Cada vez más gente cultiva espacios virtuales individualizados y alejados de los estándares actuales de internet. Estas páginas web, creativas y personales, pueden ser auténticas obras de arte o lugares para el autodescubrimiento y el crecimiento personal que fomentan los vínculos profundos.
La ingeniera de software Sara Garner tuvo la molesta sensación de que algo no iba bien. Cuando estaba actualizando su sitio web personal, se dio cuenta de que su página no la representaba.
Por supuesto que tenía los enlaces necesarios a sus redes sociales y a su trabajo profesional, pero no reflejaba realmente su personalidad. Así que empezó a crear una página centrada en los museos que le encantaban. Aunque todavía está en construcción, su idea es incluir comentarios sobre sus museos favoritos, describir las emociones que le provocan e invitar a otros a compartir sus centros de arte preferidos y lo que han aprendido en ellos. Garner detalla: «Estoy buscando un sentimiento de asombro, una conexión a través del tiempo».
Bienvenidos al mundo de los «jardines digitales». Estas recreaciones creativas de los blogs han ocupado con fuerza los rincones más nerd de internet. Un creciente movimiento de personas utiliza el código de back-end para crear sitios más parecidos a un collage y más artísticos, similares a Myspace y Tumblr, menos predecibles y formateados que Facebook y Twitter.
Los jardines digitales exploran una amplia variedad de temas y se actualizan y cambian con frecuencia para mostrar el desarrollo y el aprendizaje, especialmente entre personas con intereses específicos. A través de ellos, crean un internet que tiene menos que ver con las conexiones e interacciones, y más con los espacios tranquilos que pueden considerar propios.
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