Cómo cambiar la narrativa periodística sobre inmigración y refugiados, con la educación mediática de fondo

 

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Amparo Huertas Bailén (InCom-UAB) realiza una crónica del “Workshop on the Informative Treatment of Mediterranean Migrant and Refugee Crisis on the Audiovisual Media”, organizado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Réseau des Instances de Régulation Méditerranéennes (MNRA) el 28 de junio de 2018 en Barcelona.

Según la Organización de las Naciones Unidas, 65,6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus países de origen en 2016. Siguiendo la clasificación de esta misma organización, 22,5 millones son refugiados y, de ellos, más de la mitad tienen menos de 18 años. Los países mediterráneos son uno de los principales escenarios de este drama social. La ONU ha registrado más 2.800 muertes en este tránsito por el Mediterráneo.

Ante esta situación -y justamente pocos días después de la llegada del barco Aquarius al puerto de Valencia-, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el organismo español encargado de la regulación de los medios, y la Réseau des Instances de Régulation Méditerranéennes (MNRA) organizaron el 28 de junio de 2018 en Barcelona un taller sobre el tratamiento informativo de la crisis de los refugiados y migrantes en el Mediterráneo. El objetivo del encuentro era debatir sobre la cobertura mediática de este problema, dado el importante papel de la prensa en la representación y percepción del problema. Pero, curiosamente, el propio título incluía un término, el de “crisis”, que ya fue cuestionado por la primera ponente. Así, el interés del debate quedó garantizado desde el primer momento.

El perfil diverso de los ponentes, representantes de autoridades reguladoras, medios audiovisuales, sociedad civil, administraciones públicas y organismos internacionales, permitió poder recoger y contrastar opiniones muy variadas, aunque, como no podía ser de otra manera, todas compartían la misma preocupación, se ha de conseguir que el tratamiento mediático sea compatible con el respeto a la dignidad de las personas que se ven forzadas a desplazarse. Aunque no podemos dejar de mencionar otro tema en el que muchos coincidieron, calificar el tratamiento dado al Aquarius de “circo mediático”, por el excesivo interés en cubrir el trayecto, acompañado del desinterés por el antes y el después de las personas rescatadas. Enrique Guerrero, miembro del Parlamento Europeo, recordó que “el seguimiento de las peripecias del barco Aquarius ha oscurecido que, el día mismo de su llegada a Valencia, llegaron a las costas del sur de España más del doble de emigrantes que no merecieron un tratamiento informativo similar”.

El tratamiento informativo de los migrantes y refugiados

La primera en intervenir fue Amina Lemrini, Presidenta de la Alta Autoridad de Comunicación Audiovisual de Marruecos (HACA). Lemrini, para empezar, puso sobre la mesa sus dudas acerca de la idoneidad de la noción de “crisis”. En su argumento, sacó a relucir que este es más bien el resultado de la fuerte retroalimentación que se da entre los discursos político y mediático, pero sobre todo hizo énfasis en que hablar de crisis lleva automáticamente a hablar de las personas como “objetos mediáticos”, sin dar cuenta de los problemas (étnicos, raciales, prejuicios,…) con los que ellas cargan como sujetos. Lemrini se mostró especialmente preocupada por el tratamiento de las mujeres, pues en este colectivo se añade su mayor fragilidad como queda demostrado por la violencia que sufren. Sin menoscabar el derecho a la libertad de expresión, los medios han de trabajar respetando la dignidad, la igualdad y el respeto, remarcó Lemrini.

Enrique Guerrero, miembro del Parlamento Europeo, habló abiertamente de un “fracaso” en la gestión de las migraciones, lo que inevitablemente potencia los miedos y las inseguridades entre la ciudadanía. Su discurso sobre el tratamiento mediático se centró en defender la necesidad de un relato menos emocional, y más racional y solidario. Cuando Guerrero habla de racionalidad, lo que está exigiendo es un tratamiento mediático basado en la realidad, que, por ejemplo, no sobredimensione el volumen de inmigrantes. Guerrero habló de una UE angustiada por la llegada de 1,2 millones de refugiados de Siria, Afganistán, Pakistán, Irak, el Magreb y varios países del África subsahariana, cuando, por un lado, esas cifras son poco más del 0,5% de la población de la Unión y, por otro, el número de refugiados es mucho mayor en países como el Líbano o Jordania.

Junto a esa realidad sobredimensionada, Guerrero comentó el sesgo negativo de la semántica informativa: “(los medios) hablan poco de seres humanos, de derechos, y mucho de inmigración ilegal, crisis, oleadas, avalanchas, extranjeros, refugiados”. Ahora bien, además a esta visión negativa, Guerrero apuntó la fuerte potencia de los medios para movilizar la solidaridad.

Esta primera mesa finalizó con la intervención de Lurdes Vidal, Directora del Área de Mundo Árabe y Mediterráneo en el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed). Vidal, que partió de la importancia de los medios como formadores de la opinión pública, criticó el hecho de que estos generen sobre todo mucho ruido y, como prueba, volvió a mencionarse el caso del Aquarius. La investigadora del IEMed defendió unos medios que aporten información, que ofrezcan una visión completa de la realidad.

No obstante, Vidal se mostró optimista porque ella afirma advertir que la retroalimentación medios y políticos puede darse también en sentido positivo. A partir del trabajo que viene realizando en el marco del Observatorio de la Islamofobia en los Medios, Vidal percibe que una buena práctica periodística acaba siendo asumida en el discurso político. Eso sí, “hemos mejorado, pero tenemos que ir más allá”, concluyó Lurdes Vidal.

Visiones desde las dos orillas: ¿los medios trabajan correctamente?

(Moderador: Ramon Rovira, director general audiovisual del Grupo Godó)

Después de una breve reflexión por parte de Ramon Rovira sobre el problema del amarillismo en la prensa, Ignacio Cembrero, periodista especialista en el Magreb, comenzó su intervención abordando la vertiente ética de la cobertura y defendiendo que el periodismo también tiene que hacer autocrítica. Cembrero utilizó el caso Aquarius para hablar de la desproporción del tratamiento y de la ignorancia de algunos de los profesionales que cubren estos temas. Pero la parte más interesante llegó cuando nos explicó la cuestión desde la perspectiva de Marruecos. Cembrero expuso que el tema de los migrantes y refugiados es un tema invisible, “la prensa marroquí ignora que los suyos salgan y aquí (refiriéndose a la prensa española) se habla de Marruecos como país de paso en los desplazamientos de los subsaharianos”.

Raffaella Cosentino, periodista de la RAI en Sicília (Italia), empezó afirmando que las fake news son un problema político en su país y, a continuación, estableció diferentes etapas del tratamiento de la inmigración en la prensa italiana. Hasta el año 2010, no se habló de inmigración en Italia. El caso de Lampedusa, en 2013, supuso un cambio radical. Entre 2013 y 2014, el tema estrella fue la operación Mare Nostrum del gobierno italiano. Cosentino también desarrolló ideas sobre la evolución del lenguaje, primero se habló de “inmigrantes ilegales” y, tras la visita del Papa Francisco a Lampedusa, se pasó a hablar de “refugiados”. Ahora, con Mare Nostrum, domina la idea de “personas rescatadas”. Pero hay una cosa que no ha cambiado, según Cosentino, el encuadre (frame) sigue siendo el de la “invasión”. Pero, ¿por qué empezó hablando la periodista italiana de las fake news? Porque los agentes implicados, y mencionó especialmente las redes de traficantes, lanzan a las redes noticias falsas, lo que complica todavía más la gestión de la información.

Samira Sitail, Directora General Adjunta del canal 2M de Marruecos, abordó el modo en que los políticos utilizan Twitter para dar cuenta de sus opiniones y decisiones. Describió cómo los líderes fueron posicionándose ante el caso Aquarius a una velocidad vertiginosa en las redes. Pero también se quejó de que “ahora todos somos periodistas”. Sitail defendió la ética deontológica, ante “una práctica profesional que cada vez es más selectiva y miope”. Advirtió también de que es imposible ser neutrales. “¿Cómo dejas de lado las emociones?”, preguntó al público en diálogo con la ponencia de Enrique Guerrero.

La mesa se cerró con la participación de Larry Macaulay, quien explicó su experiencia en Refugee Radio Network. Su discurso, cargado de vivencias, estuvo plagado de ideas dichas con total rotundidad. La que nos quedó resonando más tiempo fue esta: “la opinión pública es un instrumento de destrucción masiva”.

Por una adecuada representación de los migrantes y refugiados en los medios audiovisuales (Moderadora: Anna Terrón, presidenta de Instrategies)

Después de una breve reflexión sobre cómo estamos gestionando la migración y los desplazamientos, sobre todo desde la política y las instituciones, Anna Terrón dio paso a los ponentes. Mirta Lourenço, de la UNESCO, planteó que la migración puede ser entendida como amenaza y como reto. Y, a continuación, propuso trabajar para construir narrativas mediáticas que vayan en la segunda línea. Hablar de reto es hablar de “solidaridad y de su aportación a la sociedad”. Pero Lourenço fue especialmente crítica con la ausencia de las personas inmigrantes y refugiadas en los medios: “no les oímos. No les escuchamos”. Aunque también planteó que es consciente de lo difícil que puede ser acceder a ellas, por cuestiones lingüísticas o por su propia continua movilidad, por citar dos de los ejemplos que utilizó.

Silvia Grundmann, Directora de la División Medios e Internet en el Consejo Europeo, defendió que, ante la contaminación informativa, es necesaria la coregulación. Pero su intervención tuvo, principalmente, matices optimistas. Por ejemplo, hizo una lectura en positivo de la función de los medios comunitarios (capaces de dar voz a los refugiados y de conectarlos) y de las posibilidades de la alfabetización mediática. Una herramienta que, según dijo, también “puede servir para resistirnos a la velocidad de lo digital”. Grundmann aprovechó para presentar el informe del Consejo Europeo “Media coverage of ‘the refugee crisis’: A cross-European perspective”, firmado por Myria Georgiou y Rafal Zaborowski (2017).

Driss-el-Yazami, presidente del Consejo Nacional de los Derechos Humanos en Marruecos, habló de la radical transformación de los flujos migratorios, no solo por el proceso de feminización sino también por su rejuvenecimiento. De forma retórica, pero con gran acierto, planteó si tener un código deontológico, la formación o encuentros como éste son suficientes para mejorar la práctica periodística. Y, de manera también muy iluminadora para no olvidar que existen diferentes tipos de flujos, describió los desplazamientos diarios de empresarios y ejecutivos francomarroquíes entre Europa y Marruecos.

La mesa se cerró con Frédéric Bokobza, del Conseil Supérieur de l’Audiovisuel (CSA) (Francia). Bokobza planteó una cuestión clave desde el punto de vista de los reguladores: ¿cómo abordar el buen tratamiento mediático de cuestiones como los refugiados desde los reguladores sin provocar el rechazo de la profesión? La actuación es necesaria, pues se han de corregir aspectos como el tratamiento con poca profundidad, la tendencia a reproducir contenidos sin analizar ni contrastar o la invisibilidad de las mujeres, pero ¿cómo hacerlo?. Recordó el tratamiento como héroe del inmigrante que, arriesgando su vida, escaló la fachada de un edificio para salvar a un niño y, a continuación, preguntó: “¿Es necesario hacer un acto heroico para tener presencia mediática?”.  Frédéric Bokobza también defendió la alfabetización mediática para poder saber distinguir entre publicidad e información, entre una campaña política y lo que no lo es o que, al menos, el ciudadano se pregunte sobre el verdadero origen de aquella imagen que recibe por whatsapp.

El papel de las autoridades audiovisuales en la defensa de los derechos fundamentales

(Moderador: Josep M.ª Guinart i Solà, Vicepresidente de MNRA y Consejero de CNMC)

Julia López de Sa, Subdirectora de Audiovisual en la CNMC, aunque para empezar apuntó que ya todo estaba dicho, lo cierto es que señaló nuevas perspectivas. Su discurso, después de advertir que resulta muy difícil no implicarse emocionalmente en el tratamiento de estos temas, se centró en la importancia de los reguladores. López de Sa insistió en la utilidad de las recomendaciones y buenas prácticas destinadas a operadores y profesionales. En aras de encontrar un equilibrio entre el derecho a la libertad de expresión/información y el respeto a la dignidad humana, enumeró la necesidad de evitar la construcción de estereotipos, ayudar a comprender y no juzgar, cuidar la imagen de los menores, evitar la asociación de ideas que estigmatizan y promover que las noticias tengan una continuidad en los medios alejada del sensacionalismo. No obstante, López de Sa indicó que, de vez en cuando, aparece una buena noticia, pero es evidente que hacen falta más.

Rabha Zeidguy, miembro del Consejo de la Alta Autoridad de Comunicación Audiovisual de Marruecos (HACA),  describió el modo en que los medios marroquíes cubren las migraciones. El tratamiento es ocasional, reactivo (y no proactiva), basado en los estereotipos, enmarcado en el frame de la seguridad (el “peligro negro”) y con un enfoque reduccionista (falta información que ayude a entender). Según Zeidguy, el papel del regulador es hacer respetar la ley, pero sobre todo dar  soporte para un correcto tratamiento. Por ejemplo, señaló la carencia de formación de los periodistas sobre derechos humanos, pero también planteó que no solo se ha de mejorar la práctica periodística, también la política y la actuación de las administraciones.

Athanasios Koutromanos, Presidente del Consejo Nacional de Radio y Televisión  (NCRTV) (Grecia), indicó la necesidad de huir de la inmediatez y de la espectacularización. Es como si por inercia se cayera en estas rutinas, y eso ha de cambiar, argumentó. Koutromanos defendió el periodismo profesional y destacó también las posibilidades de la educación mediática.

Finalmente, Rosa Carvallaro, de la Autorità per le Garanzie nelle Comunicazioni (AGCOM) (Italia), enunció aspectos ya tratados, pero destacó la necesidad, en paralelo, de pluralismo y de corrección informativa. Mencionó la importancia de las palabras, indicando que en Italia parece que ahora está ganando peso el término “clandestino”, y destacó la urgencia de disponer de un código de menores, que garantice cuestiones como la protección de su imagen.

Fue una jornada intensa, donde se vivieron también momentos de tensión. Nos referimos a una fuerte discusión entre Cembrero y Sitail, que discreparon sobre el papel de la prensa en Marruecos. Pero todo, incluido ese breve intervalo, fue muy enriquecedor. Para acabar, no se nos ocurre mejor frase que la que empleó Rabha Zeidguy en el cierre de su discurso: “¿Qué vamos a hacer después de este seminario?”. Al día siguiente, la MNRA tenía programada una larga jornada de trabajo, pero esta ya fue, como es normal, a puerta cerrada.

Fotografía (de izquierda a derecha): Larry Macaulay, Samira Sitail, Raffaella Cosentino, Ramon Rovira y Ignacio Cembrero. (Origen: CNMC)

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