La comunicación es fundamental en la transparencia institucional, como mecanismo necesario para garantizar el correcto funcionamiento de las organizaciones y el fortalecimiento de las relaciones con los stakeholders. En el caso de los museos, es un aspecto relevante, pues la transparencia sustenta la relación con el público y legitima su papel como institución cultural y social.
Mediante la política de transparencia, el museo se compromete a compartir abiertamente los procesos de gestión, decisiones curatoriales y asignación de recursos, brindando al público una visión clara de su funcionamiento interno. Esta transparencia no solo fomenta la confianza de la sociedad en la integridad y la autenticidad de las exhibiciones y programas del museo, sino que también promueve la participación activa de la comunidad en sus actividades y decisiones. Incluso, la comunidad puede actuar como vigilante de aquellos museos de titularidad pública., a fin de garantizar que los mismos se ejecuten con transparencia. Cuando los museos comunican de manera clara y honesta, construyen puentes sólidos con su audiencia, garantizando una relación de respeto mutuo y compromiso compartido hacia la preservación y difusión del patrimonio cultural.
Considerando esa base, las líneas de investigación (no exclusivas) son:
- Evaluación de prácticas de transparencia: Análisis y evaluación de las prácticas de transparencia operativa y comunicacional del museo. Esto podría incluir un estudio detallado de las políticas y procedimientos del museo, así como entrevistas con el personal y el análisis de documentos internos.
- Comparación con estándares y mejores prácticas: Solicitar a investigadores que comparen las prácticas de transparencia del museo con estándares reconocidos y mejores prácticas en el campo de la gestión cultural y museística. Esto puede incluir comparaciones a nivel nacional e internacional.
- Impacto de la transparencia en la percepción del público: Investigar cómo la transparencia operativa y de comunicación del museo afecta la percepción y la confianza del público. Esto podría implicar encuestas a visitantes y análisis de datos de participación para evaluar el grado en que la transparencia influye en la percepción del museo.
- Casos de estudio de museos transparentes: Realizar estudios de caso sobre museos que han implementado con éxito prácticas de transparencia operativa y de comunicación. Esto podría proporcionar ejemplos concretos de cómo la transparencia puede beneficiar a las instituciones culturales y fortalecer su relación con la comunidad.
- Análisis de herramientas y plataformas de comunicación: Investigar el uso de herramientas y plataformas de comunicación digital por parte del museo para promover la transparencia y la participación del público. Esto podría incluir un análisis de la efectividad de las redes sociales, sitios web y otras tecnologías en la comunicación transparente del museo.
- Participación comunitaria: Cómo las redes de líderes comunitarios, la sociedad civil o la comunidad circundante de los museos pueden vincularse con los museos, no solo en la participación de las actividades que se diseñan dentro de la institución, sino en generar necesidades expositivas, culturales y educativas que deben ser atendidas por los museos
- RSE: Dado el carácter social de los museos, estos deben emprender acciones que atiendan las necesidades manifiestas de sus comunidades, pero también involucrarse en procesos de concienciación ambiental, social y cultural. Las transformaciones que la sociedad necesita frente al cambio climático, a los distintos grupos vulnerables, el abordaje de los procesos migratorios o de desplazamiento de poblaciones, en fin, deben formar parte de las políticas culturales y educativas que deben emprender los museos.
- Buenas prácticas: Presentar casos de éxito en sostenibilidad y de gestión de la transparencia comunicacional en instituciones museísticas.
El desarrollo de un monográfico sobre la transparencia y la sostenibilidad, cuyo core está en la comunicación, debe abordarse con una visión integral, multidisciplinaria, donde investigadores de la comunicación, la sociología, la educación, la museología o, incluso, lo gerencial, pueden contribuir en la comprensión del cambio de mentalidad que deben asumir los museos para atender las necesidades de la comunidad, emprender el camino hacia el cumplimiento de los ODS y de los retos impuestos por la Agenda 2030, así como para consolidar su rol protagónico como instituciones sociales.