José Alberto García Avilés reseña el libro “Herramientas digitales para periodistas” de Ana Isabel Bernal Triviño (Editorial UOC, Barcelona, 2015).
Las herramientas digitales están renovando el trabajo de los periodistas en todo el mundo y contribuyen a “reinventar” la forma de informar y contar historias en internet. Herramientas digitales para periodistas resulta un libro útil tanto para los lectores no iniciados en el periodismo digital como para aquellos usuarios experimentados que busquen actualizarse. Gracias a los casos prácticos y recursos, aprenderán a usar de forma creativa algunas herramientas que quizá ya conocían e incorporarán nuevos recursos que facilitarán su labor. Con una amplia serie de recursos bibliográficos, Ana Isabel Bernal actualiza las aportaciones de expertos y profesionales que emplean estas herramientas en su trabajo periodístico. Uno de los méritos del libro, sin duda, es que constantemente introduce los consejos y experiencias de reconocidos periodistas, que muestran cómo sacarle partido a una determinada herramienta o aprovechar los recursos para verificar, editar o difundir contenidos.
La obra se estructura en tres áreas temáticas: «Poner en orden las ideas» introduce los aspectos básicos del periodismo digital. «Herramientas», la parte más extensa, ofrece un amplio elenco recursos digitales, apropiados para necesidades muy concretas. La experiencia periodística de la autora plantea una amplia variedad de situaciones en las que una determinada aplicación puede contribuir a mejorar una cobertura o solucionar un problema. En esta parte se desarrolla la versatilidad de numerosas herramientas que ayudan a organizar el trabajo, encriptar mensajes, automatizar tareas cotidianas, recuperar información, verificar datos, gestionar redes sociales o producir contenidos multimedia. Además, se ofrecen pistas para sacarle el máximo partido al teléfono móvil y a la tableta, con objeto de lograr resultados profesionales. La tercera parte, «Botiquín de urgencia», posee gran utilidad, pues sintetiza los rasgos esenciales de los recursos digitales antes comentados. Ello facilita que, en posteriores consultas del libro, el lector localice de modo rápido y ágil una herramienta concreta o la solución más adecuada ante una situación que se plantea en su quehacer diario.
A lo largo de 180 páginas, Ana Isabel Bernal destila pasión, optimismo y eficacia narrativa. La autora habla de Picasso y el cubismo, de vencer el miedo a la tecnología, de los quebraderos de cabeza que afronta el periodista en su trabajo y de enamorarse de esta profesión. Aclara el significado de términos como “embeber”, “responsive design” o “slow journalism”, porque la jerga nunca debe ser un problema. Y ofrece un excelente contexto de las posibilidades creativas del periodismo en internet y de las tareas que ahora se revalorizan, como la curación de contenidos o el uso informativo de las redes sociales. La autora consigue hacer fácil lo que a priori parece difícil: acercar el vasto y cambiante mundo de la tecnología digital a las múltiples facetas de la práctica periodística: investigación, procesamiento de la información, edición y producción de contenidos multimedia, distribución y actualización.
Licenciada y doctora en Periodismo y máster en Historia del Arte por la Universidad de Málaga, Ana Isabel Bernal Triviño es periodista freelance, investigadora posdoctoral y consultora docente en la Universitat Oberta de Catalunya. Obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo. Con amplia experiencia como periodista (Sur Digital, Canal Málaga TV (Vocento), Festival de Cine Español de Málaga, andalucesdiario.es), ha colaborado en medios como The Washington Post, USA Today, Historia y Vida, El Huffington Post o Yo Dona. Es investigadora en los grupos Labcom (Universidad de Málaga) y Comress-Incom (Universidad Autónoma de Barcelona). Ha publicado varios libros y artículos científicos sobre nuevas tecnologías, educación mediática y periodismo digital.
La experiencia de la autora se traduce en la selección de las distintas herramientas, en la manera ilustrativa de mostrar su funcionamiento y en el uso de ejemplos recogidos de la práctica diaria del periodismo en redacciones y medios de todo tipo. Conviene subrayar que este manual no se trata de una mera recopilación de herramientas, como las que se pueden encontrar en algunos sitios web y repositorios online, sino de un valioso trabajo de criba y selección de los recursos más importantes, avalados por el consejo y la inspiración de alguien que conoce muy bien el terreno que pisa. Como escribe en el prólogo Silvia Martínez, profesora de la Universitat Oberta de Catalunya, se trata de un libro útil, didáctico y ameno, que “contribuye a sembrar el germen de la innovación en el desarrollo de la práctica periodística”.
El libro ofrece un panorama de los cambios que afronta el periodismo en internet (páginas 25 a 32) que resulta un tanto escueto; se trata de una aproximación que “sabe a poco” en una obra que podría contextualizar estos aspectos de forma más profunda y analítica. Quizá se echa en falta un análisis sosegado de cómo las herramientas digitales han transformado el periodismo online en la última década, desde las posibilidades interactivas de la narrativa multimedia hasta el periodismo de datos, que permite contar historias basadas en el análisis y visualización de un enorme volumen de información. Resulta un tanto desafortunado, y en algún caso puede inducir a confusión, que el libro lleve el mismo título que el publicado en 2010 por la periodista Sandra Crucianelli, junto con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas.
El periodismo en internet afronta continuas transformaciones de gran calado, que modifican los perfiles profesionales, las relaciones entre periodistas y usuarios, las posibilidades narrativas de los distintos formatos online, así como las vías de acceso y distribución de los contenidos. En un contexto tan cambiante, Herramientas digitales para periodistas ofrece un bagaje muy práctico, sin rodeos ni grandes disquisiciones teóricas, para que los periodistas aprendan a incorporar en su trabajo las numerosas posibilidades que les ofrece la tecnología digital y utilicen los recursos a su alcance de forma innovadora. En resumen, una gran oportunidad de aprender y reciclarse; porque, como afirma la autora, “todo es una cuestión de actitud”.
