Caddy Adzuba: «Para tener un teléfono inteligente o un coche híbrido en Europa, en algún lugar de la República Democrática del Congo muchas mujeres y varios niños están condenados a morir»
Por Marta Civil i Serra (OCC InCom-UAB)
La abogada y periodista congoleña Caddy Adzuba, activista defensora de los derechos humanos, especialmente de los niños y las mujeres víctimas del conflicto bélico de su país, fue investida doctora por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) el 5 de marzo, en la sala de actos del rectorado. La iniciativa forma parte de los cinco doctorados honoris causa excepcionales que la UAB otorga a lo largo de este curso con motivo de su 50 aniversario. La distinción a Adzuba enmarca en el eje temático dedicado a la libertad de expresión, tal como destacó el secretario general de la universidad, Rafael Rebollo.
La ceremonia se hizo coincidir con la semana del día internacional de la mujer y fue una verdadera lección magistral de humanidad. Caddy Adzuba compartió esta máxima distinción universitaria con «todas las mujeres» que han sufrido violencia sexual por el conflicto armado de la República Democrática del Congo. La rectora de la UAB, Margarita Arboix, alabó su valentía, coraje y ejemplo al frente de esta lucha y afirmó que «la trayectoria de Adzuba recoge de forma completa los valores de la UAB», contemplados en sus estatutos, entre los que destacó la libertad, la justicia y la igualdad.
Constructora de paz
El catedrático emérito de derecho internacional público y de relaciones internacionales en la UAB Gregorio Garzón ejerció de padrino y glosó la trayectoria de Caddy Adzuba, como «jurista de formación y periodista de profesión». Precisamente esta doble vertiente profesional la ha encaminado a convertirse en «constructora de paz y defensora de los colectivos más vulnerables, especialmente, los niños y las mujeres». Está amenazada de muerte y han atentado contra su vida tres veces. Ante esto, Caddy Adzuba ha decidido seguir trabajando desde la República Democrática del Congo, junto a las personas que han vivido y siguen viviendo las atrocidades derivadas de este conflicto armado, que perdura desde 1996.
La lucha pública de Caddy Adzuba la ha llevado a realizar alegaciones a la Corte Penal Internacional y también a comparecer en el senado de Estados Unidos para denunciar las violaciones producidas en el conflicto congoleño. En 2014, recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia , y ha sido distinguida también, entre otros, con el Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado de la Federación de Sindicatos de Periodistas y el premio de la Asociación de Mujeres Periodistas Club de las 25, en 2009; además del Premio Libertad de Prensa de la Cátedra Unesco de Comunicación de la Universidad de Málaga , en 2010.
Pero para poder entender mejor el problema que vive hoy la República Democrática del Congo, Gregorio Garzón quiso hacer un apunte de contexto: se trata del segundo país más grande de África, una superficie equivalente a cuatro veces la Península Ibérica, con una población que sobrepasa los 82 millones de habitantes. «La República Democrática del Congo contiene grandes riquezas naturales, de donde se extraen grandes productos básicos, tales como el oro, el petróleo, el uranio, y también el coltan, un material poco conocido pero útil para la producción de los teléfonos móviles que tenemos. Son sobre todo las riquezas de este gran país las que explican que haya sido repetidamente el escenario de cruentos conflictos armados, desde su independencia del Reino de Bélgica, en 1960».
Radio Okapi, gestionada por mujeres
Desde el año 2009, Caddy Adzuba trabaja de periodista, reportera, locutora y productora a Radio Okapi , una emisora creada en 2000, por iniciativa de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de la República Democrática del Congo (MONUSCO) , para fomentar la implantación del proceso de paz en ese país africano. «Radio Okapi es actualmente la emisora de radio más grande del África francófona y sus emisiones, en varias lenguas, son retransmitidas por todo el territorio del Congo, con una audiencia estimada de 24 millones de seguidores por día», explicar Gregorio Garzón. A través de este medio de comunicación, gestionado por mujeres, se trabaja para ayudar a la población femenina víctima de la violencia sexual a rehacer su vida, recuperar la autoconfianza y también a empoderarse.
Caddy Adzuba se ha convertido en portavoz de las mujeres congoleñas y también trabaja para que la generación de niños y niñas obligados a participar en el conflicto armado puedan reincorporarse a la sociedad, tengan acceso a la educación y se les pueda proteger los adultos que los reclutaron. Además, con el médico ginecológico y activista congoleño Denis Mukwege (premio Nobel de la Paz 2018), trabajan convencidos de que, con la palabra y cada pequeño gesto, podrán hacer cambiar la realidad política y social de su país. Las cifras, hasta ahora, son escalofriantes: se calcula que unas 10.000 mujeres congoleñas son violadas cada año en este país de África Central. Escuchar Caddy Adzuba es una gran lección de aprendizaje, sus palabras hacen remover el interior y cuestionan, también, el mundo global en el que vivimos.
Defendiendo la libertad de expresión en el Congo
A lo largo de su discurso de investidura, breve, pero contundente, Caddy Adzuba agradeció el privilegio que ha supuesto para ella venir a la UAB a recoger esta distinción y poder hablar desde Cataluña y España del trabajo de supervivencia que hacen. «La libertad de expresión es un derecho fundamental, un derecho inalienable, por todo pueblo y nación», un derecho que también reclama para su país natal, donde han sido asesinadas mujeres y se han programado «violaciones masivas», ordenadas por el ejército y grupos rebeldes, para destruir familias enteras, que son las verdaderas columnas vertebrales del país.
Las mujeres periodistas de la República Democrática del Congo decidieron unirse para hacer público el problema de las violaciones masivas, a través de la Asociación de mujeres de Medios de Comunicación del Este del Congo (AFEM / SK) , de la que ella es miembro activa.
Según Caddy Adzuba, «es difícil saber el número exacto de víctimas de mujeres, en un país en el que la violación se ha utilizado como arma de guerra», y donde las mujeres son sometidas a la esclavitud social. Para ella, cuando se habla de este problema no se trata sólo de defender el honor de las mujeres congoleñas, sino de todas las mujeres del mundo. Recuerda que el Informe 2017/2018 Amnistía Internacional sobre la situación de los derechos humanos en el mundo presenta «conclusiones alarmantes» y la sociedad congoleña calcula que unos seis millones de niños del país están «sometidos a malnutrición crónica y retraso en su crecimiento, debido a los conflictos y ataques armados».
Pero en medio de estas panorama desolador, se percibe luz en el horizonte. La comunidad internacional ha ratificado la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y «las mujeres congoleñas hemos dicho ‘no'», afirmó con contundencia Caddy Adzuba. «Hoy nadie ignora que las causas reales del conflicto congoleño van más allá de los límites de África. Es un conflicto económico multinacional: el cobalto, el diamante, el oro, el uranio, el cobre y otros minerales que normalmente deberían ser el orgullo del pueblo congoleño siguen siendo su gran mal. Un país inmensamente rico, con una población inmensamente pobre. »
Caddy Adzuba continuó con una frase que apelaba a los asistentes a una gran reflexión colectiva: «para tener un teléfono inteligente o un coche híbrido en Europa, en algún lugar de la República Democrática del Congo muchas mujeres y varios niños están condenados a morir «. Por eso, según ella, esta situación actual, en el año 2019, sólo encontrará un punto de inflexión y se podrá modificar si se cuenta con la implicación internacional de gobiernos, instituciones, empresas y sociedad civil que reclamen conjuntamente sostenibilidad y responsabilidad social en los productos que se fabrican y comercializan, para acabar definitivamente con la explotación y el comercio ilegal.
«Uno de los medios para salir de la crisis de violencia contra las mujeres de manera más efectiva es a través de la participación de las propias mujeres en la gestión del orden público. Una verdadera relación entre la curación física y el liderazgo femenino que sigue siendo posible a través del empoderamiento de la mujer superviviente «, un mensaje que reafirma que la propia Caddy Adzuba expresó en 2012, en el reportaje elaborado por el artista audiovisual Ouka Leele (Expandir la voz de Caddy Adzuba ) y que finalizaba con un deseo que, en realidad, se puede considerar un derecho social: «queremos que África viva».
Cinco doctorandos honoris causa excepcionales con motivo del cincuentenario de la UAB
Entre los doctorados honoris causa excepcionales otorgados para conmemorar el cincuentenario de la UAB, el nombramiento de Aduza corresponde al eje temático de la libertad de expresión. Ya han sido entregadas las distinciones correspondientes a los ejes de la solidaridad (para la microbióloga y activista Marie-Paule Kieny) y de la identidad cultural (para el escultor Jaume Plensa). El 25 de marzo, dentro del eje del conocimiento, será investida la física estadounidense Lisa Randall; y, el 7 de mayo, el periodista Joaquim Maria Puyal será honrado por el compromiso con la lengua catalana y la sociedad. Puyal tendrá como padrino el catedrático emérito del Departamento de Medios, Comunicación y Cultura (UAB) y fundador y primer director del InCom-UAB, Miquel de Moragas y Spa.
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