Imperio de Ilusiones, una mirada al drag en Monterrey

+ info: Cuartoscuro

Laura Álvarez devela el corazón del movimiento drag queen en la ciudad de Monterrey a través de su serie de fotografías Imperio de Ilusiones.

Imperio de ilusiones busca mostrar al público que no conoce los orígenes y los porqués del drag cómo éste se desenvuelve en una ciudad en donde sistémicamente ha sido rechazado. La serie fue galardonada con el segundo lugar en el Concurso Nacional de Fotografía Los Derechos Humanos 2019.

Rencor Tatuado, la historia de una artista y vengadora social transexual llamada Aída Cisneros

+ info: Gatopardo

La película de Julián Hernández cuenta la historia de una fotógrafa y artista que se dedica a tatuar hombres que violentan otras mujeres.

Julián Hernández es de esos cineastas mexicanos cuyo nombre está directamente asociado a un estilo, manufactura y, en ocasiones, hasta un tema. Cada entrega, sin embargo, refresca esta marca. Sus películas  son siempre un micro evento, en ocasiones controversial, a veces impresionante, pero siempre con la capacidad de inmiscuirse en la coyuntura cinematográfica del momento. Rencor Tatuado, su más reciente película tiene varios de sus sellos: ondulantes movimientos de cámara, personajes idealistas y un énfasis a la cultura LGBT.

Sin embargo, Rencor Tatuado es también una película que contrata con lo que ha hecho anteriormente su carrera. Es un homenaje al cine mexicano desde Luis Buñuel (de forma muy explícita a la película Él) hasta Valentín Trujillo y sus melodramas callejeros. En esencia, es una película de género, un thriller con tintes de comedia ácida, un film noir con un pie en el pasado mientras se dirige hacia el futuro.

El baile que salva vidas de la comunidad LGTBQI en Ciudad de México

+ info: El País

Cuando Dani Torres camina en un salón de baile se hace llamar Negraconda. “Es mi alter ego punk con el que por fin le digo al mundo: esta soy yo”, afirma. Bernardo, alias La Bacha, admite que más de una vez se quedó sin hogar por discriminación contra su homosexualidad, pero que sus compañeros de baile siempre le dieron un hogar. Pony, a secas, dice que el baile lo salvó de la depresión. “Cuando bailo, creo que le hago el amor a la música”, dice sonrojado, pero no se refiere a una pareja ni a la fricción de la disco. El amor que define —y que resume lo que sus compañeros están diciendo— es hacia el voguing, un estilo de baile que le permite a amplios sectores de la comunidad LGTBQI desplegar la identidad que muchas veces tienen que ocultar durante el día.