El deporte constituye uno de los ámbitos con mayor trascendencia en la sociedad. La industria del deporte en España supone un 1,5% del PIB. Acumula desde hace lustros el liderazgo en los contenidos televisivos y mediáticos. Representa una de las principales correas de transmisión de valores o contravalores en la sociedad y mantiene la capacidad de generar discursos, ya sea sobre el género, sobre la etnia o sobre la identidad de las personas (deportistas y fans) , colectivos (los clubes y sus comunidades de afición) y territorios.
Desde que se emitió el primer spot en la televisión americana en 1943 en el intermedio de un partido de béisbol, el idilio entre deporte y comunicación, en su sentido más amplio, dura hasta nuestros días. A pesar de ello, esta intersección no ha sido explorada con suficiente profundidad desde la academia. Surgen numerosas incógnitas que precisan de estudios rigurosos que aporten luz sobre los desafíos comunicativos a los que la industria del deporte se enfrenta.
Las aristas de este poliédrico objeto de estudio son numerosas: la presencia de marcas en el ecosistema deportivo implementando las versiones más actualizadas del patrocinio a través del branded content, publicidad nativa o dinámicas en redes. Los medios de comunicación apuestan por elaborar contenidos informativos de calidad, con nuevas narrativas y formatos. El complejo mediático-audiovisual está desarrollando una importante inversión en proyectos audiovisuales, documentales y de ficción, relacionados con la épica del deporte. Al mismo tiempo, las grandes corporaciones compiten por nuevos derechos y formatos de retransmisión del deporte en directo. La generación Z explora nuevas formas de entretenimiento en el que la fórmula mágica conjuga influencers, canales de streaming y competiciones deportivas reinterpretadas bajo el filtro de esta audiencia. Las propiedades deportivas (clubes, federaciones, eventos, deportistas) han asumido el rol de emisores activos que prescinden de la mediatización clásica para convertirse, como poco, en productores de contenido y, en las organizaciones más sofisticadas, auténticas multinacionales del ocio. Finalmente, los estados y regiones que pretenden influir en la geopolítica hacen de la diplomacia deportiva una de las principales herramientas para enarbolar un relato que posicione el territorio en un contexto global.
Las líneas de investigación que tendrían cabida son:
– Discursos sociales y deporte
– Audiencias en el mundo del deporte
– Relación de los actores deportivos y sus públicos
– Periodismo deportivo
– Producción audiovisual en la industria deportiva
– Patrocinio deportivo
– Consumo deportivo
– Deporte, territorialidad y geopolítica
– Nuevos perfiles profesionales en el mundo del deporte
– Deporte e IA
– Redes sociales y deporte
Algunas preguntas orientadoras:
¿Qué discursos sociales se plasman a través de la mediatización del deporte?
¿Qué papel ocupa el deporte como contenido en la lucha por las audiencias en las televisiones y plataformas de streaming? ¿Y en el medio radiofónico?
¿Qué estrategias comunicativas utilizan las propiedades deportivas (clubes, competiciones, eventos, deportistas) para relacionarse con sus públicos y formar comunidades?
¿Cuáles son las nuevas tendencias en el patrocinio deportivo?
¿De qué manera se está adaptando el periodismo deportivo a las nuevas formas de consumo?
¿En qué medida contribuye el deporte a configurar la percepción de los territorios?
¿Cómo se utiliza el deporte como herramienta de diplomacia blanda en la geopolítica global?
¿Qué perfiles comunicadores van a prevalecer en el sector deportivo?
¿En qué medida va a transformar la IA a la comunicación deportiva?
¿De qué manera influyen y/o aprovechan los actores deportivos (clubes, federaciones, asociaciones, deportistas) las redes sociales?