Economía de las plataformas y precarización laboral : ¿una forma hipermoderna de esclavitud?

 

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Silvia Porta y Amparo Huertas

La digitalización ha alterado el mundo. Y no nos estamos refiriendo ahora a las transformaciones en cómo nos comunicamos o en cómo nos relacionamos, sino a los cambios en la forma de trabajar. Las plataformas digitales generan nuevas oportunidades laborales, con horarios más flexibles, pero al mismo tiempo favorecen la precarización. Y, al igual que los riders, la mayoría de las personas que actúan como periodistas y generan contenidos digitales de forma individual no están, por ejemplo, protegidas por la legislación laboral ni por organismos colectivos, por lo que se encuentran mayoritariamente con sueldos bajos – en caso de tenerlos- y condiciones que pueden llegar a ser incluso peligrosas. ¿Es posible solucionar este problema? ¿Se pueden regular estas prácticas para garantizar condiciones laborales aceptables? ¿Es posible un trabajo justo y bien remunerado en la economía de las plataformas digitales?

De todo ello ha hablado Srujana Katta, investigadora de la FairWork Foundation y del Oxford Internet Institute, en la conferencia-debate “El trabajo en las plataformas digitales: ¿Un futuro justo? Cómo las plataformas deshumanizan las condiciones laborales”, moderada por Luiz Peres-Neto, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y miembro del InCom-UAB. El acto, organizado por el Observatorio Social de la Fundación La Caixa y patrocinado por la Unesco, se desarrolló el 11 de mayo de 2022 en el CaixaForum Macaya. Katta explicó en su intervención que “el proyecto Fairwork pone de manifiesto las malas prácticas en la economía de las plataformas” aunque, al mismo tiempo, este “pretende demostrar que es posible crear oportunidades laborales más justas y mejores”.

Expansión del problema

No hay duda alguna de la expansión de las plataformas y Srujana Katta dispone de datos para contextualizar la magnitud del problema. A nivel mundial, el número de plataformas que ofrece trabajo digital activo ha pasado de 140 en 2010 a más de 777 en 2020. En el Reino Unido, el número de trabajadores de plataformas se ha duplicado entre 2016 y 2021. En 2021, 4,4 millones de personas trabajaron en la economía de las plataformas. En 2018, España tenía la mayor proporción de población activa (18%) dedicada al trabajo en plataformas en toda la Unión Europea. Además, se prevé que para 2025 una tercera parte de todas las transacciones laborales se realicen a través de plataformas digitales.

Sobre el perfil de los trabajadores de las plataformas digitales, Srujana Katta apunta: “Los trabajadores a menudo son autónomos, por lo que no hay obligación de pagarles un salario mínimo. Tienen mayor flexibilidad, pero los costes asociados al trabajo -como los asociados con la compra de combustible o de equipos necesarios- deben asumirlos los trabajadores. Aparte, los salarios son bajos. La mayoría de los trabajadores tienen un poder muy limitado para negociar tarifas y, además, no están protegidos como si fueran empleados”. Es decir, su poder para desafiar a las plataformas internacionales es escaso, por no decir inexistente.

Precariedad, inseguridad,… resignación

Los trabajadores pasan una gran cantidad de tiempo no remunerado buscando y esperando trabajo. En 2020, la encuesta de Fairwork encontró que los trabajadores de la nube pasan un promedio de 16 horas a la semana buscando trabajo. “Sólo se paga lo que se trabaja y se produce. Las horas que pasan buscando trabajo no cuentan”, advierte la investigadora. Además “los trabajadores también corren el riesgo de que se retengan sus salarios, ya que la dinámica de funcionamiento de la plataforma tiende a favorecer a los clientes. Si el cliente no está satisfecho, no cobran el servicio”, añade.

“Las condiciones de trabajo en la economía de las plataformas pueden llegar a ser peligrosas e inseguras en el caso de los riders, por ejemplo” y, según Katta,  “Covid-19 las ha agravado”. Además, se ha detectado una discriminación y gestión injusta. “Las mujeres y las minorías étnicas corren el riesgo de tener malas calificaciones y de ser excluidas de las oportunidades”, explica la investigadora de la FairWork Foundation. Quejarse o plantarse ante estas condiciones es imposible. Como los trabajadores de las plataformas digitales no están organizados en sindicatos, pues estos no existen, no pueden recurrir a ellos.

¿Cómo crear trabajos justos?

Los principios de Fairwork ofrecen a plataformas, trabajadores, consumidores y legisladores un punto de referencia para ayudar a entender qué sería un trabajo de plataformas justo. Srujana Katta explica los cinco principios que la propuesta incluye. Según la investigadora, todos “son aplicables a todo tipo de trabajo independientemente de si los trabajadores son empleados o autónomos y sin diferenciar dónde y cómo trabajan”. El proyecto está operativo en 28 países de 5 continentes.

Principio 1. Pago Justo. Independientemente de su clasificación laboral, los trabajadores deben ganar el salario mínimo establecido en el país en cuestión teniéndose en cuenta los costes relacionados con el trabajo. Su remuneración debe pagarse puntualmente y en concepto de todo el trabajo realizado.

Principio 2. Condiciones Justas. Las plataformas deben contar con políticas para proteger a los trabajadores de los riesgos derivados de los procesos de trabajo. Además, deben adoptar medidas proactivas para proteger y promover la salud y la seguridad de las plantillas.

Principio 3. Contratos Justos. Los términos y condiciones deben ser transparentes, concisos y de fácil acceso al trabajador. Se debe notificar a los trabajadores de los cambios propuestos con un plazo razonable antes de que estos entren en vigor. No deben existir cláusulas en el contrato que excluyan injustificadamente la responsabilidad de la plataforma o que impida a los trabajadores recurrir a posibles reparaciones. Los contratos deben ser coherentes con los términos de la participación de los trabajadores en la plataforma.

Principio 4. Gestión Justa. Debe existir un documento para las decisiones que afecten a los trabajadores. Los trabajadores deben tener la capacidad de apelar las decisiones que les afecten y deben ser informados de los motivos que sustentan estas decisiones. El uso de algoritmos debe ser transparente y generar resultados equitativos para los miembros de las plantillas.

Principio 5. Representación Justa. Las plataformas deben proporcionar a los trabajadores la manera de que estos puedan expresar su voz. Los trabajadores tienen derecho a organizarse en cuerpos colectivos y las plataformas deben estar preparadas para cooperar y negociar con ellos.

No te despiden, te desactivan

La investigadora advierte que “ahora los trabajadores de las plataformas digitales son desactivados en lugar de despedidos y, según la investigadora, esta es una experiencia deshumanizadora”. Y, en relación a si este modelo de trabajo puede ser considerado una nueva forma de esclavitud, Katta es prudente y prefiere no usar este término ya que los trabajadores ganan dinero, tienen el control de su tiempo y cierta independencia.

No obstante, Srujana Katta cree “que hay una oportunidad para mejorar en esta economía de las plataformas para que ningún trabajador se sienta explotado y que los costes derivados del trabajo sean compensados”. Sin lugar a dudas la investigadora apuesta por la creación de nuevos sindicatos, todo un desafío en el ámbito laboral de las plataformas digitales. Ella reta a los países a que regulen los derechos de los trabajadores para conseguir que el trabajo en este sector sea justo, deje de ser precario y se humanicen las condiciones laborales.

Imagen entrada de Hands off my tags! Michael Gaida en Pixabay

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