Utopia ebook editing
La reticencia a la lectura digital puede expresarse en palabras atribuidas a Umberto Eco:
” ¡Pasémonos dos horas leyendo una novela en la computadora y nuestros ojos se convertirán en dos pelotas de tenis!”.
Cualquier persona que pase leyendo dos horas continuas, en cualquier medio, desde luego que merece un descanso. Pero aun asumiendo esta aserción exclusivamente para la lectura en pantalla de computadora, refleja el desconocimiento de las técnicas digitales de lectura, pues lamentablemente, no todos los usuarios tienen la formación pertinente en Informática, mucho menos sobre técnicas de lectura digital.
Toda modificación de los instrumentos culturales, en la historia de la humanidad, se presenta como una profunda crisis del "modelo cultural" precedente, tal como lo afirma Umberto Eco. Internet, y en especial, la nueva forma del libro, el libro digital, ha puesto en crisis la “cultural de papel”.
La lectura digital se ha convertido en una necesidad, pero muchos usuarios no han optimizado su uso y tienen pocos conocimientos de las bondades de los softwares o aplicaciones que se han desarrollado para facilitar la lectura digital, aun cuando son usuarios de los mismos.
Pero también, mucho de lo que se lee en la Web no está diseñado óptimamente.
Entre más largo es el texto, los usuarios utilizan mayor tiempo en la lectura (o la exploración de la página), pero la proporción del texto leído decae a mayor cantidad de palabras.
En un texto de 610 palabras (52 líneas o 3 mil 366 caracteres), el usuario promedio va a leer el 20% del texto (para lectores que leen 250 palabras por minuto).
Jakob Nielsen, experto en usabilidad de la red, afirma que todo parece indicar que la gente invierte parte de su tiempo entendiendo la composición de la página y las características de navegación, así como observando las imágenes.
Los lectores en la red buscan pistas e información específica que concuerde con la búsqueda que ellos están realizando. Si los artículos son largos y proveen muy pocas maneras de ser explorados, el lector se cansará de buscar y se irá a otra fuente potencial, según los especialistas.
Análisis estadísticos indican que los lectores dedican un tiempo fijo de alrededor de 25 segundos a un texto, más 4.4 segundos adicionales por cada 100 palabras. Entre mayor es el texto, mayor es la variabilidad del tiempo dedicado a la lectura.
Si bien Internet y los diversos programas de oficina, están enfocados a la lectura, el nivel de lectura depende no solo de la capacidad de comprensión lectora, sino también del diseño de los textos o materiales. Se cuenta actualmente con herramientas exclusivas para hacer de la lectura en pantalla un proceso más agradable, rico en recursos, no solo visuales, sino también de manipulación y procesamiento de la información, de ahí que el “diseño” siempre es un elemento importante.
El lector digital puede hacer uso de un “menú” de posibilidades, ya sea que tenga preferencia por el aprendizaje visual, auditivo o cenestésico, aunque todos combinamos estas diversas formas de aprendizaje en mayor o menor medida. Estas formas de aprender, determinan en gran parte, nuestra disposición a la lectura. Desde luego la motivación es un factor fundamental, pero nuestros estilos de aprendizaje condicionarán nuestros hábitos de estudio y de lectura.