Daniel Sánchez Caballero / Yuly Jara
Seis de los principales grupos editoriales han incrementado el precio medio por publicar artículos un 26,6% en los últimos cuatro años, alcanzando una facturación solo por este concepto de más de 2.500 millones de euros en el mismo periodo, un 250% más.
La subida media es del 26%, que aplicada a millones de artículos a los largo de los años se traduce en que la facturación de esos mismos grupos editoriales en ese plazo se ha multiplicado por dos y medio solo por este concepto.
En los últimos cinco años el precio de publicar investigaciones se ha disparado, y con él los beneficios de las editoriales científicas. Entre 2019 y 2023 el coste medio de los APCs (Article Processing Charges, el dinero que cobra una revista para divulgar un artículo) ha pasado de 2.356 euros a 2.983 euros en seis de los principales grupos del mundo (Elsevier, Springer Nature, Wiley, Frontiers, MDPI y PLOS), según un estudio elaborado por varios investigadores del ScholCommLab, un laboratorio interdisciplinar con sede en la Universidad Simon Fraser de Vancouver.
Las editoriales analizadas por el ScholCommLab ingresaron algo menos de mil millones de dólares en 2019 por APCs, cifra que en 2023 escaló hasta romper la barrera de los 2.500 millones de dólares. Esto supone una subida superior al 250% en apenas un lustro.
Juan Pablo Alperín, investigador en el campo de las publicaciones científicas y acceso abierto del Public Knowledge Project y codirector del ScholCommLab, explica a elDiario.es que esa media esconde notables diferencias entre los precios que cada editorial impone, que a su vez son diferentes en los cientos (miles) de revistas que edita cada una de ellas. También lamenta la “falta de transparencia” de las empresas, que les ha obligado a buscar los datos a mano en las webs de las revistas y, a partir de ahí, realizar estimaciones.
Según el ScholCommLab, estos seis grupos han facturado un total de 8.248 millones de euros entre 2019 y 2023. El estudio calcula que en 2023 MDPI (681,6 millones de dólares), Elsevier (582,8 millones de dólares) y Springer Nature (546,6 millones de dólares) fueron las tres editoriales que más ingresos generaron con APCs.
Un sector difícil de entender
Para el ciudadano medio, ajeno a este sector, el funcionamiento del mundo editorial científico puede ser difícil de entender, admite Ramón Feenstra, del departamento de Filosofía y Sociología de la Universidad Jaume I, investigador en temas de acceso abierto y que fue editor de una revista durante 12 años. A los propios investigadores les cuesta a veces comprender cómo se ha llegado a este punto. “Es paradójico que en la era actual de la comunicación, con más posibilidades que nunca para distribuir los artículos con facilidad, el control que ejercen las grandes editoriales sea tan amplio”, reflexiona Feenstra.
El proceso es más o menos así: los estados financian –normalmente–. Los científicos plasman el fruto de las investigaciones pagadas con fondos públicos en forma de artículos, que envían a revistas científicas para su publicación. Estas reciben los textos y se los pasan a otros científicos, que revisan la calidad de esos papers de manera gratuita. Evalúan y corrigen, piden cambios. Todo por amor a la ciencia. Cuando el artículo ya está pulido y es válido, el autor tiene una decisión que tomar: ¿quiere pagar unos miles euros a la revista para que esta lo publique en abierto –más visibilidad, más lecturas, más citas; más éxito, en definitiva– o prefiere no gastar dinero en eso y que quede bajo suscripción, disponible por tanto para menos gente? (Y eso en el escenario bueno, según la publicación esa elección puede que ni exista y haya que pagar sí o sí). Solventada la dicotomía, la revista le da formato al texto, lo aloja en su servidor y lo publica.
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Imagen de Bárbara Cascão en Pixabay