APM: Informe Anual de la Profesión Periodística 2025

 

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Fuente: APM

Según el ‘Informe Anual de la Profesión Periodística 2025’, los ciudadanos califican con un 5,4 la confianza en la información de los medios, la nota más baja desde 2022; y para los jóvenes, un colaborador no periodista de un medio (29%) y una fuente directa en redes sociales (28%) generan más credibilidad y confianza que los periodistas (23%). El 82% de los propios periodistas considera que la población tiene una opinión negativa sobre su labor.

La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) presentó el Informe Anual de la Profesión Periodística 2025 en la tarde de hoy, 16 de diciembre, en el Salón de Actos de la APM. En el acto participaron María Rey, presidenta de la APM, José Francisco Serrano Oceja, presidente de la Comisión de Publicaciones de la APM, y Rocío Hernández, directora del Informe.

María Rey afirmó que «la pérdida de confianza ciudadana nos repercute porque tenemos la sensación de no llegar a nuestro destino final, que son los ciudadanos. La sociedad percibe que hay poca calidad en la información, algo que está relacionado con la frivolización y el amarillismo, esas noticias del clic fácil que confunden a la audiencia«.

«Con este Informe seguimos buscando razones y soluciones a los problemas de la profesión, como las condiciones laborales y salariales, así como la exposición extrema a la crítica, que están afectando a la salud mental -agregó la presidenta de la APM-. Y también tenemos el problema de la identificación de medios y periodistas con una línea ideológica. Se trata de un problema de percepción, sobre todo los jóvenes. Nosotros como periodistas sabemos distinguir al que cuenta la noticia del analista; los jóvenes se fían del comentarista».

María Rey, durante su intervención en la presentación del ‘Informe Anual de la Profesión Periodística 2025’. Foto: Miguel Berrocal / APM

Por su parte, José Francisco Serrano Oceja, quien agradeció a las asociaciones profesionales y a las empresas patrocinadoras su colaboración en esta publicación, destacó «la triangulación metodológica que está en el sustrato del Informe. Tenemos la encuesta profesional, con un incremento de participación, de implicación, de los compañeros en los cinco últimos años. También tenemos la encuesta del impacto del periodismo, que es una encuesta a la sociedad, una encuesta espejo. Y este año tenemos como valor añadido una tercera metodología en esta triangulación, que es muy propia de las investigaciones de calidad: la encuesta a los jóvenes, en la que han participado 632, contestando a las preguntas específicas, adaptadas al lenguaje de los jóvenes, y con la forma metodológica que ellos contestan a este tipo de investigaciones de carácter sociológico».

Durante la presentación, Rocío Hernández aportó los principales datos y conclusiones del Informe, que en su edición de 2025 incluye un apartado especial dedicado a la crisis de confianza de los ciudadanos en los medios de comunicación y en los periodistas, con datos estadísticos y un diagnóstico de las causas y recetas para combatirla. Los ciudadanos han calificado con un 5,4 sobre 10 la confianza en la información de los medios, frente al 5,7 de los dos años anteriores. Este descenso se debe principalmente a la pérdida de credibilidad (44%) y a la excesiva identificación de los medios y los periodistas con determinadas ideologías o partidos políticos (43%).

Para los jóvenes que respondieron a una encuesta dirigida exclusivamente a ellos -la cual ha incorporado este año el Informe de la APM para conocer su interés por la información y por los medios, así como sus hábitos de consumo de noticias-, un colaborador no periodista de un medio (29%) y una fuente directa en redes sociales (28%) generan más confianza que los periodistas (23%). El principal motivo que les genera desconfianza es la pérdida de credibilidad en lo publicado en los medios (40%), seguido por la falta de rigor y de calidad informativa (27%).

Por su parte, el 82% de los propios periodistas considera que la población tiene una opinión negativa sobre su labor. Estiman que la mala imagen del periodismo se debe al amarillismo, el sensacionalismo, hacer un espectáculo de la profesión (46%); la falta de rigor y de calidad de la información (43%), y los intereses económicos o políticos de los grupos editoriales (41%). Los periodistas también se suspenden en cuanto a independencia, con un 4,8, misma autocalificación que el ejercicio anterior.

En lo que coinciden profesionales de la información y la población en general es en la fórmula para recuperar la confianza perdida: apelan sobre todo al rigor, a la objetividad y al periodismo de calidad (81% y 65%, respectivamente); a obviar la identificación excesiva con ideologías o partidos (57% y 44%), y a no replicar la polarización política en los medios (50% y 32%).

Este especial sobre la desconfianza en los medios cuenta también con la opinión de destacados profesionales, como Pilar CernudaManuel RicoMikel AyestaranTeodoro León GrossEva BelmonteLluís Cucarella y M.ª Pilar Martínez Costa.

Precariedad: principal problema de la profesión

Un año más, los periodistas afianzan la precariedad laboral como el mayor problema en la profesión (12%), seguida de cerca en 2025, y con idénticos porcentajes, por la pérdida de credibilidad en el trabajo periodístico y, precisamente, la desconfianza que ello genera (11%) y por la mala retribución del trabajo periodístico (11%).

Los encuestados estiman que la principal solución (66%) para su situación precaria es la subida salarial y la compensación de la pérdida de poder adquisitivo en los últimos años.

La precarización también se refleja en la duración de la jornada laboral: el 56% de los periodistas y el 47% de los comunicadores trabajan más de 40 horas semanales, máximo legal establecido por el Estatuto de los Trabajadores. Y el 19% y el 15%, respectivamente, más de 45 horas.

Asimismo, el 68% de los profesionales creen que la precariedad incide en la calidad informativa de su medio.

Otro dato negativo que acentúa esta precariedad es el crecimiento del número de falsos autónomos que respondieron a la encuesta, del 10% en 2024 al 14% en 2025, en el caso de los periodistas, y del 8% al 10%, en el de los comunicadores.

Bajos niveles salariales

Entre los profesionales contratados, el 45% de los periodistas y el 37% de los comunicadores ganan entre 1.000 y 2.000 euros netos mensuales. Los porcentajes se intercambian en el siguiente tramo salarial: el 37% de los periodistas y el 45% de los comunicadores perciben entre 2.000 y 3.000 euros al mes.

Entre los freelances, el grupo más numeroso, el 44% de los periodistas y el 39% de los profesionales que trabajan en comunicación, cobra entre 1.000 y 2.000 euros. Por su parte, el 21% y el 27%, respectivamente, percibe entre 2.000 y 3.000 euros netos mensuales.

Muestra inequívoca de la dimensión de la precariedad en el sector periodístico español es que más de la mitad de los periodistas freelances (53%) cobra menos de 100 euros netos por una pieza periodística. En el caso de los autónomos que trabajan en comunicación, el mayor porcentaje, el 24%, cobra más de 400 euros por colaboración. Y el 19% percibe menos de 100 euros.

Cifras de desempleo

Continúa bajando el desempleo en la profesión, aunque mínimamente en 2025, en poco más de 70 personas (1,2%), manteniéndose la línea positiva de 2024, cuando se redujo en casi un 5%. Entre septiembre de 2024 y de 2025, 6.044 parados solicitaron trabajo como periodistas en primera opción. En estas cifras no se incluyen los periodistas recién graduados, ya que para ser considerado parado es necesario haber estado dado de alta en la Seguridad Social, por lo que el balance real puede ser superior.

El grave problema de la salud mental

La mayoría de los consultados, tanto periodistas contratados (79%) como autónomos (72%) y comunicadores con el 71% y el 60%, respectivamente, aseguran que el problema de salud mental en la profesión es grave o algo grave. La mala retribución del trabajo es la principal causa que incide negativamente en la salud mental del colectivo, seguido por las largas jornadas laborales, en el caso de los periodistas, y de la poca valoración del trabajo desempeñado y del trato o presión recibido por parte de los superiores o clientes, según los comunicadores.

En el caso de los periodistas contratados, la salud mental también se ve afectada por el aumento que se ha registrado en el porcentaje de encuestados que ha recibido presiones en alguna ocasión (51%, frente al 44% en 2024). Los directivos de los medios siguen siendo quienes más ejercen habitualmente dichas presiones (52%, tres puntos más que el año pasado -49%-).

Menos directoras y menos matriculados

El techo de cristal sigue sin romperse en el periodismo español: se mantiene la escasa incorporación de mujeres a los cargos directivos. De los 100 medios con mayor audiencia, solo 19 están dirigidos por mujeres, dos menos que en 2024.

Asimismo, el número de matriculados en Periodismo y Técnicas Audiovisuales en 2024-2025 disminuye un 3%, 1.490 alumnos menos: 47.664 en total, siguiendo la tendencia de los últimos años (a excepción del curso 2023-2024, cuando aumentó un 1%).

Consumo de medios: disparidad entre grupos de edad

Existe una gran disparidad entre lo que opinan los profesionales y lo que señalan los ciudadanos en cuanto a cuáles son los medios preferidos para informarse. Mientras que los primeros consideran que son las redes sociales (81%) y la televisión convencional (59%) los medios que utilizan los ciudadanos para ello, la población en general dice informarse a través de los informativos de televisión (54%), los diarios digitales (46%) y los enlaces a noticias en las redes (25%).

En el caso de los jóvenes, los medios más utilizados para informarse son medios de comunicación en redes sociales (56%) y la televisión (40%). El 44% dedica menos de una hora a informarse, y el 30% se informa de forma esporádica, no a diario.

Además, el 91% de los profesionales encuestados cree que la desinformación es un problema muy importante en España, lo que significa seis puntos porcentuales más que el año pasado (85%). Cuando se trata de combatirla, los periodistas suelen recurrir a otras fuentes implicadas en la noticia (78%), pero también a entidades de verificación (40%), que van ganando protagonismo, y a la investigación en internet (38%).

Uso de la IAG en las redacciones

En cuanto al peso de la inteligencia artificial (IA) en la profesión, los resultados arrojan que crece ligeramente la preocupación por el desarrollo de la inteligencia artificial generativa (IAG) y sus consecuencias en el trabajo de los profesionales. Casi la mitad de los periodistas y comunicadores encuestados consideran que modificará sus funciones y que tendrán que formarse para ello.

Si bien el año pasado buena parte de los periodistas y comunicadores encuestados decía que no se utilizaba en sus medios o empresas, este año más de la mitad de los periodistas (53%) y de los comunicadores (57%) afirma que la IA sí se emplea como parte de la dinámica en la redacción o departamento de comunicación.

Plan de Acción por la Democracia

Esta edición del Informe dedicó un apartado a las medidas que afectan a los medios de comunicación del denominado Plan de Acción por la Democracia aprobado por el Gobierno. Por un lado, el 60% de los profesionales encuestados considera que dichas medidas no contribuirán a la transparencia y el pluralismo en la industria de los medios y el 57% opina que tratan de conseguir un mayor control gubernamental de los medios críticos e independientes.

Por otro lado, más de la mitad de los encuestados (59%) está a favor de que los medios estén obligados a inscribirse en un registro en el que faciliten la identidad y participación de sus propietarios, así como la inversión publicitaria recibida por parte de la Administración. No obstante, el 47% no ve oportuno que el Gobierno haya designado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para elaborar y tutorizar el registro de medios, bien porque debería ocuparse un organismo independiente y más vinculado a la profesión (35%), o bien porque debería crearse un comité de expertos imparcial para ello (12%). En cambio, el 14% de los encuestados considera simplemente innecesaria la existencia de ese registro.

En cuanto a la posibilidad de reformar la Ley de Publicidad Institucional contemplada dentro del citado plan del Gobierno, el 76% de los encuestados manifestó estar de acuerdo, siempre y cuando la nueva norma abunde en la transparencia y veracidad de dicha publicidad, en favor del interés general de los ciudadanos. Por último, el 20% dice estar en contra porque estima que puede llegar a ser una manera de controlar a los medios.

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