Cómo y por qué las noticias en las plataformas se ven con más escepticismo

 

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¿Qué papel desempeñan las redes sociales, los motores de búsqueda y las aplicaciones de mensajería en la erosión de la confianza del público en los medios? El año pasado, en mesas redondas virtuales con pequeños grupos de periodistas y directivos (Toff y otros, 2021a), muchos expresaron preocupación frente a la posibilidad de que las plataformas digitales fueran, al menos en parte, culpables de la disminución de los niveles de confianza en las noticias, en varios lugares del mundo (Newman y otros, 2022). Algunos plantearon inquietud debido a que las plataformas permiten que las críticas de mala fe al periodismo circulen con mayor facilidad e insidiosamente, al tiempo que contaminan el entorno informativo con sustitutos de baja calidad para la información fáctica. Otros consideraron que las plataformas socavan la conexión de las audiencias con las marcas periodísticas, aunque aceptan que a menudo estos intermediarios digitales resultan esenciales para llegar a los segmentos del público menos vinculado a opciones tradicionales como la prensa escrita o las emisoras.

En este informe, que es parte de nuestro proyecto Trust in News, exploramos estas cuestiones desde la perspectiva de las audiencias. A partir de un conjunto de datos surgidos de encuestas hechas en el verano boreal de 2022 en cuatro países (Brasil, India, el Reino Unido y Estados Unidos), examinamos la relación entre la confianza en las noticias y qué piensa la gente sobre las noticias que consume en las plataformas digitales, en particular Facebook, Google, YouTube y WhatsApp, que son de las más utilizadas en el mundo. Detectamos ciertos matices: lo que piensa la gente sobre la información en las plataformas varía considerablemente. Depende de la plataforma, depende del país, depende de las audiencias en cada país y depende de los tipos de noticias que las audiencias encuentran en estos espacios diversos.

Además de estas diferencias contextuales, al mismo tiempo registramos un elemento común sorprendente: la consistente «brecha de confianza» entre el nivel de confianza que la gente de los cuatro países tiene en la información de los medios en general y el grado de confianza en las noticias que consume en las plataformas digitales, con las que tiende a haber más escepticismo. Encontramos esta brecha incluso cuando una mayoría sustancial también conserva consideraciones positivas hacia esas mismas plataformas.

Aunque a primera vista estos hallazgos pueden parecer contraintuitivos, tienen sentido si se analizan junto con otros datos de nuestro informe vinculados a los motivos por los que la gente utiliza las plataformas. Las razones varían desde conectar con otros (especialmente importante en los casos de WhatsApp y Facebook) hasta entretenerse y pasar el tiempo (YouTube se destaca en esto), mientras que obtener noticias e información suele ser una inquietud secundaria. Gran cantidad de gente puede mantenerse al día, y de hecho lo hace, con las fuentes de información que ofrecen las plataformas (Ross Arguedas y otros, 2022; Duchovnay y otros, 2021), pero las noticias en sí mismas rara vez ocupan el centro en las experiencias de la mayoría de los usuarios. Por ello, las plataformas son mucho más importantes para los medios en busca de ampliar sus audiencias que las noticias para las plataformas. Y esto también puede explicar por qué mucha gente considera positivamente a las plataformas en general, si bien nota inconvenientes relevantes asociados a ellas, como mostramos en este informe: entre los problemas se encuentran la información falsa y engañosa, el acoso y la conflictividad a la hora de hablar sobre política. A pesar de estas preocupaciones, muchos usuarios sienten que las plataformas son agradables o útiles en su día a día, independientemente de lo que piensen sobre las noticias que puedan hallar allí.

Sin duda, la brecha de confianza entre las noticias en general y las noticias en las plataformas es mayor en algunos servicios (Facebook) y menor en otros (Google). Además, difiere en ciertos países (la confianza es mucho mayor en la India que en el resto) y en ciertas audiencias (las personas más jóvenes, con estudios universitarios e interesadas en política, son más propensas a confiar en las noticias tanto en las plataformas como fuera de ellas). No obstante, los niveles más bajos de confianza se ubican, sorprendente y consistentemente, entre las personas que no utilizan las plataformas en absoluto.

Algunos tal vez evitan las plataformas precisamente porque no confían en ellas. Otros quizá expresan un juicio de valor con respecto al tipo de noticias que hallan allí, dado que las perciben de calidad claramente inferior a las que se encuentran en otros lugares. (Y ciertamente los algoritmos de las plataformas priorizan ciertas clases de contenidos). Pero nuestros hallazgos también señalan al grado en que muchos, cuando evalúan las noticias en las plataformas, se basan en ideas que tienen sobre la naturaleza de la información en tales espacios, ideas que pueden estar arraigadas en la cultura y en la conversación tanto o incluso más que en las experiencias directas (o pasadas) al utilizar estos servicios digitales. Se trata de ideas que influyen en el comportamiento de la gente en las plataformas y en lo que esperan encontrar allí. Si bien las opiniones de quienes no son usuarios de las plataformas pueden parecer menos importantes que las perspectivas de quienes tienen mayor experiencia de uso, en muchos casos quienes no son usuarios suponen la mayoría del público y sus creencias sobre la información en las plataformas pueden influir en los debates políticos que hay en curso sobre cómo deben funcionar estos servicios.

La importancia de las ideas sobre las noticias en las plataformas también se aplica a las noticias en general. Como también demuestran nuestros hallazgos, muchos encuestados tienen ideas bastante negativas sobre cómo se ejerce el periodismo en sus países, y ven a los periodistas como manipuladores que se dedican principalmente a servirse a sí mismos y a las agendas de políticos poderosos. Aunque muchos dicen que a menudo detectan en las redes sociales críticas a los medios (algunas de las cuales, sin duda, pueden ser totalmente legítimas), la exposición a estas ideas sobre las noticias parece circular de modo amplio también en el mundo offline: varios afirman que esas críticas suelen aparecer en las conversaciones con gente común.

Ante semejante panorama, ¿cómo quedan los medios? Para muchos de ellos, el desafío no es tanto la erosión de la confianza por ser vistos en las plataformas, sino directamente el hecho de ser vistos en ellas por el público. Como hemos destacado en investigaciones previas (Ross Arguedas y otros, 2022; Toff y otros, 2021b), en el caso de las audiencias desconectadas y desvinculadas el reto más insidioso, y en última instancia existencial, al que se enfrenta el sector mediático puede ser la indiferencia más que la creciente hostilidad. La mayoría rara vez busca noticias al utilizar estos servicios, y las plataformas han procurado complacer a la gente cada vez más. Como dijo un portavoz de Facebook a principios de este año, «la mayoría de la gente no acude a Facebook por las noticias, y como negocio no tiene sentido invertir de más en áreas que no se ajustan a las preferencias de los usuarios” (Fischer, 2022). La empresa anunció que abandonaría su iniciativa «Facebook News» y que, en su lugar, daría prioridad a las publicaciones de amigos y familiares y pondría énfasis en contenidos producidos por «creadores», al estilo de TikTok.

Estas decisiones suscitan varias inquietudes, entre ellas la posibilidad de que Facebook (y cualquier otra red social que adopte una estrategia similar) sea mucho menos eficaz a la hora de impulsar la exposición incidental a las noticias, algo que ha demostrado aumentar tanto el volumen como la diversidad de la información que consume la gente (Ahmadi y Wohn, 2018; Fletcher y Nielsen, 2018; Nelson y Webster, 2017; Masip y otros, 2018). Además, si bien los contenidos producidos por «creadores» pueden ser muy atractivos, también pueden ser muy variables y de calidad cuestionable cuando se trata de proporcionar información precisa sobre temas de actualidad. Estos movimientos de las plataformas también plantean muchos retos a los medios: no sólo a los que dependen del tráfico procedente de las plataformas para sus sitios web, sino también a los que han buscado valerse de estos servicios como vía principal para llegar a las audiencias más jóvenes y menos fieles. El cambiante panorama de la información digital probablemente dificultará esta situación, lo que hace que la búsqueda de estrategias alternativas sea aún más fundamental.

Contexto

El proyecto Trust in News del Instituto Reuters procura comprender qué factores influyen en la confianza en las noticias y explican su aparente disminución en muchos países en los últimos años, las diferencias en torno a cómo se desarrolla esto alrededor del mundo y qué se puede hacer al respecto. Nos centramos en cuatro países: dos del Norte Global (Reino Unido y Estados Unidos) y dos del Sur Global (Brasil e India); aunque poseen grandes diferencias culturales, sociales y políticas, tienen en común la importancia de las plataformas digitales en la forma en que la gente resuelve sus tareas cotidianas, se relaciona con los demás y se informa. Los datos de nuestro Digital News Report 2022 indican que un porcentaje significativo de las audiencias en estos cuatro países utiliza las plataformas con regularidad y que una cantidad menor, pero considerable, también consume noticias allí.

Este informe está estrechamente relacionado con otros dos que publicamos en los últimos nueve meses. El primero, como ya hemos expresado, se basó en mesas redondas que organizamos con periodistas y directivos de medios de todo el mundo, en las que describieron sus principales desafíos para generar y mantener la confianza de las audiencias con las que pretenden vincularse (Toff y otros, 2021a). El segundo se apoyó en entrevistas cualitativas que llevamos a cabo para verificar cómo piensan quienes menos confían en las noticias que hallan en las plataformas, los atajos que utilizan para hacer juicios rápidos sobre tales noticias y cómo ciertas características de las plataformas moldean estas experiencias (Ross Arguedas y otros, 2022). Para este documento, exploramos patrones más amplios con datos de encuestas representativas sobre los comportamientos y las percepciones del público cuando se trata de las plataformas sociales, resumiendo los resultados de un sondeo realizado en los cuatro países durante junio y julio de 2022.

Trabajamos en colaboración con la empresa de investigación Ipsos para encuestar a unas 2.000 personas en cada país, tomando muestras ampliamente representativas con cuotas de (como mínimo) edad, sexo, región y otras características específicas de la población local. En Brasil e India, las preguntas se formularon cara a cara en las principales zonas; esto resultó especialmente importante para llegar al número comparativamente alto de gente que no tiene acceso a internet en su hogar (22% en Brasil y 67% en la India, según las muestras que utilizamos) o en un teléfono móvil personal (14% en Brasil y 33% en la India). En el Reino Unido y Estados Unidos, donde la penetración de internet es más extendida, las encuestas se resolvieron online con muestras que procuraron aproximarse a cada población nacional. Además del inglés, los cuestionarios se tradujeron al español para Estados Unidos, al portugués para Brasil y a otros diez idiomas para la India.

Los autores de este informe diseñaron los cuestionarios para captar las distintas percepciones de los encuestados sobre cada plataforma, sus niveles de confianza en las noticias que allí aparecen, las razones por las que se utilizan estas plataformas y los problemas que asocian a ellas. También preguntamos sobre la exposición a desacuerdos y diálogos políticos en estos espacios digitales y sus percepciones sobre los periodistas y los medios, algunas de las cuales pueden estar moldeadas por las experiencias de uso de las plataformas, o no. El cuestionario demandó un promedio de 15 minutos. Debido a un error técnico cuando se programó la encuesta, se omite una pequeña cantidad de preguntas en las que nos centramos en la sección tres. Por tal motivo, en julio de 2022 se efectuó una encuesta complementaria, totalmente online, en los cuatro países. En el apéndice A (disponible en inglés) proporcionamos más información sobre los métodos empleados para el muestreo, el trabajo de campo y la ponderación de ambas encuestas.

Resumen de los principales hallazgos

Basándonos en los datos de la encuesta, recogidos sistemáticamente, procuramos comprender mejor qué piensa la gente de los distintos países sobre las noticias en las diferentes plataformas. A continuación, presentamos los principales hallazgos:

  • La confianza en las noticias que aparecen en redes sociales, motores de búsqueda y aplicaciones de mensajería es consistentemente más baja que la confianza de las audiencias en la información que publican los medios en general. En los cuatro países hallamos brechas de confianza en relación con la mayoría de las plataformas; las noticias en Google a veces se ubican a la par de las noticias en general, pero en otras plataformas suelen verse con más escepticismo. La confianza también fue notoriamente mayor en la India en comparación con los otros tres países.
  • Una parte considerable de la brecha de confianza se explica por el menor nivel de confianza que muestra la gente que no utiliza plataformas. Muchos de los mismos usuarios sin confianza en las noticias que encuentran en las plataformas (suelen ser personas de mayor edad, menos educadas y menos interesadas en la política) también expresan menos confianza en las noticias en general, más allá de dónde las vean.
  • A pesar de la menor confianza en las noticias que circulan en las plataformas, mucha gente considera positivamente a las empresas tecnológicas: sobre todo, a YouTube y Google, así como ocurre con WhatsApp en Brasil e India. En los cuatro países, una cantidad relativamente pequeña de encuestados se expresó negativamente hacia las plataformas: esto puede indicar que las sensaciones de la gente no guardan relación con las expectativas sobre qué noticias pueden encontrar allí.
  • Muchas de las razones más comunes que se esgrimen para utilizar las plataformas tienen poco que ver con las noticias. La gente tiende a decir que recurre a la mayoría de las plataformas para conectarse con otras personas, entretenerse o pasar el tiempo más que para hallar información sobre temas de actualidad. En algunos países, la mayoría también menciona que utiliza las plataformas con fines comerciales (compra o venta de productos), para el trabajo o la escuela.
  • Las noticias sobre política se consideran especialmente sospechosas y mucha gente ve a las plataformas como lugares conflictivos para el diálogo (al menos quienes muestran más interés en la política). La confianza en las noticias en general es más alta que la confianza en la cobertura de asuntos políticos. Esta disparidad luce particularmente pronunciada en Brasil, donde casi dos tercios de las personas sienten que deben tener cuidado al hablar de política con amigos y conocidos. Y resulta así en general y al utilizar Facebook o WhatsApp: en los cuatro países, tanto como del 20% al 30% de las personas más interesadas en política afirman que dejaron de hablar con alguien en estas plataformas debido a desacuerdos políticos.
  • Las percepciones negativas sobre el periodismo están muy extendidas y las redes sociales son de los lugares más mencionados donde la gente dice ver o escuchar críticas sobre las noticias y el periodismo. Tantos como la mitad de los encuestados en los cuatro países creen que los periodistas tratan de manipular a las audiencias para ser funcionales a las agendas de los políticos poderosos, o que se preocupan más por llamar la atención que por brindar información. Quienes utilizan las plataformas también son más propensos a decir que a menudo se topan con críticas a los medios. Sin embargo, dado que las noticias no ocupan el centro de la experiencia para la mayoría de la gente que utiliza las plataformas, los índices no son necesariamente más altos en comparación con otras fuentes de críticas al periodismo, incluyendo a la gente común y los amigos en conversaciones offline.
  • La desinformación y el acoso figuran entre los principales problemas que mucha gente relaciona con las plataformas. Pese a la consideración positiva hacia la mayoría de las plataformas, en los cuatro países una gran cantidad de encuestados remarca los mismos “grandes inconvenientes” que ellas presentan: la información falsa y engañosa, el acoso y el uso irresponsable de los datos. Al enfocar estos problemas, en Estados Unidos y el Reino Unido la gente señala especialmente a Facebook, mientras que en los demás países la mayoría cree que se aplican a las cuatro plataformas por las que consultamos.

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¿Qué papel desempeñan las redes sociales, los motores de búsqueda y las aplicaciones de mensajería en la erosión de la confianza del público en los medios? El año pasado, en mesas redondas virtuales con pequeños grupos de periodistas y directivos (Toff y otros, 2021a), muchos expresaron preocupación frente a la posibilidad de que las plataformas digitales fueran, al menos en parte, culpables de la disminución de los niveles de confianza en las noticias, en varios lugares del mundo (Newman y otros, 2022). Algunos plantearon inquietud debido a que las plataformas permiten que las críticas de mala fe al periodismo circulen con mayor facilidad e insidiosamente, al tiempo que contaminan el entorno informativo con sustitutos de baja calidad para la información fáctica. Otros consideraron que las plataformas socavan la conexión de las audiencias con las marcas periodísticas, aunque aceptan que a menudo estos intermediarios digitales resultan esenciales para llegar a los segmentos del público menos vinculado a opciones tradicionales como la prensa escrita o las emisoras.

En este informe, que es parte de nuestro proyecto Trust in News, exploramos estas cuestiones desde la perspectiva de las audiencias. A partir de un conjunto de datos surgidos de encuestas hechas en el verano boreal de 2022 en cuatro países (Brasil, India, el Reino Unido y Estados Unidos), examinamos la relación entre la confianza en las noticias y qué piensa la gente sobre las noticias que consume en las plataformas digitales, en particular Facebook, Google, YouTube y WhatsApp, que son de las más utilizadas en el mundo. Detectamos ciertos matices: lo que piensa la gente sobre la información en las plataformas varía considerablemente. Depende de la plataforma, depende del país, depende de las audiencias en cada país y depende de los tipos de noticias que las audiencias encuentran en estos espacios diversos.

Además de estas diferencias contextuales, al mismo tiempo registramos un elemento común sorprendente: la consistente «brecha de confianza» entre el nivel de confianza que la gente de los cuatro países tiene en la información de los medios en general y el grado de confianza en las noticias que consume en las plataformas digitales, con las que tiende a haber más escepticismo. Encontramos esta brecha incluso cuando una mayoría sustancial también conserva consideraciones positivas hacia esas mismas plataformas.

Aunque a primera vista estos hallazgos pueden parecer contraintuitivos, tienen sentido si se analizan junto con otros datos de nuestro informe vinculados a los motivos por los que la gente utiliza las plataformas. Las razones varían desde conectar con otros (especialmente importante en los casos de WhatsApp y Facebook) hasta entretenerse y pasar el tiempo (YouTube se destaca en esto), mientras que obtener noticias e información suele ser una inquietud secundaria. Gran cantidad de gente puede mantenerse al día, y de hecho lo hace, con las fuentes de información que ofrecen las plataformas (Ross Arguedas y otros, 2022; Duchovnay y otros, 2021), pero las noticias en sí mismas rara vez ocupan el centro en las experiencias de la mayoría de los usuarios. Por ello, las plataformas son mucho más importantes para los medios en busca de ampliar sus audiencias que las noticias para las plataformas. Y esto también puede explicar por qué mucha gente considera positivamente a las plataformas en general, si bien nota inconvenientes relevantes asociados a ellas, como mostramos en este informe: entre los problemas se encuentran la información falsa y engañosa, el acoso y la conflictividad a la hora de hablar sobre política. A pesar de estas preocupaciones, muchos usuarios sienten que las plataformas son agradables o útiles en su día a día, independientemente de lo que piensen sobre las noticias que puedan hallar allí.

Sin duda, la brecha de confianza entre las noticias en general y las noticias en las plataformas es mayor en algunos servicios (Facebook) y menor en otros (Google). Además, difiere en ciertos países (la confianza es mucho mayor en la India que en el resto) y en ciertas audiencias (las personas más jóvenes, con estudios universitarios e interesadas en política, son más propensas a confiar en las noticias tanto en las plataformas como fuera de ellas). No obstante, los niveles más bajos de confianza se ubican, sorprendente y consistentemente, entre las personas que no utilizan las plataformas en absoluto.

Algunos tal vez evitan las plataformas precisamente porque no confían en ellas. Otros quizá expresan un juicio de valor con respecto al tipo de noticias que hallan allí, dado que las perciben de calidad claramente inferior a las que se encuentran en otros lugares. (Y ciertamente los algoritmos de las plataformas priorizan ciertas clases de contenidos). Pero nuestros hallazgos también señalan al grado en que muchos, cuando evalúan las noticias en las plataformas, se basan en ideas que tienen sobre la naturaleza de la información en tales espacios, ideas que pueden estar arraigadas en la cultura y en la conversación tanto o incluso más que en las experiencias directas (o pasadas) al utilizar estos servicios digitales. Se trata de ideas que influyen en el comportamiento de la gente en las plataformas y en lo que esperan encontrar allí. Si bien las opiniones de quienes no son usuarios de las plataformas pueden parecer menos importantes que las perspectivas de quienes tienen mayor experiencia de uso, en muchos casos quienes no son usuarios suponen la mayoría del público y sus creencias sobre la información en las plataformas pueden influir en los debates políticos que hay en curso sobre cómo deben funcionar estos servicios.

La importancia de las ideas sobre las noticias en las plataformas también se aplica a las noticias en general. Como también demuestran nuestros hallazgos, muchos encuestados tienen ideas bastante negativas sobre cómo se ejerce el periodismo en sus países, y ven a los periodistas como manipuladores que se dedican principalmente a servirse a sí mismos y a las agendas de políticos poderosos. Aunque muchos dicen que a menudo detectan en las redes sociales críticas a los medios (algunas de las cuales, sin duda, pueden ser totalmente legítimas), la exposición a estas ideas sobre las noticias parece circular de modo amplio también en el mundo offline: varios afirman que esas críticas suelen aparecer en las conversaciones con gente común.

Ante semejante panorama, ¿cómo quedan los medios? Para muchos de ellos, el desafío no es tanto la erosión de la confianza por ser vistos en las plataformas, sino directamente el hecho de ser vistos en ellas por el público. Como hemos destacado en investigaciones previas (Ross Arguedas y otros, 2022; Toff y otros, 2021b), en el caso de las audiencias desconectadas y desvinculadas el reto más insidioso, y en última instancia existencial, al que se enfrenta el sector mediático puede ser la indiferencia más que la creciente hostilidad. La mayoría rara vez busca noticias al utilizar estos servicios, y las plataformas han procurado complacer a la gente cada vez más. Como dijo un portavoz de Facebook a principios de este año, «la mayoría de la gente no acude a Facebook por las noticias, y como negocio no tiene sentido invertir de más en áreas que no se ajustan a las preferencias de los usuarios” (Fischer, 2022). La empresa anunció que abandonaría su iniciativa «Facebook News» y que, en su lugar, daría prioridad a las publicaciones de amigos y familiares y pondría énfasis en contenidos producidos por «creadores», al estilo de TikTok.

Estas decisiones suscitan varias inquietudes, entre ellas la posibilidad de que Facebook (y cualquier otra red social que adopte una estrategia similar) sea mucho menos eficaz a la hora de impulsar la exposición incidental a las noticias, algo que ha demostrado aumentar tanto el volumen como la diversidad de la información que consume la gente (Ahmadi y Wohn, 2018; Fletcher y Nielsen, 2018; Nelson y Webster, 2017; Masip y otros, 2018). Además, si bien los contenidos producidos por «creadores» pueden ser muy atractivos, también pueden ser muy variables y de calidad cuestionable cuando se trata de proporcionar información precisa sobre temas de actualidad. Estos movimientos de las plataformas también plantean muchos retos a los medios: no sólo a los que dependen del tráfico procedente de las plataformas para sus sitios web, sino también a los que han buscado valerse de estos servicios como vía principal para llegar a las audiencias más jóvenes y menos fieles. El cambiante panorama de la información digital probablemente dificultará esta situación, lo que hace que la búsqueda de estrategias alternativas sea aún más fundamental.

Contexto

El proyecto Trust in News del Instituto Reuters procura comprender qué factores influyen en la confianza en las noticias y explican su aparente disminución en muchos países en los últimos años, las diferencias en torno a cómo se desarrolla esto alrededor del mundo y qué se puede hacer al respecto. Nos centramos en cuatro países: dos del Norte Global (Reino Unido y Estados Unidos) y dos del Sur Global (Brasil e India); aunque poseen grandes diferencias culturales, sociales y políticas, tienen en común la importancia de las plataformas digitales en la forma en que la gente resuelve sus tareas cotidianas, se relaciona con los demás y se informa. Los datos de nuestro Digital News Report 2022 indican que un porcentaje significativo de las audiencias en estos cuatro países utiliza las plataformas con regularidad y que una cantidad menor, pero considerable, también consume noticias allí.

Este informe está estrechamente relacionado con otros dos que publicamos en los últimos nueve meses. El primero, como ya hemos expresado, se basó en mesas redondas que organizamos con periodistas y directivos de medios de todo el mundo, en las que describieron sus principales desafíos para generar y mantener la confianza de las audiencias con las que pretenden vincularse (Toff y otros, 2021a). El segundo se apoyó en entrevistas cualitativas que llevamos a cabo para verificar cómo piensan quienes menos confían en las noticias que hallan en las plataformas, los atajos que utilizan para hacer juicios rápidos sobre tales noticias y cómo ciertas características de las plataformas moldean estas experiencias (Ross Arguedas y otros, 2022). Para este documento, exploramos patrones más amplios con datos de encuestas representativas sobre los comportamientos y las percepciones del público cuando se trata de las plataformas sociales, resumiendo los resultados de un sondeo realizado en los cuatro países durante junio y julio de 2022.

Trabajamos en colaboración con la empresa de investigación Ipsos para encuestar a unas 2.000 personas en cada país, tomando muestras ampliamente representativas con cuotas de (como mínimo) edad, sexo, región y otras características específicas de la población local. En Brasil e India, las preguntas se formularon cara a cara en las principales zonas; esto resultó especialmente importante para llegar al número comparativamente alto de gente que no tiene acceso a internet en su hogar (22% en Brasil y 67% en la India, según las muestras que utilizamos) o en un teléfono móvil personal (14% en Brasil y 33% en la India). En el Reino Unido y Estados Unidos, donde la penetración de internet es más extendida, las encuestas se resolvieron online con muestras que procuraron aproximarse a cada población nacional. Además del inglés, los cuestionarios se tradujeron al español para Estados Unidos, al portugués para Brasil y a otros diez idiomas para la India.

Los autores de este informe diseñaron los cuestionarios para captar las distintas percepciones de los encuestados sobre cada plataforma, sus niveles de confianza en las noticias que allí aparecen, las razones por las que se utilizan estas plataformas y los problemas que asocian a ellas. También preguntamos sobre la exposición a desacuerdos y diálogos políticos en estos espacios digitales y sus percepciones sobre los periodistas y los medios, algunas de las cuales pueden estar moldeadas por las experiencias de uso de las plataformas, o no. El cuestionario demandó un promedio de 15 minutos. Debido a un error técnico cuando se programó la encuesta, se omite una pequeña cantidad de preguntas en las que nos centramos en la sección tres. Por tal motivo, en julio de 2022 se efectuó una encuesta complementaria, totalmente online, en los cuatro países. En el apéndice A (disponible en inglés) proporcionamos más información sobre los métodos empleados para el muestreo, el trabajo de campo y la ponderación de ambas encuestas.

Resumen de los principales hallazgos

Basándonos en los datos de la encuesta, recogidos sistemáticamente, procuramos comprender mejor qué piensa la gente de los distintos países sobre las noticias en las diferentes plataformas. A continuación, presentamos los principales hallazgos:

  • La confianza en las noticias que aparecen en redes sociales, motores de búsqueda y aplicaciones de mensajería es consistentemente más baja que la confianza de las audiencias en la información que publican los medios en general. En los cuatro países hallamos brechas de confianza en relación con la mayoría de las plataformas; las noticias en Google a veces se ubican a la par de las noticias en general, pero en otras plataformas suelen verse con más escepticismo. La confianza también fue notoriamente mayor en la India en comparación con los otros tres países.
  • Una parte considerable de la brecha de confianza se explica por el menor nivel de confianza que muestra la gente que no utiliza plataformas. Muchos de los mismos usuarios sin confianza en las noticias que encuentran en las plataformas (suelen ser personas de mayor edad, menos educadas y menos interesadas en la política) también expresan menos confianza en las noticias en general, más allá de dónde las vean.
  • A pesar de la menor confianza en las noticias que circulan en las plataformas, mucha gente considera positivamente a las empresas tecnológicas: sobre todo, a YouTube y Google, así como ocurre con WhatsApp en Brasil e India. En los cuatro países, una cantidad relativamente pequeña de encuestados se expresó negativamente hacia las plataformas: esto puede indicar que las sensaciones de la gente no guardan relación con las expectativas sobre qué noticias pueden encontrar allí.
  • Muchas de las razones más comunes que se esgrimen para utilizar las plataformas tienen poco que ver con las noticias. La gente tiende a decir que recurre a la mayoría de las plataformas para conectarse con otras personas, entretenerse o pasar el tiempo más que para hallar información sobre temas de actualidad. En algunos países, la mayoría también menciona que utiliza las plataformas con fines comerciales (compra o venta de productos), para el trabajo o la escuela.
  • Las noticias sobre política se consideran especialmente sospechosas y mucha gente ve a las plataformas como lugares conflictivos para el diálogo (al menos quienes muestran más interés en la política). La confianza en las noticias en general es más alta que la confianza en la cobertura de asuntos políticos. Esta disparidad luce particularmente pronunciada en Brasil, donde casi dos tercios de las personas sienten que deben tener cuidado al hablar de política con amigos y conocidos. Y resulta así en general y al utilizar Facebook o WhatsApp: en los cuatro países, tanto como del 20% al 30% de las personas más interesadas en política afirman que dejaron de hablar con alguien en estas plataformas debido a desacuerdos políticos.
  • Las percepciones negativas sobre el periodismo están muy extendidas y las redes sociales son de los lugares más mencionados donde la gente dice ver o escuchar críticas sobre las noticias y el periodismo. Tantos como la mitad de los encuestados en los cuatro países creen que los periodistas tratan de manipular a las audiencias para ser funcionales a las agendas de los políticos poderosos, o que se preocupan más por llamar la atención que por brindar información. Quienes utilizan las plataformas también son más propensos a decir que a menudo se topan con críticas a los medios. Sin embargo, dado que las noticias no ocupan el centro de la experiencia para la mayoría de la gente que utiliza las plataformas, los índices no son necesariamente más altos en comparación con otras fuentes de críticas al periodismo, incluyendo a la gente común y los amigos en conversaciones offline.
  • La desinformación y el acoso figuran entre los principales problemas que mucha gente relaciona con las plataformas. Pese a la consideración positiva hacia la mayoría de las plataformas, en los cuatro países una gran cantidad de encuestados remarca los mismos “grandes inconvenientes” que ellas presentan: la información falsa y engañosa, el acoso y el uso irresponsable de los datos. Al enfocar estos problemas, en Estados Unidos y el Reino Unido la gente señala especialmente a Facebook, mientras que en los demás países la mayoría cree que se aplican a las cuatro plataformas por las que consultamos.

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