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Orgulloso de ser calificado como el Cuarto Poder, el periodismo ha influido en los momentos más críticos de la Historia preparando un antes y un después. Siendo una profesión prostituida y mancillada por los intereses políticos desde tiempos inmemorables, la figura del comunicador se ha visto lo suficientemente resentida como para seguir siendo prejuzgada sin piedad. La revolución que ha traído las nuevas tecnologías, la infoxicación y el peso del carisma disidente, han convertido la investigación en un juego de intereses en el que prima con mayor intensidad el tráfico de emociones. La necesidad de un líder, de curar la desesperanza y de encontrar respuestas a lo que siempre permaneció oculto, nos hace caer en la trampa de enfocarnos en una única realidad.
Filología contra la manipulación mediática es una publicación científico-ensayística en la que se diseccionan, desde el punto de la ingeniería lingüística, los diferentes métodos utilizados por los comunicadores a la hora de plantear un discurso. La palabra, detonante del comportamiento, puede ser un arma a favor o en contra del imperio más absoluto. A través de este libro se manejan teoría y práctica de psicología social, principios y máximas de publicidad y marketing, trucos de locución y características claves del buen emisor y buen receptor. No podemos olvidar, tampoco, los otros pilares que mueven masas: armas militares que rasgan la mente, el estudio y manejo del inconsciente, la propaganda sucia, la ambigüedad en la ética periodística, el sistema educativo y la reprogramación del instinto natural.
Apuntillado con experiencias personales y sorteando la censura de lo políticamente incorrecto, este estudio busca acercarse al lector más curioso y estimular su memoria y sus opiniones, respetando el filo de la objetividad, para demostrar que la pluma es más poderosa que la espada.
