Rosental Alves: nuevos modelos y desafíos del periodismo digital en América Latina

 

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Fuente: Global Investigative Journalism Network

Protest signs for killing of two Mexican journalists in 2022

Carteles de protesta por el asesinato de dos periodistas mexicanos en marzo. Hasta el momento, nueve periodistas han sido asesinados en México desde principios de 2022. Imagen: Shutterstock

Rosental Alves es un académico especializado en temas de libertad de prensa, periodismo digital y tendencias tecnológicas en América Latina. Originario de Brasil, tiene una amplia experiencia como reportero en el continente americano. Hoy en día ocupa la Cátedra Unesco de Comunicación y la Cátedra Knight de Periodismo en la Facultad Moody de Comunicación de la Universidad de Texas en Austin. En 2002, fundó el Centro Knight para el Periodismo en las Américas (organización miembro de GIJN). Cada año, el centro acoge el Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ), donde se discute a fondo el impacto global de la revolución digital en los medios.

Andrea Arzaba, editora en español de GIJN, se reunió con el Prof. Alves en la ISOJ de este año y le habló sobre diversos temas, entre ellos, el estado actual de los medios independientes en la región, las tendencias tecnológicas para las salas de redacción pequeñas y las futuras iniciativas para el Centro Knight.

GIJN: ¿Cuáles son los desafíos actuales que enfrentan los periodistas de investigación en América Latina?

Rosental Alves: Los periodistas de investigación siempre han tenido muchos desafíos en América Latina, especialmente porque la región ha tenido dos tipos de periodistas: los encubridores (en inglés lapdog) y los guardianes (watchdog).

Las élites y gobiernos siempre atacan a los periodistas críticos, los “guardianes”, simplemente porque no entienden el papel del periodismo en una sociedad democrática. Entonces, incluso cuando hemos experimentado la democracia, que para muchos países ha significado intervalos entre dictaduras, vemos a los periodistas enfrentar muchos obstáculos.

Sin embargo, ahora hay un fenómeno nuevo: el ataque a la democracia y al periodismo como blanco principal. El periodismo de investigación, en particular, es víctima de este movimiento internacional contra la democracia. Y eso crea nuevos desafíos para los reporteros. Por ejemplo, después de un par de décadas de apertura, vemos movimientos para cerrar la información. Asimismo, el ataque organizado contra los periodistas en las redes sociales, especialmente mujeres periodistas de investigación, es otro desafío que se suma a los tradicionales.

GIJN: ¿Observa repercusiones contra los medios independientes?

Alves: Si. Este es el período más largo de democracia que hemos experimentado a nivel mundial. Sin embargo, hemos visto el reemplazo de las dictaduras militares tradicionales por regímenes autoritarios, de derecha y de izquierda, que socavan la democracia.

Para hablar de ejemplos concretos, puedo nombrar a Venezuela, un caso clásico con el chavismo a partir de 1998. Entonces, la prensa era el blanco. El nuevo modelo, que Chávez llamó ‘el socialismo del siglo XXI’, no podía existir con el periodismo de investigación crítico (watchdog), por lo que comenzaron los ataques contra la prensa. Había una situación bélica entre los medios de comunicación y los populistas autoritarios. Las primeras víctimas fueron la verdad y la calidad del periodismo. Luego se exportó ese modelo. Y los mismos problemas de mala interpretación del periodismo crítico (watchdog) en las sociedades democráticas se repitió en otros países como Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

El otro ejemplo es El Salvador, donde tienes un presidente que parece estar convencido de que la sociedad ya no necesita el periodismo. No solo es irrespetuoso con las bases del sistema democrático, sino que cree que puede conectarse directamente con la gente, por lo que la prensa libre no es necesaria en esa visión distorsionada y autoritaria. Luego tienes al [presidente Jair] Bolsonaro en Brasil, por poner otro ejemplo, que imita sistemáticamente a Trump en Estados Unidos, en hacer de la prensa el enemigo número uno y eso es muy malo en todos los sentidos.

GIJN: ¿Qué puede decir sobre el caso de México?

Alves: En el caso de México, todo está encapsulado en “las mañaneras”, un evento que el presidente llama una “conferencia de prensa” que ocurre todos los días a las 7:00 a. m. Sin embargo, no es solo una conferencia de prensa . El presidente de México inventó una forma de desintermediación, tratando de usar YouTube para ir directo al público con su propaganda y, muy a menudo, hay ataques contra periodistas y organizaciones de medios que son seguidos por su ejército de activistas de las redes sociales. Entonces, las mañaneras son, en parte, propaganda, en parte conferencias de prensa, en parte otra forma de atacar a los medios y a la oposición.

He estado siguiendo la tecnología y el periodismo durante décadas. Predije que entraríamos en un nuevo ecosistema de medios que sería radicalmente diferente al anterior. Y ahora estamos viendo el lado más oscuro de esto. Mucha gente de mi generación pensó que la revolución digital conduciría a un mundo más democrático, debido al acceso más fácil a la información. Sí, hay un lado bueno, pero parece que las fuerzas antidemocráticas aprendieron a usar esas herramientas antes que los periodistas y las personas que creen en la democracia liberal. Estamos viendo las consecuencias. Espero que aún haya tiempo para despertar y salvar la democracia, que no existe sin prensa libre.

GIJN: ¿Cómo cree que la tecnología está influyendo en el periodismo en la región en este momento?

Alves: Hace veinte años estaba tratando de predecir el futuro del periodismo en el ecosistema de medios digitales y antes de una de mis presentaciones públicas, alguien me presentó como “un entusiasta cibernético”. Eso me intrigó y comenté que sí, era un “ciber entusiasta”, pero no un “ciber utópico”. Sabía que la tecnología abriría nuevas posibilidades para que los periodistas hicieran su trabajo, especialmente el periodismo de investigación. Pero también sabía que vendría un lado oscuro, entraríamos en aguas peligrosas e inexploradas.

El periodismo de investigación ha obtenido importantes beneficios de la tecnología en todo el mundo, y especialmente en América Latina, donde muchos periodistas trabajaron rápidamente con periodismo de datos y se involucraron en colaboraciones transnacionales. Vemos una  importante participación en proyectos de investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, como los Panama Papers, ayudando a crear la estructura del periodismo de investigación a escala global, en formas que serían inimaginables años atrás. Hay un lado positivo y en América Latina en particular, se ve florecer el periodismo de investigación transnacional con ejemplos, solo por citar algunos: CONNECTAS fundado por Carlos Eduardo Huertas hace 10 años, El CLIP de María Teresa Ronderos, entre tantas otras grandes iniciativas.

GIJN: ¿Qué tendencias observa?

Alves: Hay una proliferación de nuevas organizaciones de noticias nativas digitales con énfasis en periodismo de investigación, pero también con una extraordinaria diversidad en todos los aspectos, desde lo hiperlocal, a lo estatal, a lo nacional y finalmente a lo internacional. Y con temas específicos como el medio ambiente, la salud y la migración. Veo que, según el directorio de Sembra Media, hay más de mil medios nuevos. Esto es una masa de medios que no está tan concentrada como antes. En Brasil, el Centro Knight ayudó a la creación de una asociación de organizaciones nativas digitales para que puedan tener una voz colectiva. Y creo que muchos otros países de América Latina deberían pensar en crear asociaciones como Ajor.

La otra tendencia que es nueva en América Latina es el periodismo sin fines de lucro. No digo que sin fines de lucro reemplazará a lo comercial, sino que ocuparrá un espacio en este nuevo ecosistema de medios creado por la revolución digital. En América Latina, me enfrenté al escepticismo cuando hablé del fenómeno del periodismo sin fines de lucro en los EE. UU. y pronostiqué que un fenómeno similar podría llegar a la región, incluso de una manera más modesta. Me dijeron que eso era una cosa gringa, muy particular de los Estados Unidos. Y siempre dije, el hecho de que no tengas una tradición de filantropía en tu país, y no tengas una de las cosas más hermosas de la sociedad estadounidense, que es el concepto de “dar de regreso” (give back), eso no significa que no podrías desarrollarlo. ¿Cierto?

Así que hoy ves periodismo de investigación de alta calidad de una organización como Agência Pública en Brasil, o CIPER en Chile, que se creó antes que ProPublica. Sí, es posible. En México tienes Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que es un modelo muy innovador. No solo es una organización sin fines de lucro, sino también un modelo que nunca antes habías visto en ninguna parte del mundo, ya que es una combinación de una sala de redacción y una oficina de abogados. Entonces investigan por un lado, practicando un periodismo de investigación de alto rigor. Y por otro lado, los abogados van a los tribunales en algunos casos y toman medidas.

Prof. Alves en la conferencia ISOJ 2022. Imagen de la cuenta de Flickr del Knight Center

GIJN: ¿Cuáles fueron los aspectos más destacados de ISOJ 2022?

Alves: Algunos temas destacados: la vitalidad y sostenibilidad del periodismo sin fines de lucro; diversidad, igualdad e inclusión en las redacciones de América Latina; y subsidios gubernamentales. Europa tiene una tradición de subvencionar a los periodistas, pero Estados Unidos no. Y ahora, tras la crisis de la industria, los periodistas se lo están pensando, sobre todo a nivel local.

Hablamos también sobre la regulación y cómo no se trata solo de los subsidios gubernamentales, sino del dominio de las plataformas, especialmente Google y Facebook. Y cómo pueden desempeñar un papel en la distribución de noticias a través de esas plataformas; también cómo pueden remunerar a los periodistas. En ese sentido, creo que el ser humano usa la tecnología y crea problemas, pero también la usa para crear soluciones. También fue importante hablar sobre las tendencias tecnológicas, incluidos Web3 y el metaverso.

GIJN: ¿Qué aprendizajes puede compartir sobre los cursos masivos abiertos en línea (MOOC) que el Centro Knight ha producido a lo largo de los años?

Alves: Desde que comenzamos en 2002 —ya cumplimos veinte años— una de nuestras actividades principales fueron los cursos en línea. Atendimos a siete mil periodistas en América Latina y el Caribe. En 2012, adoptamos la idea de los cursos masivos. Y en los últimos 10 años, hemos organizado 102 MOOC que han llegado a 271,189 estudiantes, en 200 países y territorios de todo el mundo.

Esto demuestra que la educación continua para los periodistas nunca ha sido tan importante. Porque somos la generación de la transición a un ecosistema de medios o ecosistema de información que está cambiando rápidamente a algo que nunca se había visto en el pasado. Y lo que hace GIJN, no solo con el aprendizaje entre pares sino también con formación específica, ahora es fundamental. Y lo vemos también con otras organizaciones, como IRE. Y vemos reporteros sedientos de nuevos conocimientos, por lo que estamos muy orgullosos de nuestros logros con los MOOCs

GIJN: ¿Cuáles han sido los temas más populares cubiertos en sus MOOC y qué le gustaría explorar próximamente?

Alves: El periodismo de investigación siempre ha sido el tema más popular en América Latina. La visualización de datos y el periodismo de datos también han sido populares y están relacionados con el periodismo de investigación.

Los nuevos temas que queremos cubrir incluyen salud mental, trauma y seguridad. Mi generación ha sido negligente al no reconocer esos problemas, por lo que trato, en el Centro Knight, de reconocerlos.

GIJN: En el Centro Knight también producen la revista digital: LatAm Journalism Review (LJR). ¿Cómo eligen los temas que cubren?

Alves: Tenemos un equipo de periodistas en Colombia, México, Brasil y aquí en Austin. Y tratamos de tener en el radar lo interesante de la industria periodística. No publicamos tantas historias positivas como nos gustaría porque el periodismo está siendo atacado. Así que la mayoría de nuestras historias son sobre problemas, pero también cubrimos historias de éxito.

Estamos trabajando en una serie de seguridad y, al final de la misma, produciremos un libro electrónico. Al igual que hicimos con la diversidad. Nuestra misión principal es ayudar a los periodistas y promover la libertad de prensa en la región.

GIJN: ¿Qué sigue para usted y para el Centro Knight?

Alves: Estamos en un momento de reinvención en el Centro Knight, ya que apenas celebramos nuestro vigésimo aniversario. Estamos repensando qué podemos hacer, qué podemos mejorar y cómo financiarlo.

A un mes de la declaración de la pandemia, tuvimos un MOOC sobre cómo cubrir la pandemia, en un momento en el que la gente estaba desesperada. Y llegamos a 9,000 reporteros. Con la ayuda de la UNESCO, también creamos un centro. Así que el futuro es algo así, que es encontrar nuevas formas de ayudar a los periodistas de todo el mundo.

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Andrea Arzaba es la editora en español de GIJN. Como periodista y profesional de medios, Andrea ha dedicado su vida a documentar historias de América Latina  y de las comunidades latinas en Estados Unidos. Becaria de la International Women’s Media Foundation, es también parte de la iniciativa Journalists 4 Transparency (J4T) de Transparencia International.

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