¿Ha habido alguna vez un documento político de 922 páginas más comentado que Mandato para el Liderazgo: La Promesa Conservadora ?
Oh, tal vez lo conozcan mejor por el nombre del grupo que lo produjo, Proyecto 2025. La Heritage Foundation , el principal centro de estudios conservador de Estados Unidos, reunió a un grupo de veteranos de la administración Trump para crear un plan para las prioridades políticas de una segunda administración Trump.1Con 30 capítulos que abarcan temas que van desde el Departamento de Estado hasta el Banco de Exportación e Importación, su objetivo declarado es adelantarse a la transición.
(El primer Mandato de Liderazgo se publicó en enero de 1981, el mes en que Ronald Reagan asumió el cargo. Heritage se jacta de que “a fines de ese año, más del 60 por ciento de sus recomendaciones se habían convertido en políticas”).
Cuando algunas de las propuestas detalladas del Proyecto 2025 ( prohibir las píldoras abortivas , recortar las regulaciones climáticas , criminalizar la pornografía , abolir el Departamento de Educación , deportaciones masivas , por nombrar solo algunas ) ganaron atención pública, Trump afirmó «no saber nada al respecto» , a pesar de la maraña de sus propios designados que lo produjeron.
Aun así, hay un elemento del Proyecto 2025 que no he visto explicado en detalle: sus planes para los medios de comunicación.
Afortunadamente, la Primera Enmienda impide que una administración cierre medios de comunicación críticos.2Pero el gobierno federal puede interactuar con cualquier parte del proceso periodístico, desde cómo se informan las historias hasta las plataformas en las que se distribuyen y los modelos de negocios que pagan las cuentas. ¿Qué tiene en mente el Proyecto 2025 para una institución por la que no parece tener mucho afecto? (A menos que llamarnos un “ centro de poder de izquierda ” sea de alguna manera un cumplido).
En opinión de este reportero, el panorama es bastante sombrío. A continuación, se enumeran algunos de los puntos más destacados.
Facilitar la incautación de correos electrónicos y registros telefónicos de periodistas.
Cada capítulo cubre una parte diferente del gobierno y cada uno fue escrito por un conservador diferente. El capítulo que cubre la comunidad de inteligencia es de Dustin Carmack . Durante el último medio año de la administración Trump, fue jefe de gabinete del Director de Inteligencia Nacional John Ratcliffe ; anteriormente fue miembro del personal de Ratcliffe en la Cámara de Representantes. Fue director de políticas de la desafortunada campaña presidencial de 2024 de Ron DeSantis y, a partir de abril, pasó a las grandes empresas tecnológicas : actualmente es director de políticas públicas de Meta en el sur y sureste de Estados Unidos.
Carmack sostiene que una nueva administración de Trump debería ser más enérgica a la hora de investigar a los periodistas cuando un funcionario del gobierno filtra información a la prensa. El Departamento de Justicia de Trump anterior confiscó en secreto los registros telefónicos y de correo electrónico de varios periodistas mientras trabajaba para desacreditar la investigación de Rusia . Poco después de asumir el cargo, el fiscal general Merrick Garland prohibió la práctica en todas las circunstancias, salvo en unas pocas y limitadas. Carmack quiere revertir esa medida.
Además, el Departamento de Justicia debería utilizar todas las herramientas a su disposición para investigar las filtraciones y
debería rescindir las directrices perjudiciales del Fiscal General Merrick Garland que limitan la capacidad de los investigadores para identificar registros de divulgaciones no autorizadas de información clasificada a los medios de comunicación .
Consideren expulsar a los periodistas de la Casa Blanca.
El capítulo inicial del libro trata sobre la Oficina de la Casa Blanca , la panoplia de funcionarios ejecutivos que responden ante el jefe de gabinete. Está escrito por Rick Dearborn , ex subdirector de gabinete de Trump y director ejecutivo del equipo de transición presidencial de Trump. Sugiere, no tan sutilmente, que la Casa Blanca puede estar demasiado llena para tener a tantos periodistas alrededor:
No existe ningún derecho legal para la provisión de espacio permanente para los medios de comunicación en el campus de la Casa Blanca , y la próxima Administración debería reexaminar el equilibrio entre las demandas de los medios y las limitaciones de espacio en las instalaciones de la Casa Blanca.
Las cuestiones de espacio para la prensa normalmente serían algo que se trataría con la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca , pero Dearborn también cree que Trump estaría mejor si eligiera algún «organismo de coordinación alternativo» en su lugar.
La nueva administración debería examinar la naturaleza de su relación con la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca y considerar si un organismo de coordinación alternativo podría ser más adecuado .
Eliminar la financiación para NPR, PBS y la radiodifusión pública.
Mike González es un ex editor de la página editorial del Wall Street Journal que ha pasado los últimos 15 años en la Heritage Foundation. En su capítulo sobre la Corporation for Public Broadcasting, expresa claramente su deseo de eliminar su financiación federal ( como lo ha hecho en otros lugares ).
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Imagen de Pete Linforth en Pixabay
