Skam

+ info: Vertele

La serie está desarrollando actualmente las tramas de su tercera temporada –que giran en torno a dos de sus protagonistas, Nora y Viri– y se ha esforzado por mantener su esencia: ser un fiel reflejo de la realidad que viven los adolescentes. «Rompemos la frontera que separa la realidad de la ficción. En esta serie es obvio que todo lo que viven los personajes lo hemos vivido todos en algún momento de nuestra vida, y ese es uno de los puntos fuertes de Skam«, explica a Vertele la actriz Alba Planas, que se mete en el papel de Eva Vázquez.

Y como parte de la realidad, la diversidad sexual está muy presente en la producción de ZeppelinTV. «Siempre que existan colectivos oprimidos, toda representación es poca», defiende la intérprete, coincidiendo en ello con su compañera de elenco Irene Ferreiro, para quien «la diversidad sexual es algo que está en la vida y tiene que ser plasmada en la ficción». En Skam se produce esa visibilización, y es por ello que muchos jóvenes han encontrado un altavoz en esta serie, lo que supone una responsabilidad adicional para Ferreiro: «Siento la presión de que la peña espera algo de mí. Me parece muy guay visibilizar sexualidades variadas, pero tampoco quiero ser el icono de nadie».

Lágrimas por Alexis

+ info: El País

Circula una maravillosa fotografía de la fiesta de los Emmy donde Phoebe Waller-Bridge aparece con un cóctel en una mano y un cigarro en la otra. La creadora de Fleabag sonríe con la mirada perdida. Minutos antes se había despedido del escenario donde recibió su tercer Emmy de la noche (el de mejor serie de comedia) con un “¡esto es ridículo!” que resume a la perfección el nervioso desdén de una mujer cuya inteligencia solo puede hacerle sentir bochorno ante el éxito.

Cucumber is disappointing TV – which is why we need more gay dramas

+ info: The Guardian

It’s hard to overstate the impact of Queer as Folk for those, like me, who grew up gay in the late 90s. The sharply written and uncompromising cocktail of hedonism, humour and human drama saw mainstream TV feature gay characters without resorting to euphemism or couching their sexuality in terms of shame or tragedy.

Cucumber marks writer Russell T Davies’ return to Canal Street. Fifteen years after Queer as Folk first aired, it is proving a trickier, more divisive beast. Despite heavy advertising, the show’s launch episode attracted a not-entirely amazing 1.57 million viewers. Critical reviews have generally been of the cautiously warm variety reserved for much-anticipated shows that inconveniently fail to live up to expectations – some tactfully focusing on what the show represents, rather than what it actually accomplishes.