El renacer de las newsletters

 

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EVA BLANCO MEDINA

Nadie va a descubrir a estas alturas la popular existencia de las newsletters, pero quizá sí estemos a tiempo de exprimir sus bondades para la construcción de una marca personal. Algo así han debido pensar aquellos comunicadores que se han ido sumando a la moda de enviar sus propios correos personales a amplias bases de suscriptores. Lo que hasta hace nada era mayoritariamente una herramienta de venta digital se va pareciendo cada vez más a un diario personal que funciona como una mezcla de prescripción cultural, divertimento y porfolio. Detrás del envío, como decimos, ya no solo están las empresas, sino los profesionales que buscan llegar a nuevas audiencias por sí mismos, sin necesidad de ampararse en grandes cabeceras o delegar en terceros actores.

Tal como explica la consultora y experta en eCommerce Ana Díaz del Río, las newsletters son una forma de comunicación digital que surge con la democratización de internet. Muchas marcas valoran la posibilidad de enviar correos a sus clientes como apoyo a esos otros comunicados que se hacían por correo ordinario (conocido popularmente como ‘buzoneo’). “En 1995, el volumen de emails comienza a superar al del correo postal. Pero, en el caso de las newsletters, aún se manejan formatos muy rudimentarios, sin ningún tipo de orden ni diseño o segmentación de clientes”. En España, el email marketing llega para quedarse en 2005, y poco a poco se va haciendo más coherente, hasta profesionalizarse del todo con la implantación de las BlackBerry y los smartphones. Lo hace que cada usuario tenga todo el día en su mano, literalmente, el acceso al correo.

La clave, según cuenta la experta, está en que, gracias a recursos como las newsletters, las marcas han podido establecer un contacto directo y fácil con sus clientes. Han podido crear relaciones estables. El usuario ha autorizado previamente este canal, lo que implica que hay una predisposición. Por su parte, aquellos que están construyendo una marca personal a través del envío de newsletters consiguen reforzar la imagen que proyectan en su sector, ayudan a generar comunidad a su alrededor y, de paso, ponen en valor sus conocimientos.

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