Los Estudios Culturales, como disciplina académica organizada, surgieron en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial como un proyecto centrado en la integración del poder, la ideología y la desigualdad en la vida cotidiana y las prácticas culturales. Inicialmente arraigados en el Centro de Estudios Culturales Contemporáneos de Birmingham, su influencia se expandió, adaptándose a otras regiones y tradiciones intelectuales. En la Península Ibérica, la investigación bajo el lema de los Estudios Culturales ha crecido en las últimas décadas en departamentos y facultades, siguiendo las tradiciones transdisciplinarias, interdisciplinarias e incluso antidisciplinarias iniciadas por sus fundadores. Los departamentos de Estudios de Medios y Comunicación (ECM) han sido un foco importante de esta proliferación, impulsada por la creciente relevancia de la cultura audiovisual y las tecnologías omnipresentes que median la experiencia cotidiana. Bajo la influencia de los ECM, los académicos ibéricos han centrado cada vez más su atención en cómo los medios, las prácticas de comunicación y las audiencias reflejan, reproducen y desafían las estructuras de poder imperantes, los discursos hegemónicos y las categorías sociales.
Este marco ha facilitado el análisis de celebridades y figuras públicas destacadas, como Belén Esteban y Rosalía, junto con creadores de contenido como María Pombo e Ibai Llanos. Además, el análisis de las prácticas de consumo, las interpretaciones de la audiencia y las comunidades de fans ha contribuido a una comprensión más matizada de la agencia creativa de individuos y grupos dentro del circuito cultural. Estas figuras y prácticas, amplificadas por la cultura digital, pero tradicionalmente desestimadas por los analistas y académicos culturales más cultos, ahora se reconocen como fundamentales para abordar los debates contemporáneos sobre las interacciones del género, la raza y la etnicidad con cuestiones de clase, poder y gusto.
Este Número Especial, el primero de MCS centrado en los Estudios Culturales en el contexto ibérico, busca examinar cómo el análisis académico de temas históricamente descartados por frívolos, triviales o carentes de legitimidad académica puede generar perspectivas críticas sobre la cultura popular y los desafíos actuales de la academia en la Península Ibérica. En la coyuntura actual —marcada por luchas ideológicas, políticas de posverdad, el auge de las voces de autores populares, la profundización de las desigualdades sociales y la crisis ecológica—, creemos en las posibilidades que ofrece un compromiso intelectual y afectivo con la tradición de los Estudios Culturales. Si bien la investigación que potencialmente se adhiere al área es rica y extensa en el contexto ibérico, sigue estando en gran medida fragmentada, y no se ha establecido un foro a través del cual reflexionar colectivamente sobre las implicaciones de los Estudios Culturales ni para fomentar una comunidad académica dedicada a su desarrollo.
Esperamos que al reunir a diversos académicos que trabajan en Estudios Culturales en MCS en Iberia, este número especial pueda ayudar a construir esa comunidad e iniciar un debate sobre los límites y desafíos contemporáneos del campo, conscientes de las potencialidades de (des)definir una disciplina, aunque conscientes de los peligros de exclusión que conlleva cualquier demarcación.
TEMAS
Serán bienvenidas contribuciones teóricas y empíricas relacionadas con los siguientes temas, aunque también se considerarán otras propuestas:
- Audiencias
- Cultura popular
- Producción cultural y trabajo
- Cultura digital y producción cultural automatizada
- Métodos de investigación en estudios culturales
- Juventud, consumo y prácticas culturales
- Estudios de edad
- Representaciones e identidades
- Celebridades y estudios sobre estrellas
- Estudios de fans
- Estudios de juegos
- Estudios de televisión
- Discursos e imaginarios sociales o mediáticos
- Estudios de género y LGTBIQ+
- Estudios culturales e interseccionalidad (clase, etnicidad, discapacidad)