photographer such as Muholi takes on a dual role, both representing individual artistic expression and operating as a form of political activism; a means to positively assert LGBTQ+ identity in straitened circumstances.