Cuando Michael Herr fue a Vietnam en 1967 como corresponsal de Esquire era un escritor prácticamente desconocido. Pero fue ferviente y unánimemente alabado, ya desde el principio, tras publicar su famoso artículo «Sorbos infernales», y su reputación fue en aumento con la progresiva aparición de más trabajos suyos. Despachos de guerra confirmó lo que ya sabían sus primeros admiradores: nadie ha escrito de modo tan elocuente, vigoroso y aterrador sobre lo que fue combatir (y sobrevivir) en aquella guerra espectral.
Sin las trabas del periodismo ortodoxo, prescindiendo de explicaciones oficiales y debates moralizantes, Michael Herr nos muestra a los combatientes tal como eran y nos transporta a la atmósfera pavorosa y alucinante en la que se movían, en la selva, entre emboscadas, acosados por el enemigo y por las pesadillas.
Se han escrito muchos libros sobre Vietnam, pero Despachos de guerra es único: es una obra de valor perenne que figurará entre los mejores títulos sobre hombres en combate.
«Después de leer Despachos de guerra resulta difícil transmitir el impacto de realidad total que se produce cuando se desmoronan todas las fachadas del patriotismo y el heroísmo y todo el fraude colosal de la intervención norteamericana y quedan al descubierto los huesos mondos del miedo, la guerra y la muerte» (William S. Burroughs).
«Si fuese solo periodismo heterodoxo, figuraría entre el mejor, pero es bastante más que eso… Puede que sea, en mi opinión, el mejor diario personal de guerra, de todas las guerras, que haya logrado hacer un escritor» (Robert Stone).
«El mejor libro que he leído sobre los hombres y la guerra en nuestro tiempo» (John le Carré).