+ info: Pikara Magazine
En la 7ª avenida de Nueva York, entre las calles 52 y 51 -muy cerca de la exagerada y luminosa Time Square-, se alzaba hace unos días un cartel gigante en letras mayúsculas y coloridas ‘TRANSPARENT MUSICALE FINALE’. En la lona, los y las protagonistas de la serie, en grandes dimensiones, vistiendo trajes rojos, lilas, naranjas, azules y fucsias. Levantando los brazos con las manos entrelazadas, saludaban agradecidos al público y le decían adiós para siempre. Transparent, la ambiciosa serie, que se ha convertido en una de las ficciones más originales y combativas de la televisión, se despide así: con una quinta temporada en forma de un sólo capítulo, un largometraje de casi dos horas. En él, la familia Pfefferman entierra el personaje de Maura, una mujer judía transgénero cuya transición llega pasados los 60 años. Desde la primera temporada, la serie había explorado como Morton, el padre de la familia, transita hasta identificarse como Maura, la “Moppa” (Mom+Papa; mamá y papá en inglés) de tres hijos entre los 30 y los 40.