Rosa Gutiérrez Herranz reseña el libro "Crónica de un desencuentro. La recepción del cine moderno en España" (Ediciones de la Filmoteca, Valencia, 2015).
Los años de despliegue de la llamada modernidad cinematográfica –que, si aceptamos la cronología más consensuada, cubren el arco temporal que va desde el nacimiento del neorrealismo italiano en la posguerra mundial hasta la emergencia y desarrollo de los nuevos cines en las décadas de los 50, 60 y 70– coinciden en España con una coyuntura política particular que va a determinar la especificidad del caso español con respecto a otras cinematografías europeas. Efectivamente, el aislamiento internacional del régimen franquista –más marcado en el periodo autárquico, pero todavía muy presente en la etapa de relativo “aperturismo” que se inicia en los 50– implicó en el terreno cinematográfico una impermeabilidad, en el peor de los casos, y una desincronización, en el mejor, en relación a las nuevas corrientes foráneas. Bloqueo y retraso que se materializó, por un lado, en una irregular recepción de las películas emblemáticas de la modernidad en nuestro país y, por otro, en el anómalo desarrollo de la propia producción moderna española.
Si bien el nuevo cine español ha sido objeto de diversas monografías que, desde perspectivas varias, pero casi siempre con un enfoque global, analizan la producción del periodo –entre ellas, las aportaciones de varios de los autores de este volumen–, más escasas y parciales –si exceptuamos las recogidas en la bibliografía, algunas de las cuales se deben también a estos mismos autores– han sido aquellas que han acometido temas relativos a la censura, la prensa cinematográfica o el papel de determinadas empresas distribuidoras y de ciertos circuitos de exhibición. Faltaba, pues, un estudio de síntesis que abordara de forma conjunta estos aspectos extrafílmicos que rodean el fenómeno cinematográfico y que tienen que ver con la recepción del cine moderno, tales como la distribución, comercialización y exhibición de las películas o la lectura crítica que se hizo de las mismas. El análisis de estos aspectos es el objetivo del presente libro, que tiene en proyecto un segundo volumen dedicado a la producción fílmica española de la época.
Crónica de un desencuentro. La recepción del cine moderno en España es un volumen de autoría colectiva, fruto de un proyecto de investigación dirigido por José Enrique Monterde, que reúne a un equipo de acreditados especialistas y jóvenes investigadores procedentes del ámbito académico y la crítica cinematográfica. El planteamiento general de la obra contempla un doble enfoque, que atiende tanto a las lecturas globales de tres de los sectores implicados en el proceso cinematográfico –distribución, exhibición y crítica– como al estudio monográfico de determinados casos particulares.
Siguiendo este doble criterio, la arquitectura del volumen se estructura en tres grandes bloques. El primero de ellos, “Sobre la modernidad cinematográfica”, con sendos artículos de Juan José Caballero y Carlos Losilla, ofrece una necesaria introducción teórica al complejo fenómeno de la modernidad, los nuevos cines y el cine de autor.
El segundo bloque, que lleva por título “¿Qué, quién, cuándo y dónde?”, se centra en la recepción de los nuevos cines, tanto a través de los circuitos comerciales como de las redes institucionales y los círculos culturales de nuestro país. La presentación del apartado corre a cargo de José Enrique Monterde y analiza las condiciones en que se realizó esta recepción, marcadas por las políticas del régimen en relación a la industria cinematográfica (la autarquía, las restricciones a la importación de cine extranjero, las leyes proteccionistas) y por la acción de la censura, que operó por la triple vía de la prohibición, los cortes y el doblaje. Todo ello determinó las ausencias o los retrasos en la exhibición, así como las manipulaciones censoras, que sufrieron ciertas películas clave de la modernidad.
A estas obstrucciones de índole político, hay que añadir otro obstáculo, que actuó a manera de “censura interna”, y que fue derivado de la renuencia, el conservadurismo y la escasa capacidad de riesgo del sector empresarial privado en la distribución del cine de autor, resistencia en parte –sólo en parte– comprensible dada la escasa rentabilidad comercialidad de este tipo de cine por el ínfimo desarrollo de una cultura cinematográfica entre el público español y las restricciones políticas. De dar cuenta de las múltiples vicisitudes de la distribución comercial del cine moderno en nuestro país se encarga la investigadora Ana Rodríguez. Por su parte, Gloria Jaramillo analiza el papel desempeñado por las llamadas Salas de Arte y Ensayo –reguladas desde 1967–, las cuales pudieron esquivar las cortapisas de la censura por la imposición del doblaje obligatorio (1941) exhibiendo películas en versión original íntegra y con subtítulos. Estos artículos se complementan con otros dos dedicados al estudio de casos particulares, firmados por Antonio Weinrichter/Mariel Guiot y por Ludovico Longhi, que se focalizan en dos iniciativas excepcionales: las salas Alphaville (1977) y su distribuidora Musidora en Madrid y el Círculo A (1967) en Barcelona.
En relación a la recepción no comercial, el volumen integra tres capítulos –a cargo de Sofía Moisés, Ludovico Longhi/José Enrique Monterde y Miguel Eduardo Ortega– consagrados a las principales vías de penetración del cine moderno en España: los certámenes de cine –con especial atención a los cuatro principales, el Festival de Cine San Sebastián (1953), la Semana de Cine Religioso de Valladolid (1956), la Semana Internacional de Cine en Color de Barcelona (1952) y la Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena (1969)–, la red institucional –los Institutos de Cultura Alemán, Francés e Italiano y la Filmoteca Española– y los círculos cine-clubistas.
Por último, el tercer apartado, que tiene por epígrafe “La fortuna crítica del cine moderno en España”, aborda la lectura interpretativa –y, en buena medida, la apropiación crítica– que del cine moderno estrenado en España se hizo en la prensa cinematográfica nacional. Dentro de este bloque, el artículo escrito por el especialista Jorge Nieto se encarga de repasar los distintos enfoques de las publicaciones más relevantes, desde las alineadas a los círculos católicos y las directrices de la OCIC, como Film Ideal y Cinestudio, a las orientadas hacia los planteamientos del “realismo crítico”, como Nuestro Cine, todas ellas bajo la égida de las tendencias interpretativas auspiciadas por las principales revistas europeas: Cahiers de Cinéma, Positif y Cinema Nuovo. Por su parte, los capítulos monográficos debidos a Marta Piñol y Ana Rodríguez se focalizan en la recepción crítica de determinadas corrientes, autores o películas de la modernidad europea, en concreto, los casos del Free Cinema, la obra de Bernardo Bertolucci e Hiroshima, mon amour (Alain Resnais, 1959).
Crónica de un desencuentro es, en definitiva, una obra seria y rigurosa, resultado de un trabajo de investigación, que pretende llenar un hueco en la historiografía sobre el cine moderno en España y que esperamos tenga pronta continuidad en ese anunciado segundo volumen.
