«De los medios a las mediaciones. Orígenes y diálogos posteriores», Amparo Marroquín Parducci (2018)

Creíamos que ya teníamos claro para siempre qué era lo popular, la comunicación, la cultura, el mestizaje, y aquí se nos recordaba que estos conceptos eran históricos. Que los conceptos de los que partíamos, dejaban repentinamente “de ser conceptos para convertirse en problemas”.
William Fernando Torres (1998)

El año de 1986 fue particularmente productivo para Jesús Martín Barbero. Su trabajo desde ALAIC lo había colocado en el centro del debate sobre la investigación en comunicación en América Latina. Mientras continuaba sus clases de estética en Cali, preparó el manuscrito de un nuevo libro que tituló De los medios a las mediaciones.
De los medios a las mediaciones fue escrito a mano, con un estilo que conserva memorias físicas y restos que muestran cómo fue elaborado el texto. En los manuscritos que se conservan, es posible revisar las digresiones, las preguntas, los retornos del pensamiento de Martín Barbero. Primero, cuadernos llenos de fichas, resúmenes y esquemas en distintos colores que marcan los diálogos. Segundo, una serie de libretas blancas que Martín Barbero revisaba, y que luego eran mecanografiadas por una secretaria, quien a su vez devolvía el texto para una segunda revisión. Esta forma de escritura, ya perdida por las prisas digitales que nos habitan en estos tiempos, da cuenta del cuidadoso proceso de elaboración y reelaboración hasta llegar al documento que terminó en manos del editor.
El libro fue publicado en 1987 por la editorial Gustavo Gili de Barcelona, como parte de la colección Mass Media, dirigida por Miquel de Moragas.
La recepción del libro superó cualquier expectativa. El texto, dijo Rossana Reguillo, mostraba una “capacidad de traducción y adecuación de sistemas teóricos a la realidad sociocultural y política de América Latina”, y permitía devenir en “práctica significativa para una comunidad intelectual” (Reguillo, 1998: 79). Muy rápido se convirtió en uno de los más citados por la gran mayoría de las academias de comunicación en América Latina. El investigador colombiano, William Fernando Torres, recuerda este trabajo como “una bomba de tiempo” que “circuló entre los lectores más avisados y desprevenidos, también entre los colegas más competitivos. Pocos días más tarde y con las eficacias de la clandestinidad, apareció una edición pirata en manos de los libreros ambulantes de las universidades” (Fernando Torres, 1998: 60).

Martín Barbero ya era un referente reconocido antes del libro. Venía de un trabajo desde la semiótica y el análisis de los mensajes. Las propuestas con las que él y sus colegas plantearon una nueva manera de entender la comunicación habían provocado publicaciones y encuentros apasionados. De hecho, en 1986, Jesús Martín Barbero era ya muy citado entre los estudiosos de los medios, la comunicación o los estudios del lenguaje.

¿Qué tenía este libro, más allá de los manuales y los bestseller impulsados por las grandes industrias editoriales, como para colarse entre las lógicas masivas y situarse en la bibliografía obligada de varias universidades? Numerosas reseñas, discusiones, encuentros académicos y lecturas han analizado la propuesta. Diez años después de la publicación, a finales de 1997, se llevó a cabo el Coloquio Internacional: “De los medios a las mediaciones. Diez años después. Balances y perspectivas”, organizado por el Departamento de Investigaciones de la Universidad Central (Bogotá, Colombia) y su Facultad de Comunicación Social. Las ponencias fueron publicadas en el libro Mapas Nocturnos. Diálogos con la obra de Jesús Martín Barbero, editado por la Universidad Central (Laverde y Reguillo, 1998). Treinta años más tarde, las propuestas iniciales siguen circulando.

En el presente capítulo, desarrollo dos planteamientos; el primero sitúa el trabajo del libro en el contexto de la obra completa de Martín Barbero, para ello, se recorren los orígenes y las influencias centrales del pensamiento del colombiano y se propone una primera periodización de su pensamiento. El segundo momento sitúa, a manera de cierre, unas reflexiones sobre lo que implicó el texto de Martín Barbero para el campo de la comunicación y la cultura.