Ante escenarios de crisis de legitimidad de las instituciones políticas y mediáticas emergen con fuerza diversas formas de apropiación ciudadana de los medios y de los procesos de comunicación social. Publicaciones de barrio, radios, TV y cine comunitario, plataformas digitales y de educación mediática, talleres de comunicación popular, redes de comunicación vecinal, arte comunitario, proyectos de comunicación intergeneracional, etc., configuran prácticas de colaboración, intervención y resistencia que replantean la comunicación en tanto espacio de encuentro y solidaridad, con propósitos de transformación social (Couldry, 2010; Freire, 2002; Gumucio, 2003 y 2005; Gumucio-Dagron y Tufte, 2008; Jankowski y Prehn, 2002; Rodríguez, 2001 y 2011; Torrico Villanueva, 2022; Tufte, 2019).
Esta diversidad de iniciativas se inscribe en una tradición social de luchas emancipatorias. De ellas se han servido las comunidades para subvertir la concepción hegemónica de la comunicación —vertical, unidireccional, instrumental y mediocéntrica—, proponiendo en su lugar formas participativas de construcción de vínculos sociales basados en la empatía, el respeto mutuo, la escucha activa y la solidaridad. Estos procesos permiten, a la vez, reinterpretar y dotar de nuevos significados a los discursos dominantes, dando lugar a nuevas prácticas emancipatorias (Freire, 1998 y 2002; Martín-Barbero, 1987).
En el caso de los medios, las iniciativas de comunicación libre y comunitaria promueven tanto la participación en la producción y emisión de mensajes públicos como en la gestión organizativa; de esta forma, disputan, además de los discursos dominantes, las formas hegemónicas de producción y distribución de información en los medios (Atton, 2002; Fuller, 2007; Howley, 2009; MacBride, 1980). Movimientos como el pacifismo, el ecologismo y el feminismo, han impulsado, a la vez que encontrado en las iniciativas libres y comunitarias, espacios de expresión y denuncia (García García, 2017; Pérez Martínez, 2020). También impulsan emisoras comunitarias grupos migrantes, que hallan en ellas herramientas para comunicarse y afianzar el sentimiento de comunidad y pertenencia en sus países de acogida (Bautista et al., 2022), minorías étnicas, miembros del colectivo LGBTIQ+ o personas con diversidad funcional o cognitiva, entre otros colectivos; aquellas personas, en suma, que suelen habitar los márgenes de la esfera pública.
El rol de estas iniciativas mediáticas y de estos procesos alternativos de comunicación social ha sido destacado en episodios históricos de conflicto armado (Rodríguez, 2011), resistencia en regímenes autoritarios (Downing, 2001) y movilización social ante crisis políticas y financieras, desde Mayo del 68 —cuna de las radios libres europeas (Pérez y Reguero, 2021) — hasta la crisis de 2008, que vio nacer movimientos como #occupy, el #15M o la primavera árabe (Ben Moussa, 2013; Byrne y Fontal, 2013; Castells, 2012; Thomas, 2019).
Sistematizar y analizar estas experiencias forma parte de la construcción de una teoría crítica de la comunicación, que, sin caer en un punto ciego e idealizador, problematice también las relaciones de poder que existen al interior de las comunidades e identifique los retos y obstáculos existentes para transformar los modos de relacionarnos y comunicarnos. Si bien estas cuestiones son aún objeto de interés por parte de una minoría de académicos y académicas (Barranquero y Sáez Baeza, 2021), distintos encuentros internacionales durante la última década dan cuenta de un creciente interés por el conocimiento sobre la comunicación comunitaria y alternativa, especialmente desde un posicionamiento de investigación-acción.
El propósito de este monográfico es visibilizar y reflexionar sobre la labor de los colectivos y las iniciativas sociales que promueven la comunicación desde abajo (libre, comunitaria, empática, alternativa, cooperativa, del tercer sector, independiente, etc.) y en sus diferentes formatos (publicaciones impresas o digitales, medios audiovisuales, procesos colectivos de comunicación y de creación de redes, proyectos de comunicación educativa, etc.).
Se invita a activistas y profesionales de la comunicación ciudadana y para el cambio social y la justicia global y a investigadoras e investigadores en este campo a enviar contribuciones que analicen el papel de las iniciativas sociales de comunicación en la construcción de una sociedad más inclusiva, solidaria, justa y democrática. Son bienvenidas aportaciones sobre el surgimiento, la evolución, la comprensión práctica de la comunicación, las formas de gobernanza, los retos y los logros de estas iniciativas, así como sobre su articulación con los movimientos sociales y con la comunidad con y para la que trabajan. Las personas impulsoras de proyectos y experiencias que lo requieran contarán con apoyo de las editoras del monográfico para plantear y estructurar los textos en los que sistematizarán esas experiencias.
Líneas temáticas:
- La comunicación en los movimientos sociales por la justicia ecosocial.
Son bienvenidos aquellos estudios sobre las formas y procesos de comunicación desde los movimientos sociales que promuevan la participación, la empatía y la solidaridad. Se valorarán especialmente análisis y propuestas sobre la función de los medios libres y comunitarios en la acción, las redes de organización, la visibilización y la sostenibilidad de los movimientos sociales.
- Estructura, regulación y gobernanza de los medios libres, comunitarios, ciudadanos y alternativos.
Son bienvenidos aquellos análisis de medios gestionados por grupos sociales y así como de las políticas públicas que los regulan. Se valorarán especialmente aportaciones sobre la estructura de los medios, modelos de financiación, sistemas de gobernanza y tensiones con el poder institucional, desafíos y logros, etc.
- Estudios de caso de proyectos sociales de comunicación participativa, solidaria, y de educación y alfabetización mediáticas con fines de empoderamiento.
Se valorarán especialmente aquellas experiencias que desafíen modelos hegemónicos de comunicación y promuevan formas horizontales, colaborativas y solidarias de construcción de vínculos sociales. Se incluyen proyectos de comunicación popular, alfabetización mediática crítica, educomunicación y pedagogías comunicativas emancipadoras.
- Narrativas ciudadanas y derecho a la comunicación.
Son bienvenidas aquellas investigaciones que exploren cómo los sujetos colectivos construyen y disputan discursos desde márgenes sociales o culturales. Se valorarán especialmente, aportaciones que visibilicen y reinterpreten cuestiones relacionadas con los discursos de odio, la convivencia democrática, o la diversidad funcional o cognitiva, entre otros.
- Comunicación, economía solidaria y comunes digitales.
Son bienvenidas aquellas exploraciones sobre la intersección entre la comunicación y los principios de la economía solidaria y los comunes digitales. Se valorarán especialmente, aportaciones sobre la organización, sostenibilidad económica y ecosocial, la difusión, y la escalabilidad de modelos alternativos en el entorno digital.