#callfor En búsqueda de un espacio propio: redes de intelectuales europeas exiliadas en América Latina (1933-1989) (Lectora: revista de dones i textualitat)

Fin: 15/12/2024

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A mediados del siglo XX los europeos se vieron obligados a huir debido a conflictos bélicos y regímenes totalitarios. Un grupo de aquellas personas desplazadas que ha quedado en la sombra durante muchos años y que se está recuperando en las últimas décadas es el de las mujeres intelectuales. Las intelectuales -escritoras, artistas, filósofas, pedagogas, periodistas, editoras, científicas, actrices, etc.- están en el punto de mira de este número monográfico.  

Para saber qué ‘espacio propio’ encontraron aquellas mujeres de diferentes orígenes europeos en el exilio latinoamericano, partimos de la propuesta de Doreen Massey, quien define el espacio en términos de relaciones sociales, interacciones y redes (1993: 66, 2005: 9).  ¿Qué redes de contactos establecieron las intelectuales europeas en el exilio latinoamericano? Es la pregunta central del presente número monográfico. Consideramos que las redes son ‘espacios’ de interrelación que constituyen una dimensión fundadora de la nueva identidad de las exiliadas. Como subrayado por Ana Ruiz Sánchez, la experiencia de desterritorialización colabora en la creación de una nueva faceta identitaria de “mediadoras culturales/biculturales” (2005: 107).  

En el contexto de los estudios antropológicos y de migración, Nora Glick, Linda Basch y Cristina Blanc-Szanton propusieron el ángulo transnacional para abordar la comunidad e identidad de migrantes. En este sentido, se propuso el concepto de “topografía transnacional”, un espacio de interacción que no se caracteriza por la distancia espacial que separa a sus participantes sino por “la densidad y frecuencia de las prácticas comunitarias” (Besserer 2004: 8). El enfoque transnacional crea un contexto en el cual los rasgos unificadores (de género, cultura, ideología, lengua) predominan sobre las fronteras nacionales y las distancias espaciales que subdividen y apartan las personas.  

A esta noción de la topografía transnacional, que se usa más bien para referir a contactos entre personas que se quedaron en el país de origen y personas que se fueron a países de acogida, agregamos el término de la topografía ‘interexílica’. Acuñamos este término para referirnos específicamente a las interacciones entre intelectuales exiliadas de diferentes orígenes y que se encuentran en un mismo país de acogida o en diferentes países de acogida. Así, la topografía ‘interexílica’ se refiere a un espacio de interacción entre, por ejemplo, el exilio del régimen nazi, el exilio de la dictadura franquista o el exilio del bloque del Este ocupado por la Unión Soviética. Se trata de una topografía en la cual los exilios alemán, austríaco, español, italiano, griego, búlgaro, rumano, húngaro, polaco, eslovaco, etc. se aproximan sobre la base de diferentes factores compartidos entre los cuales destaca la condición del exilio.   

La historia de las emociones, que se desarrolló desde principios del siglo XXI, ofrece una lente complementar para enfocar las redes. En su libro The Navigation of Feelings, William Reddy estudia cómo nuestras emociones permiten que nos relacionemos con el mundo. A partir de este análisis, nos habla de los usos sociales de las emociones como un conjunto de regulaciones y prácticas emocionales (Reddy, 2001: 129). Pero dentro de este sistema se generan espacios que son ‘refugios emocionales’, espacios en los cuales se permiten mayores grados de libertad emocional o un mayor nivel de relajación emocional que aquellos permitidos por las convenciones vigentes. Su aproximación permite pensar las redes de contacto de las intelectuales exiliadas como espacios de ‘refugio emocional’. 

En el terreno de la literatura, se agregó más recientemente la noción de ‘literatura ectópica’ que es, según Tomás Albaladejo, la literatura “producida fuera del lugar propio, fuera del espacio o territorio, en sentido geográfico y también en sentido cultural, en el que ha nacido o se ha formado el sujeto productor de dicha literatura. Es la literatura que está fuera del que sería su tópos propio y se sitúa en otro tópos, que también es lugar, espacio, pero distinto del previsible. Es la literatura que, a falta de su territorio habitual, encuentra otro territorio; es ectópica en relación con el tópos primero, el habitual” (2011: 143). Sin embargo, lo ectópico va más allá de la producción literaria y puede concretarse en redes que incluyen a intelectuales y artistas que, desde su estar ‘fuera de lugar’, han logrado ocupar espacios liminales y fronterizos (concretos y simbólicos).  

La indagación de lo ‘ectópico’ relacionado con las identidades femeninas en perspectiva ‘transnacional’, ‘interexílica’ y ‘emocional’ permite ampliar la mirada que sugería Virginia Woolf en su búsqueda de una ‘habitación propia’ ya que la colaboración e interacción de las mujeres exiliadas logró crear unos espacios comunes donde reunirse (espiritualmente, a través del diálogo literario y artístico, o físicamente, en lugares concretos de la diáspora). 

Este dossier invita ensayos en torno a tres ejes: 

A) -Las redes de intelectuales exiliadas de origen europeo en América Latina (el funcionamiento y la dinámica de estas redes);

B) -El impacto intergeneracional de las redes del exilio: redes que vinculan diferentes generaciones en el país de origen y/o en el país de acogida; la evaluación crítica de las redes de intelectuales exiliadas por las generaciones posteriores (en el país de acogida y/o en el país de origen), el impacto de dichas redes en las generaciones posteriores (en el país de origen y/o en el país de acogida). 

C) -La dimensión ‘interexílica’ de las redes del exilio: la recepción de la obra de artistas e intelectuales exiliados de diferentes orígenes europeos por las intelectuales exiliadas en América Latina la formación y el funcionamiento de redes que vinculan intelectuales exiliadas de diferentes orígenes europeos que se unieron en el mismo país de acogida