Comunicación, cultura y violencia

 

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Nuevo e-Book InCom-UAB coordinado por Marta Rizo García y Vivian Romeu Aldaya. El libro incluye textos de Cristina Gómez Moragas, Cynthia Pech Salvador, Jerónimo Repoll, Tanius Karam Cárdenas, Javier Esteinou Madrid, Adriana Peimbert Reyes, y de las dos coordinadoras.

Marta Rizo García; Vivian Romeu Aldaya (Coords.) (2013): Comunicación, cultura y violencia. Bellaterra : Institut de la Comunicació, Universitat Autònoma de Barcelona. ISBN 978-84-939674-9-9

Presentación del libro

El debate en torno a las múltiples relaciones entre la violencia y la comunicación tiene cada vez una mayor presencia en el escenario académico. La cuestión es simple: la presencia de la violencia en las relaciones sociales se ha vuelto insoslayable en tanto desde hace unos años se ha evidenciado en la práctica social como un excelente ejemplo de la estructuralidad del poder. Si bien desde la primera mitad del siglo XX, pensadores como Gramsci, Horkhiemer, Marcuse, Erzenberger ubicaron al poder como fuente para el análisis social, son Foucault y Bourdieu quizá los teóricos que con mayor énfasis abordaron esta temática en su simbiótica relación con la violencia tanto desde el ángulo filosófico y psicológico como desde el sociológico. El resultado que estas reflexiones nos legaron afirmó la violencia como un modo concreto de ejercer el poder, siempre acotado histórica y culturalmente, y se afirmó también al poder como escenario de los actos violentos, siempre naturalizados y en consecuencia reproducidos tanto por aquellos que lo detentan y ejercen como por quienes lo sufren o padecen.

En la actualidad, la violencia estructura buena parte de nuestra vida cotidiana, ya que en sociedades articuladas en torno al poder –ya sea éste de índole económico, financiero y/o político y simbólico- resulta casi imposible garantizar la no existencia de abusos de autoridad, amenazas, censuras, omisiones deliberadas o simplemente daños morales o psicológicos a quienes se oponen o resisten de alguna manera a él. Así entendida, la violencia se articula como una práctica de dominación que demuestra que en todo poder está implícita la violencia en tanto para poder ser ejercida como tal, ella misma, implica poder.

Desde el campo de los estudios de la comunicación –abrevadero natural de disciplinas como las anteriormente mencionadas- la mayoría de investigaciones sobre el tema abordan la violencia a partir de sus representaciones mediáticas, tema sin duda legítimo, sugerente y sumamente importante para la desconstrucción del concepto de poder y la desarticulación eficaz del ejercicio del poder en el marco de las interacciones sociales. A lo largo de décadas, estas investigaciones han dado lugar a muchos datos empíricos que apuntan, primero, a una relación directa entre contenidos mediáticos violentos y comportamientos de la audiencia y, posteriormente, a interpretaciones más contextuales que si bien vinculan medios y violencia social, lo hacen tomando en consideración las particularidades de los contextos de recepción.

No obstante, más allá de esta relación entre medios de comunicación y violencia, la relación entre violencia y poder se visibiliza en otras esferas del mundo social, y en consecuencia, en las múltiples formas en que se produce y se reproduce la cultura; desde ahí, sin duda alguna, el estudio de la violencia también reclama la atención de la reflexión y la investigación académica.

En ese sentido, la temática que articula este libro intenta abarcar estas muchas otras aristas de las que hemos hablado, y prueba de ello son las miradas que se encuentran a lo largo de los capítulos que lo conforman, que ponen énfasis no sólo en los medios como transmisores y configuradores de violencia, sino en el papel de ésta en las relaciones sociales cotidianas, en la comunicación interpersonal e intersubjetiva, en las prácticas de arte activismo y en los contextos de diálogo intercultural.

Los ocho textos que conforman Comunicación, cultura y violencia presentan abordajes distintos sobre la violencia, pero todos ellos vinculados con la comunicación y la cultura. Por ejemplo, los dos primeros, aunque desde lógicas teóricas diferentes, exploran la relación entre comunicación interpersonal (o intersubjetiva) y violencia. En el primero, “Comunicación interpersonal e “incomunicación”. Una aproximación a las gramáticas de la desconfianza”, Vivian Romeu Aldaya desarrolla desde una perspectiva comunicativa una reflexión general en torno a los procesos interpersonales y el controvertido concepto de incomunicación; particularmente propone una modelización de los procesos de producción de desconfianza desplegados al interior de situaciones comunicativas de tipo interpersonal como ejemplo de práctica comunicativa violenta, donde la comunicación como acto dialógico y de puesta en común, se ve afectado. El segundo texto, de Marta Rizo García, lleva por título “Comunicación, intersubjetividad y violencia. Algunas reflexiones en torno a la debilitación de las relaciones comunicativas en entornos violentos”, y presenta algunas ideas generales en torno a la mediatización de la violencia y sus efectos en la comunicación interpersonal cotidiana. En este texto, la autora también discute en torno a la comunicación como acto de comunión, haciendo énfasis en el impacto de la mediatización de la violencia en la vida cotidiana.

El siguiente capítulo presenta una visión crítica y sociocultural del tema de la violencia, con base en las reflexiones propuestas por Slavoj Zizek y Pierre Bourdieu. En “Violencia simbólica e interculturalidad”, la autora, Cristina Gómez Moragas, relaciona teóricamente los conceptos de violencia simbólica e interculturalidad. El abordaje lo realiza a partir de los dos autores ya mencionados, mismos que han renovado la teoría crítica de la cultura. Su propuesta sostiene la tesis de que el camino a la interculturalidad se ve obstaculizado debido a la presencia de la violencia simbólica, en tanto ésta constituye uno de los factores que imposibilitan su alcance.

Siguiendo un enfoque sociocultural, pero de corte distinto, encontramos el texto de Cynthia Pech, que lleva por título “Arte y violencia: apuntes en torno a la estética de lo peor y sus derivas en el arte activismo”. En él se ofrece un acercamiento a cómo la «estética de lo peor» ha sido aprendida y reforzada a través de producciones mediáticas y artísticas que nos han educado sentimentalmente a generaciones enteras y en la cual subyace la violencia naturalizada y estructural de nuestra sensibilidad. Este abordaje resulta interesante ya que articula, por una parte, el sentido del gusto con la práctica cotidiana de la violencia y, por la otra, porque sugiere algún tipo de relación entre las formas sensibles de aprehensión de la realidad con la violencia como modo de expresión también sensible. En el mismo texto se abordan también algunos casos de colectivos que a partir del arte intentan contra-mediatizar la violencia.

Los tres textos que siguen, de Jerónimo Repoll, Tanius Karam y Javier Esteinou, respectivamente, ponen énfasis en la construcción mediática de la violencia. En el primero, titulado “Violencia y ficción en México”, Repoll aborda lo que se ha denominado la “colombianización” de la producción de ficción televisiva en México; en concreto, el autor analiza la serie El equipo, producida por Televisa y financiada por la Secretaría de Seguridad Pública, y la telenovela El octavo mandamiento, producida por ARGOS y emitida por Cadena 3, donde, a decir de Repoll, se incorpora la agenda cotidiana del país en términos críticos hacia el Gobierno Federal y otros grupos de poder en México.

El segundo texto, de Tanius Karam Cárdenas, lleva por título “Apariencias, pliegues y mecanismos en la información pública sobre inseguridad y violencia en México”. En él, el autor señala algunos rasgos semióticos y discursivos que presenta la información sobre violencia e inseguridad en la televisión abierta mexicana, con énfasis en géneros tanto informativos como de ficción. El abordaje que el autor realiza sobre la temática de la violencia en México, resulta un fresco conceptual y empírico para explorar la forma en que se construye la noticia sobre inseguridad y violencia en los medios de información mexicanos, aspecto nada despreciable si se tiene en cuenta que México es un país acosado por la violencia del narcotráfico y la guerra que declarara el ex presidente Felipe Calderón entre 2006 y 2012, y que además de cobrar la vida a cerca de 90 mil mexicanos, ha obligado a desplazarse a más doscientas mil personas.

El último texto que vincula medios de comunicación y violencia es el de Javier Esteinou, titulado “Las industrias electrónicas de difusión colectiva y el monopolio de la violencia simbólica”. En éste, el autor parte de concebir a los medios electrónicos de difusión masivos como monopolizadores de la violencia simbólica, y reivindica la necesidad de que el estado planifique el funcionamiento social de los medios de información masiva para impulsar otro desarrollo equilibrado para el país. En el marco de una reforma en materia de telecomunicaciones que por estos días se instala en el panorama político nacional como una necesidad prácticamente insoslayable, el artículo del autor adquiere vigencia y pertinencia histórica y conceptual.

En otro orden de cosas, la obra cierra con una propuesta metodológica que realiza Adriana Peimbert a través de su texto titulado “Propuesta metodológica para el análisis periodístico de la construcción discursiva de políticas y programas de salud sexual y reproductiva y de la desigualdad y exclusión que se genera a partir de su implementación y ejecución”. La autora reivindica la importancia de investigar la desigualdad, exclusión y violación a los derechos que se provoca a partir de la implementación y ejecución de políticas y programas de salud sexual y reproductiva, y presenta una propuesta metodológica que, con base en el análisis de contenido, el análisis del discurso y la perspectiva de género, contribuye al análisis del discurso periodístico generado con respecto a estos temas.

Como se podrá apreciar, Comunicación, cultura y violencia constituye una pequeña muestra de lo que en el campo de estudios de y sobre la comunicación se viene realizando en torno al tema de la violencia y su relación con la comunicación y la cultura. Esperamos sea del interés del lector y además contribuya al debate académico sobre lo que desde la comunicación se puede decir sobre la violencia y su impacto en los modos de producir y reproducir la cultura.

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