El cambio del Periodismo tras Wikileaks

 

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Crónica del debate «El periodismo en la era de WikiLeaks», celebrado en CaixaForum Madrid el pasado 14 de diciembre, elaborada por Marta Aguilar García.

El cambio del Periodismo tras Wikileaks
Por Marta Aguilar García

Más de medio millar de asistentes contemplan un debate agridulce aunque intenso en el CaixaForum Madrid

Algunos se esperaban más. Otros salieron entusiasmados de que por fin se oyeran voces vibrar por la coherencia de un nuevo Periodismo. Se trata del debate sobre WikiLeaks en el CaixaForum Madrid, al que -inesperadamente para la organización- acudieron 700 personas, entre periodistas y no periodistas, internautas y amantes de la información, a las que se les pudo dar cabida a 600, al habilitar incluso salas exteriores con pantalla gigante.

Los asistentes iban detrás de conocer todo el entramado de filtraciones y la curiosidad por saber qué pasará a partir de ahora después de que cinco diarios del mundo hayan tenido acceso a una masiva información confidencial de gobiernos, que mella la credibilidad de los medios actuales.

Ignacio Escolar, del diario Público, moderaba este encuentro. Contaba con cinco periodistas, dos de ellos procedentes de periódicos que han dado a conocer los detalles de los documentos filtrados: el periodista Javier Moreno, director de El País, y Gile Tremlett, corresponsal en Madrid de The Guardian. También participaronBorja Bergareche, subdirector de ABC, Alicia G. Montero, directora de Informe Semanal de RTVE, y Javier Bauluz, Premio Pulitzer y director del diario digital Periodismo Humano.

Allí las palabras más repetidas fueron «cambio» y «periodismo». Quedó claro que WikiLeaks, aunque pueda parecer algo anecdótico, ha suscitado un nuevo «ecosistema de la información», sin complejos, y que, según uno de los ponentes, obligará a los profesionales a replantearse todo. No solo eso: la revelación de los papeles del Departamento de Estado norteamericano ha provocado un antes y un después en la forma de entender la política y las relaciones internacionales.

Twitter también estaba allí

Mientras tenía lugar el coloquio, las redes sociales mostraban su participación también masiva en este encuentro. Bajo la seña #wldebate para Twitter, los asistentes que se conectaban por smartphone dejaban en evidencia las afirmaciones más contundentes y se retwitteaban unos a otros:

– «Wikileaks es una buena noticia para el periodismo y una vergüenza para los medios»;
– «Si de verdad tuviéramos democracias transparentes no haría falta #wikileaks #wldebate»;
– «Muy interesante el #wldebate, se está cociendo algo en la ciudadanía, no sé muy bien el qué, pero se nota algo…»;
– «¿Prima el negocio o el servicio público?»;
– «Hay una barrera generacional entre los jóvenes y la prensa tradicional. No se fían. ¿Por qué será?»

El Periodismo que a lo mejor despierta

Entre las preguntas canalizadas por twitter, o las transmitidas a viva voz, algunas hicieron estremecer a toda la sala. Dejaban claro que los medios de comunicación han perdido su esencia: profundización de datos, contexto o análisis, declaraciones con valor o información contrastada. Mientras que la información televisiva se lleva aún la peor parte al explotar el impacto del espectáculo, sin crítica ni fondo.

Así se desvela un cambio de modelo. Una etapa marcada por interrogantes pero, al menos aparentemente, más dispuesta que nunca a perseguir la transparencia. WikiLeaks o WikiFiltraciones es el Periodismo que a lo mejor despierta.

«Filtraciones ha habido siempre, lo nuevo aquí es el volumen»

De los ponentes, el gran descubrimiento y el más aplaudido por el público fue el joven de 33 años Borja Bergareche, de ABC, que resaltó que lo magnánimo de este caso es el volumen de filtraciones que «es brutal». Él y Alicia G. Montano, de ‘Informe Semanal’, coincidieron en destacar que WikiLeaks no es un medio, no es periodismo, pero dinamiza a los periodistas a tomar acción.

El Pulitzer Bauluz hizo, tal vez, una de las reflexiones más encomiables de las aportadas esa noche: «Ahora los medios no están siempre al final del proceso, y de hecho han perdido el megáfono». Además, el director de Periodismo Humano redundó en la idea de que WikiLeaks queda por encima del poder, puesto que ellos deciden a quién transmitir esos datos. Giles Tremlett, cuyo diario The Guardian también ha contado con los cables diplomáticos, abundó sobre esa superioridad ante este suceso.

A su vez, recordaban que filtraciones anteriores a WikiLeaks, como la guerra de Irak, también transformaron el mundo, puesto que mostraba a los ojos del mundo el engaño del Gobierno de Estados Unidos a su opinión pública.

Pasar a la acción

El debate había comenzado diciendo que hay un antes y un después del Periodismo. Citando a Julian Assange, creador de este destape de filtraciones: «En los últimos tres años WikiLeaks ha desvelado más documentos secretos que toda la prensa internacional, lo que demuestra el lamentable estado de los medios de comunicación».

Hablar abiertamente de lo que está pasando, en debates como estos, permitió que, tras dos horas intensas de debate, se ganara más conocimiento y confianza. Justo lo que hace falta para superar esa frontera abierta y revulsiva para los medios, WikiLeaks.

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