Indios, vaqueros y princesas galácticas. Los rebeldes del cine, David Felipe Arranz (2020)

 

Expresiones audiovisualesLibros

Editorial: Sial Pigmalión
Año publicación: 2020
Autor: David Felipe Arranz, vaqueros y princesas galácticas. Los rebeldes del cine

[:es]+ info: Sial Pigmalión

Se trata de una aproximación al problema de los indígenas de Norteamérica y el llamado “Destino manifiesto” reflejado en el wéstern, género cinematográfico tan influyente que bien podría decirse que el público cinéfilo en general se divide en dos: el que lo detesta y aquel otro que lo ama con fervor. En él toman forma las fantasías de la raza dominante y se acrisolan muchas convicciones del imaginario colectivo moderno de los Estados Unidos, desde Asalto y robo a un tren (1903), de Edwin S. Porter, hasta producciones del wéstern moderno, como El renacido (2015). Las películas del Oeste muestran el sueño colonial de la raza blanca y los anhelos de conquista que alumbraron un nuevo escenario norteamericano del territorio, con sus logros y empeños más propios de titanes que de hombres y sus espantosos fracasos, como el holocausto indio.

Según David Felipe Arranz, profesor de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, el wéstern ha sido para millones de generaciones de espectadores una suerte de aprendizaje imaginativo y una estampa de conducta: con un trasfondo político revestido de acción trepidante y aventura social-realista, el género nos posibilita la comprensión de la historia de los Estados Unidos de América.

También Arranz le dedica un apartado muy especial a la princesa Leia Organa de La guerra de las galaxias (1977), de George Lucas, como la versión moderna de la Vienna Johnny Guitar (1954), de Nicholas Ray: “late en Leia idéntica pulsión y fuerza rebelde que en la protagonista del wéstern que escribió Philip Yordan a partir de la novela de Roy Chanslor: son mujeres que se hacen rebeldes por propia subsistencia en el durísimo mundo de los cowboys, ya sea del lejano Oeste o de los viajes interestelares”, asegura el autor.

«La gracia de la prosa de Arranz, su capacidad de contar con enorme cercanía la erudición, el dato preciso, el momento y el valor de cada película, director, intérpretes y su lugar en la historia del arte del siglo xx, son memorables. El lector descubrirá aspectos inéditos de un centón de películas, se regocijará en los comentarios nada comunes del autor, se sorprenderá de las confesiones contadas y vividas de su pasión como espectador y, además y como premio, ese lector vaya a la página que vaya encontrará un sinfín de comentarios, ideas, sugerencias, propuestas y críticas que harán su lectura tan gratificadora como inolvidable».

Fernando R. Lafuente

[:ca]+ info: Sial Pigmalión

Se trata de una aproximación al problema de los indígenas de Norteamérica y el llamado “Destino manifiesto” reflejado en el wéstern, género cinematográfico tan influyente que bien podría decirse que el público cinéfilo en general se divide en dos: el que lo detesta y aquel otro que lo ama con fervor. En él toman forma las fantasías de la raza dominante y se acrisolan muchas convicciones del imaginario colectivo moderno de los Estados Unidos, desde Asalto y robo a un tren (1903), de Edwin S. Porter, hasta producciones del wéstern moderno, como El renacido (2015). Las películas del Oeste muestran el sueño colonial de la raza blanca y los anhelos de conquista que alumbraron un nuevo escenario norteamericano del territorio, con sus logros y empeños más propios de titanes que de hombres y sus espantosos fracasos, como el holocausto indio.

Según David Felipe Arranz, profesor de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, el wéstern ha sido para millones de generaciones de espectadores una suerte de aprendizaje imaginativo y una estampa de conducta: con un trasfondo político revestido de acción trepidante y aventura social-realista, el género nos posibilita la comprensión de la historia de los Estados Unidos de América.

También Arranz le dedica un apartado muy especial a la princesa Leia Organa de La guerra de las galaxias (1977), de George Lucas, como la versión moderna de la Vienna Johnny Guitar (1954), de Nicholas Ray: “late en Leia idéntica pulsión y fuerza rebelde que en la protagonista del wéstern que escribió Philip Yordan a partir de la novela de Roy Chanslor: son mujeres que se hacen rebeldes por propia subsistencia en el durísimo mundo de los cowboys, ya sea del lejano Oeste o de los viajes interestelares”, asegura el autor.

«La gracia de la prosa de Arranz, su capacidad de contar con enorme cercanía la erudición, el dato preciso, el momento y el valor de cada película, director, intérpretes y su lugar en la historia del arte del siglo xx, son memorables. El lector descubrirá aspectos inéditos de un centón de películas, se regocijará en los comentarios nada comunes del autor, se sorprenderá de las confesiones contadas y vividas de su pasión como espectador y, además y como premio, ese lector vaya a la página que vaya encontrará un sinfín de comentarios, ideas, sugerencias, propuestas y críticas que harán su lectura tan gratificadora como inolvidable».

Fernando R. Lafuente

[:]

Deja un comentario