Los más de 28 años de periodismo digital han demostrado una realidad consolidada en lo profesional y en lo académico (Salaverría, 2019). A pesar de que las formas de hacer periodismo han cambiado más en los últimos 24 años que en toda la segunda mitad del siglo pasado, los medios digitales siguen confirmando su eficacia en el día a día, pero ya no basta con que sean eficaces para alcanzar un objetivo concreto, sino que el contexto actual requiere una eficiencia comunicativa conforme a la mejor utilización posible de los recursos disponibles.
Precisamente son los recursos disponibles los que propician una serie de desafíos constantes para adaptarse a las necesidades de unas audiencias cada más exigentes (Swart et al., 2022). Se trata de recursos tecnológicos (Pavlik, 2000) que posibilitan el periodismo 360 o el periodismo dron (Lopezosa et al., 2021); recursos de inteligencia artificial que permiten la implantación del periodismo robot (Liu; Liu; Jensen, 2020) o de avatares de metaverso; o recursos arquitectónicos que posibilitan nuevas formas de narrar y distribuir los contenidos, a veces incluso mediante técnicas de cocreación que van más allá de la participación ciudadana y que implican a los públicos en la ideación, el desarrollo y el marketing de los productos periodísticos (Sixto-García et al., 2022).
Esta evolución del periodismo se enmarca en un modelo de ubicuidad comunicativa y plataformización en que el periodismo móvil cada vez se hace más imprescindible tanto para la producción como para el consumo (Huh, 2020; Van-Dijck; Poell; De-Waal, 2018). Los productos periodísticos olvidan el soporte en que se generan y pasan a ser consumidos en un escenario interactivo donde lo digital se ha vuelto totalmente social. En este ecosistema tan cambiante y tan veloz la deontología periodística, la ética profesional y los órganos y sistemas de regulación son todavía más importantes de lo que lo habían sido nunca para garantizar a la ciudadanía que la información que recibe, por muy digital que sea, sigue siendo veraz, transparente y lo más objetiva posible.
Que los medios digitales son eficaces suscita poco debate, pero ¿realmente son eficientes? ¿Están aprovechando los nuevos medios todos los recursos disponibles para ofrecer un mejor periodismo? ¿Se prima la carrera tecnológica frente a la calidad de los contenidos? ¿Es el periodismo eficaz y eficiente?
Estas son solo algunas de las preguntas a las que se intentará dar respuesta en este número de Profesional de Información, que pretende, en definitiva, estudiar la eficiencia comunicativa de los productos periodísticos digitales que se consumen en la actualidad y de los que se vaticinan para un futuro próximo.
Entre los temas preferentes seleccionamos los siguientes:
– Concepto de eficiencia comunicativa.
– Eficacia y eficiencia en medios digitales (nativos, heredados y matriciales).
– Tecnología y hi-tech para la eficiencia comunicativa.
– Innovación y high innovation para la eficiencia comunicativa.
– Deontología periodística, regulación y autorregulación para la eficiencia comunicativa.
– Papel de las audiencias en medios eficaces y eficientes.
– Competencias profesionales en redacciones eficientes.
– Verificación y eficiencia.
– Datos y eficiencia.
– Inteligencia artificial y eficiencia robotizada
– Redes sociales como canal eficiente de distribución.
