Twiplomacy y sostenibilidad, ejes temáticos de dos investigaciones premiadas por CIDOB

 

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Amparo Huertas Bailén y Sandra Arencón Beltrán

El CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs) celebró el 30 de junio de 2021 la entrega de los premios ‘Talento Retos Globales’ y ‘Talento Europa Siglo XXI’, además de dar a conocer el resultado de la ‘Junior Visiting Fellowship’, en el marco de los Diálogos CIDOB-Fundación Banco Sabadell. El objetivo de esta iniciativa es premiar la investigación de calidad -sobre todo, de carácter aplicado- y promover el talento de jóvenes investigadores para garantizar el progreso de la sociedad. Así lo explicaron Pol Morillas, director de CIDOB, y Miquel Molins, presidente de la Fundación Banco Sabadell, en este acto público.

Lewin Schmitt, Lela Mélon e Inés Arco fueron los tres jóvenes investigadores galardonados:

Lewin Schmitt ha ganado el premio ‘Talento Retos Globales’. Es investigador predoctoral en el IBEI (Institut Barcelona Estudis Internacionals), licenciado en Estudios Económicos Europeos por la Universidad de Bamberg y máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Oxford.

Lela Melón ha ganado el premio ‘Talento Europa Siglo XXI’. Es doctora en Derecho Corporativo por la Universidad de Aberdeen, coordinadora ejecutiva del proyecto Planetary Wellbeing Institutional Framework y profesora en ESCI-UPF.

Inés Arco se incorporará al equipo investigador de CIDOB durante un período de seis meses (Junior Visiting Fellowship). Es licenciada en Estudios de Asia Oriental por la Universidad Autónoma de Barcelona y máster en Relaciones Internacionales por el IBEI (Institut Barcelona Estudis Internacionals).

Twiplomacy: Les relaciones internacionales de la Unión Europea (UE) con India, China y Rusia

La investigación realizada por Lewin Schmitt, “What’s in a tweet? Twitter’s impact on public opinion and EU foreign affairs”, aborda la percepción de la política exterior de la Unión Europea a partir del análisis de casi un millón de tweets escritos en inglés. En concreto, fueron analizados 927.120 tweets, publicados durante cinco años (2016-2020) como respuesta a la actividad de cerca de 400 cuentas oficiales de instituciones europeas.

El estudio analiza la reacción que provocan los mensajes que circulan sobre la relación de la Unión Europea con India, China y Rusia, tres países clave del foro BRICS (al que también pertenecen Brasil y Sudáfrica). Aunque Twitter no puede considerarse un terreno que permita analizar el comportamiento ciudadano según su perfil sociodemográfico o su ideología, sí resulta un espacio interesante para entender los comportamientos y cambios que se producen en la percepción de los temas públicos. Recurrir a Twitter para investigar las relaciones internacionales es relativamente reciente, pero esta práctica está creciendo muy rápidamente.

Así, esta investigación permite reflexionar sobre el concepto Twiplomacy, que hace referencia al papel de las redes sociales en las relaciones internacionales y diplomáticas. A la hora de hablar de Twiplomacy, en el proyecto se diferencia entre situaciones de alto riesgo, en las que los líderes mundiales optan por comunicar decisiones y opiniones de forma inmediata vía redes, lo que genera un impacto diplomático no siempre fácil de prever, y estrategias comunicativas generales a medio o largo plazo, donde se incluye cuestiones como la “marca nación”.

Para el análisis de los resultados se han tenido en cuenta aspectos diferenciadores importantes: Twitter está prohibido en China, pero no en la India ni en Rusia; el uso del inglés está muy extendido en India, pero menos en China y Rusia; y, por último, India y China tienen un volumen de población semejante, mientras que en Rusia este es inferior.

El estudio detecta momentos de incremento de tweets coincidentes con determinadas noticias de actualidad. Por ejemplo, los mensajes que tratan la relación entre la Unión Europea y Rusia crecieron en 2018 tras el atentado a Sergei Skripal y a partir de las sanciones de Estados Unidos a Rusia por la situación de Ucrania y, en el caso de China, la expansión del Coronavirus-19 provocó un aumento notable de mensajes en la red en el año 2020.

Los resultados apuntan que las relaciones con India parecen ser las más aceptadas, pero, por suerte, el trabajo no se queda ahí y pasa a intentar entender por qué sucede esto. El estudio relaciona este hecho con la actuación de una famosa banda de música coreana juvenil en la India y la actividad digital que ello generó.

Pero, más allá de esta curiosidad, hay que tener en cuenta que se da un lenguaje muy diferente en cada caso, pues cada país genera un tipo de contenido específico. Así, los tweets sobre India hablan básicamente de “cooperación”, mientras que en los mensajes que tratan las relaciones con China dominan los temas comerciales y, en relación a Rusia, estas publicaciones tienen que ver sobre todo con la “desinformación” y el papel de Rusia como mediador en las relaciones políticas con otros países  -especialmente, de la Europa del Este-.

Se sabe que la comunicación externa de la Unión Europea trabaja en dos líneas: aportando información pensada para audiencias de fuera de la Unión y, en el caso de dirigirse a la ciudadanía europea, su estrategia suele centrarse en remarcar el éxito de sus acciones. Como resultado, los mensajes negativos son casi inexistentes y, cuando se dan, normalmente tienen que ver con la defensa de los derechos humanos. A partir de esta aclaración, el estudio detecta que el lenguaje políticamente correcto es más evidente en los mensajes sobre China e India que en los que se habla sobre Rusia, donde esta característica es marginal.

Moda y medio ambiente

Lela Melón, en “The EU Non-Financial Reporting Directive and corporate narrative disclosure practices: the case of the fashion industry”, aborda la cuestión de la sostenibilidad global a partir del estudio de la industria de la moda en la Unión Europea. La investigadora, que se centra en el análisis de los informes no financieros de las empresas del sector, resalta la importancia de la exigencia de este tipo de  documentos para lograr atajar el cambio climático.

Desde el 2018 la Unión Europea requiere a las empresas la realización de informes sobre cómo abordan la gestión y el cuidado del medio ambiente. Esta directiva se aplica sobre las compañías de interés público con más de 500 empleados, lo que significa que afecta a unas 6.000 entidades (incluidas las empresas de moda europeas).

De alguna manera el estudio pone sobre la mesa la contradicción que supone que  muchas marcas, como por ejemplo H&M o Zara, reciban premios por su preocupación por el medio ambiente cuando la dedicación a la fast fashion no puede decirse que sea muy compatible con la sostenibilidad. Además, el estudio también apunta la urgencia de que la directiva europea se adecue a las marcas de lujo.

El trabajo presenta Patagonia como un ejemplo a seguir, aunque esta no sea una compañía con sede en la UE. Fundada en 1973 en Estados Unidos, Patagonia en 2012 consiguió el Certificado B Corporaton, lo que significa que mantiene rigurosos estándares en materia de medio ambiente, responsabilidad social y transparencia.

Género y relaciones internacionales.

Finalmente, el proyecto con el que Inés Arco ha conseguido poder realizar una estancia de investigación en el CIDOB se titula «La política exterior feminista: ¿cambio paradigmático o instrumentalización discursiva?». Su propuesta plantea reflexionar acerca de los discursos feministas con el fin de comprobar si realmente estos apuntan a acciones feministas. Inés Arco se incorporará al equipo investigador de CIDOB por un período de seis meses.

Debate final

El acto de entrega finalizó con un debate estructurado en dos mesas temáticas diferentes. La primera trató sobre la función de las redes sociales -y, muy especialmente, de Twitter-. Moderada por Pol Morillas, estuvo formada por la periodista Marta García Aller y el propio Lewin Schmitt. En la segunda mesa – moderada por Pau Mas, Director Fundació Catalunya Europa-, Carina Hopper, profesora de Sostenibilidad Empresarial de ESSEC Business School, y la propia Leia Melón reflexionaron acerca del papel de los gobiernos y las regulaciones para conseguir guiar a las empresas hacia la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social.

En este debate final surgieron ideas muy interesantes. Por ejemplo, Marta García Aller habló sobre la enorme influencia que tienen las redes. Estas son capaces de cambiar los discursos políticos e, incluso, han conseguido que acabe preocupando más conseguir ser viral que solucionar los problemas, afirmó. Pero, al mismo tiempo, García Aller advirtió de que lo que sucede en redes no es representativo de lo que sucede en el conjunto de la sociedad.

El consumidor tiene menos poder de lo que piensa, porque nos están influyendo grandes pensadores de marketing, que saben muy bien qué hacer para hacerte comprar, dijo Carina Hopper. Por su parte, Lela Melón defendió la utilidad de directivas específicas que exijan a las compañías informes sobre el cuidado del medio ambiente, pues el hecho de tener que exponerlo puede hacer que el mundo empresarial cambie su filosofía al respecto. Además, tanto los accionistas como los clientes son cada vez más exigentes en este sentido, pues ahora ya se empieza a hablar de cambio climático como riesgo, remarcó Lela Melón.

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