Fondo de Cultura Económica (FCE)
Sin prestar mucha atención a la polisemia del término “comunicación”, incluso cuando es evidente el contexto donde ha sido utilizado, no dudan en emplearlo académicos, políticos, empresarios, psicólogos, por la general con la sensación de haber sido comprendidos. Así nos dice el autor, la popularidad de esta palabra ha excedido por mucho su claridad. Nos hemos aventurado a definir al ser humano en términos de su capacidad de comunicarse y colocamos esa habilidad como centro de gran parte de nuestras actividades cotidianas, pero cómo fue que ese concepto de condición tan generosa ha terminado por convertirse en un problema. Con cierto grado de audacia, la conclusión de Peters parece ser que definir la comunicación es, en cierta medida, “hablar al aire”.