El investigador y responsable de SCOMLab Comunicación y Salud (InCom-UAB) aporta una reflexión sobre la importancia de la comunicación en tiempos de la pandemia y cómo han afectado las decisiones de los gobiernos en la manera de comunicar a los ciudadanos el estado de alarma para luchar contra el coronavirus, en España, en Cataluña y, específicamente, en la Universitat Autònoma de Barcelona, en el ámbito de la docencia y la investigación.
Bellaterra / São Paulo (Brasil), 01-04-2020. El responsable de SCOMLab Comunicación y Salud (InCom-UAB) y profesor titular del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad (UAB), José Luis Terrón, ha publicado un artículo de opinión titulado «Normalização do anormal» en el portal ADUSP [Associação dos Docentes da Universidade de São Paulo], el pasado 24 de marzo, con el objetivo de explicar la manera cómo se comunicó a los investigadores y docentes de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) la necesidad del confinamiento.
En su aportación, Terrón reflexiona sobre cómo la situación de urgencia y la falta de planificación puede haber afectado en el ámbito de la docencia y también en investigación en ciencias sociales, en general, y en la investigación en comunicación social, en particular. Las tecnologías pueden haber ayudado en el contacto virtual con los alumnos, pero también aporta dudas, a partir de la experiencia vivida, desde el estado de alarma anunciada por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el pasado 13 de marzo.
En este sentido, José Luis Terrón afirma que “también tenemos la situación de la que todavía se habla sólo entre bastidores. ¿Cuántos estudiantes querrían seguir las clases pero no pueden hacerlo? Hemos de tener en cuenta las limitaciones sociales o tecnológicas que este salto repentino del aula al digital no tuvo en cuenta. Un ejemplo: la semana pasada estuve tutorizando un estudiante que hacía su trabajo de final de curso. Decidimos hablar vía Skype, pero en su pequeña ciudad el ancho de banda no es suficiente y, además, supongo que el tránsito digital se ha disparado. Conclusión: hemos sustituido Skype por una simple llamada telefónica”.
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