Por Marta Civil i Serra (InCom-UAB)
El periodista e investigador Jaume Risquete Sánchez analiza los orígenes del ecosocialismo y su desarrollo en Cataluña, en España y en otras regiones del mundo, en su investigación, defendida el pasado mes de enero en la Universitat Ramon Llull. Con el objetivo de comprobar la vigencia de la teoría del espiral del silencio en el contexto político y mediático catalán, Risquete Sánchez realiza un estudio de caso sobre el partido político Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y la evolución de su militancia durante la consulta del 9N.
Con el título Ecosocialisme, comunicació política i societat postmoderna a la Catalunya democràtica. Teoria i història de l’ecosocialisme com a corrent de pensament en la Postmodernitat (1980–2015) a través de la seva representació política i mediàtica, el trabajo de Jaume Risquete Sánchez se aproxima al objeto de estudio desde la teoría política, la teoría de la opinión pública y las teorías de la comunicación, y se plantea demostrar si la teoría del espiral del silencio que definió la periodista, politóloga y socióloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en el año 1972, aplicada a la política catalana, sigue teniendo vigencia, 43 años después de su formulación. Jaume Risquete Sánchez explica que esta teoría psicosocial considera que “si un segmento de la población no ve representado su posicionamiento en los medios de comunicación puede darse el fenómeno por el cual sus integrantes o bien se sumen a las opciones representadas o bien prefieran mantener silenciada su postura”.
La tesis doctoral de Jaume Risquete Sánchez ha sido codirigida por Manuel Parés i Maicas, catedrático emérito de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y exdirector de la Cátedra Unesco de Comunicación (InCom-UAB), y Albert Sáez Casas, profesor titular de la Universitat Ramon Llull (URL), y ha obtenido la máxima cualificación de excelente cum laude. El acto de defensa se celebró el 29 de enero de 2016, en el Departamento de Comunicación (URL), en Barcelona, donde el doctorando es docente e investigador.
Definición del concepto de ecosocialismo
El concepto de ecosocialismo nace a finales de los años 70 y primera mitad de los 80 del siglo pasado, y se consolida durante la década de los 90, de forma global. Según Risquete Sánchez, este hecho se produce “en paralelo a los debates abiertos sobre calentamiento del planeta y el cambio climático (desertización, lluvia ácida, deforestación, peak-oil[1]) y a los efectos de la globalización, las revueltas indígenas en América Latina, la necesidad de rearmar la izquierda después de la caída del muro de Berlín y la influencia del pensamiento neoliberal del ‘Fin de las ideologías’”.
En este sentido, el investigador aporta su propia reflexión sobre el término ecosocialista, que defiende como corriente “resultante de la fusión ideológica entre elementos de la doctrina marxista, del socialismo utópico, del anarquismo y del ecologismo convertido en doctrina política que todavía no se ha transformado en ideología por la falta de partidos que hayan abrazado esta identidad y la ausencia de una red internacional ecosocialista. Es una doctrina que incorpora elementos del movimiento feminista, pacifista, ecologista y alterglobalización y que se presenta como anticapitalista al mismo tiempo que apuesta por el decrecimiento económico como alternativa al modelo capitalista. Desde esta óptica, el ecosocialismo se podría considerar una utopía postmoderna de la izquierda ideológica”.
El autor aporta argumentos que justifican porque la teoría política tendría que incorporar “la corriente de pensamiento ecosocialista en sus manuales, enciclopedias y literatura en general” y critica que la palabra ‘ecosocialismo’ todavía no haya sido incluida en el Diccionari de la llengua catalana del Institut d’Estudis Catalans ni en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, un hecho que permitiría la normativización de la palabra en el entorno del léxico común.
Tres hipótesis principales, como punto de partida
Para el desarrollo de la investigación el autor parte de tres hipótesis principales. La primera considera que “el ecosocialismo no ha llegado a convertirse en ideología por falta de partidos políticos que hayan abrazado esta corriente ideológica, por no haberse creado una red internacional ecosocialista y por la misma fragmentación de las sociedades postmodernas y el fin de los grandes relatos ideológicos”.
La segunda hipótesis plantea que “Cataluña es una de las regiones de Europa y en el mundo que reúne aquellos elementos que caracterizan una sociedad postmoderna. En ausencia de un partido político ecosocialista, ICV ha sido la formación que ha defendido el ecologismo político parlamentario, tanto en el Parlament de Catalunya como en el Congreso y en el Senado, en Madrid. Por tanto, contrariamente a otros países de nuestro entorno ―especialmente Alemania― donde han sido los partidos verdes los responsables de defender el ecologismo político, en Cataluña y en España este ecologismo se ha representado políticamente a través del ecosocialismo”.
Finalmente, una tercera hipótesis se basa en el supuesto que “durante el debate sobre la independencia de Catalunya, sobre todo en el periodo 2012–2014, en diferentes circunstancias y ante distintos perfiles de interlocutores, el militante de ICV ha preferido no hacer pública su postura, especialmente la defendida por la dirección del partido: ‘opción federalista / confederalista’, ante alternativas como ‘independentista’ o ‘unionista / constitucionalista”’, hecho que demostraría la vigencia de la teoría del espiral del silencio de Noelle-Neumann, en el contexto político catalán.
Origen y evolución del ecosocialismo catalán
El partido Iniciativa per Catalunya (IC) se funda el 23 de febrero de 1987, impulsado por el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), el Partit dels i les Comunistes de Catalunya (PCC) y Entesa de Nacionalistes d’Esquerra (ENE). Esta fecha supone, para Jaume Risquete Sánchez, un punto de inflexión: “ya no es un proyecto comunista, sino un nuevo proyecto que quiere sumar varias sensibilidades procedentes de movimientos sociales (pacifismo, feminismo) y que desde el catalanismo de izquierdas imagina un nuevo espacio político y un nuevo país”.
En este nuevo contexto, en el mes de noviembre de 1993, el político de IC Jordi Guillot utiliza por primera vez el concepto de ecosocialismo en un artículo de opinión publicado en la revista Treball, para autodefinir las actividades de este partido. Un año y medio más tarde, en mayo de 1995, se formaliza la coalición entre Iniciativa per Catalunya, el PCC y Els Verds, que da paso a Iniciativa per Catalunya Verds (ICV). No será, sin embargo, hasta a la 4ª Asamblea Nacional de ICV, en noviembre de 1996, cuando este partido se define como ecosocialista, gracias a una enmienda presentada por el nuevo coordinador general de las juventudes de ICV, Joan Herrera.
“Hasta entonces utilizará distintas expresiones como ‘alternativa nacional de izquierdas’, ‘izquierda roja, verde, violeta’, ‘izquierda no nacionalista’”, confirma Risquete Sánchez, que considera que los dirigentes de Iniciativa durante los años comprendidos entre 1993 y 1996 (Rafael Ribó, Joan Saura y Jordi Guillot) y los dirigentes de sus juventudes (Josep Vendrell y Joan Herrera) son los que consiguen llevar este ecosocialismo teórico a la práctica, para que en Cataluña y en España surja lo que se puede definir como un verdadero ecosocialismo político.

Acto de defensa de la tesis doctoral. El tribunal, de izquierda a derecha, formado por Ángel Valencia Sáiz, Miquel de Moragas i Spà, y Miquel Tresserras Majó. Fuente: archivo personal Jaume Risquete Sánchez.
A lo largo de la investigación, Jaume Risquete Sánchez analiza la evolución que ha protagonizado ICV en las dos últimas décadas en Cataluña y subraya que “el ecosocialismo ha contribuido a postmodernizar la política catalana, aunque no ha llegado a imponer su framing ideológico ni tan siquiera cuando ICV gobernó con el tripartito. Este ecosocialismo no ha crecido demasiado como para ser una alternativa a la socialdemocracia y construir una alternativa ni en Cataluña ni en ninguna otra región del mundo”. Sin embargo, considera que “el capital ideológico que ha invertido ICV en estos últimos veinte años quedaría en nada si los dirigentes deciden cambiar de rumbo y de esta identidad singular”.
En el acto público de defensa de la investigación doctoral, el catedrático del Departamento de Ciencia Política, Derecho Internacional Público y Derecho Procesal de la Universidad de Málaga (UMA) Ángel Valencia Sáiz, miembro del tribunal y experto en análisis comparado de partidos verdes europeos, afirmó que “la crisis económica ha fulminado la izquierda en Europa y, en consecuencia, ha permitido que los movimientos neoliberales adquieran un mayor protagonismo. Por este motivo hará falta ver si el provenir de la sociedad catalana supondrá tener que replantear y refundar el partido ecosocialista o no.”
Evolución del sentimiento de identidad y modelo de Estado de los militantes de ICV
Pero ¿cómo se ha sentido y se siente el militante de ICV durante estas dos décadas, sobre todo en relación con el sentimiento de pertinencia identitario y el modelo de Estado? Jaume Risquete Sánchez se interesa para conocer los efectos del debate y, en concreto, se centra en la consulta (no vinculante) para la independencia de Cataluña, del 9 de noviembre de 2014 (9N). Para poder buscar una respuesta fundamentada, elaborar una encuesta que distribuye entre los 700 militantes asistentes a la convención nacional del partido, celebrada tres meses después de la consulta, y que responden un total de 410 militantes[2]. Un estudio innovador, que aporta datos inéditos sobre el sentimiento de los militantes de ICV.
Para el catedrático de Historia del Pensamiento Contemporáneo, decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Blanquerna (URL) entre los años 1993 y 2011[3], y miembro del tribunal, Miquel Tresserras Majó, el rasgo más relevante de esta investigación es el método. “Para estudiar un partido se necesita una disciplina multidimensional, debido a su estructura compleja, y esta tesis lo consigue”.
En este sentido, los resultados de la encuesta permiten confirmar que “la mayoría de los militantes después del 9N prefiere una España federal o confederal, en un 57,3%, que no la creación de un Estado catalán, defendido por un 40,5% de los militantes”. También se confirma que “la mayoría de votantes de ICV estaban de acuerdo en un referéndum vinculante y que este fue el principal motivo por el que la mayoría de la militancia, en concreto, un 86,3%, fuera a votar. También la mayoría votó ‘sí-sí’, en un 50,8%, aunque solo 5.9 puntos por delante del ‘sí-no’”, confirma el investigador.
“El debate soberanista, mantenido en la agenda política y mediática en Cataluña, en una primera fase entre los años 2003 y 2010 (durante la reforma del Estatuto de Cataluña hasta la sentencia del Tribunal Constitucional), y en una segunda etapa entre los años 2010 y 2015 (sobre todo a partir de la manifestación multitudinaria de julio de 2010 y la Diada de 2012), habría afectado electoralmente ICV, que siempre ha contado con una masa de simpatizantes y militantes muy heterogénea y plural”, afirma Risquete Sánchez, que puntualiza que estos militantes se han sentido históricamente más identificados con la pertinencia a “izquierdas” que no a un “sentimiento nacional”.
“Hemos validado a través de la encuesta que la militancia de ICV en determinados contextos y circunstancias ha tendido a evitar defender en público a ICV por miedo a la crítica y al aislamiento. El porcentaje de situaciones que nos indican que los militantes han sufrido el espiral del silencio oscila entre un 9% y un 48%, unas cifras altísimas teniendo en cuenta que es el hard-core de un partido. Tenemos que suponer que este porcentaje habría sido mucho más alto entre votantes y simpatizantes, menos fieles obviamente al partido. De hecho, este porcentaje se acerca al que los militantes indican de simpatizantes y votantes que conocen que podrían cambiar la orientación del voto, concretamente entre un 24,1% y un 63,9%.” Si nos centramos en temas de género, las mujeres militantes se han mostrado más reservadas que los hombres a la hora de manifestar sus opiniones, especialmente entre los 40 y 49 años.
Por su parte, el presidente del tribunal evaluador, Miquel de Moragas i Spà, catedrático emérito del Departamento de Medios, Comunicación y Cultura (UAB) ―primer director del Centro de Estudios Olímpicos (CEO-UAB) y del InCom-UAB―, destacó durante el acto que el tema central del estudio es la formación de opinión pública: “Es una tesis muy bien formulada y escrita, una obra madura, que demuestra la capacidad intelectual del autor, con un trabajo de campo de gran interés social, y que no puede olvidar el papel de Barcelona para organizar y comunicar, internacionalmente”.
A lo largo del estudio, Risquete Sánchez define Cataluña como una de las regiones más postmodernas del mundo. “La sociedad catalana de 2016 es una sociedad hiperfragmentada ―en el sentido de compleja―, multicultural, diversa, atomizada en muchos ejes entre los que destacan el eje nacional (posicionamiento del ciudadano respecto a su identidad nacional: sólo español, más español que catalán, igual español que catalán, sólo catalán) e ideológico (de un abanico de opciones que van de la extrema izquierda, el anarquismo, el anarcosindicalismo, el liberalismo, la socialdemocracia, el comunismo y múltiples corrientes de este, la democratacristiana, el socialismo, el fascismo, el populismo, el asamblearismo independentista hasta el ecosocialismo)”.
Principales conclusiones
Jaume Risquete Sánchez concluye el estudio con la confirmación de las tres hipótesis principales planteadas al inicio del trabajo. En primera instancia, el autor considera que “ICV ha contribuido a construir una doctrina ecosocialista, una alternativa al capitalismo. Pero, no obstante, no ha sido capaz de ayudar a convertir esta corriente en ideología”. Una opción que habría sido posible, según el autor, si se hubiera creado una red internacional formada por los partidos ecosocialistas existentes actualmente en el mundo.[4]
En segundo lugar, la tesis doctoral ratifica que “aunque ICV ha llevado a cabo un papel importante a la hora de enmarcar una ‘agenda temática verde’, tanto en el Parlament de Catalunya como en el Congreso de los Diputados, en España y en Cataluña todavía hay una infrarepresentación mediática del ecologismo y el ecosocialismo”.
Finalmente, la tercera conclusión, fruto de la encuesta realizada por el autor a 410 militantes de ICV tres meses después de la consulta (no vinculante) para la independencia de Cataluña, celebrada el 9 de noviembre de 2014, confirma que en diferentes circunstancias y ante distintos perfiles de interlocutores, entre un 9% y un 48% de los militantes de ICV no han mostrado públicamente su opinión, por miedo a la crítica y al aislamiento, hecho que confirma la vigencia del espiral del silencio en el entorno político catalán.
Durante el periodo 2012–2014, “el debate público polarizado entre ‘independentistas / soberanistas’ y ‘no independentistas / unionistas’ ha suprimido e invisibilizado algunos sentimientos, identidades y modelos de organización con los cuales la mayoría de militantes y simpatizantes de ICV se habían identificado hasta 2009, como la defensa de un Estado ‘federal/confederal’, opción promovida por los dirigentes de ICV”. En este sentido, Jaume Risquete Sánchez recuerda que, para la autora de la teoría del espiral del silencio, Elisabeth Noelle-Neumann, “la buena salud de una democracia se demuestra cuando todas las opiniones se pueden defender públicamente sin miedo a quedarse aislados.”
Según los resultados de la encuesta y teniendo en cuenta el efecto del espiral del silencio, “después del 9N, ICV mantendría la fidelidad de voto en la franja de militantes de 40–49 años, pero la perdería entre la de 18–39 años, y entre los mayores de 50 años.”
En síntesis, Jaume Risquete Sánchez concluye que “ICV ha de decidir en la próxima Asamblea Nacional del partido de los días 9 y 10 de abril de 2016 si opta por recuperar su identidad ecosocialista y, incluso, potenciarla, o bien diluirse en una nueva identidad, en la línea de lo que ha defendido en las elecciones de 2015 (en las municipales, con la coalición Barcelona en Comú; en las catalanas, con Catalunya Sí que es Pot; y en las generales, con En Comú Podem)”. En este sentido, el investigador reivindica la izquierda verde y sentencia: “Si ICV no vuelve a apostar por consolidar e impulsar este ecosocialismo, esta corriente puede desaparecer del ‘mercado ideológico’ tanto catalán como español”.
La experiencia de Risquete Sánchez en el área de comunicación de ICV
Jaume Risquete Sánchez (Barcelona, 1971) es licenciado en Ciencias de la Información (Periodismo) por la UAB (1994) y doctor en Ciencias de la Comunicación por la URL (2016). Entre los años 1997 y 1999 fue investigador del InCom-UAB. Ha sido jefe de prensa de ICV en el Congreso de los Diputados, en Madrid (2007–2011), y periodista del gabinete de prensa de ICV en la sede central de Barcelona, durante el ciclo electoral 2009–2010, siendo responsable de un total de ocho campañas electorales. Desde febrero de 2011 es profesor de Periodismo en la URL, donde ha ejercido de jefe de comunicación interna y externa de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Blanquerna (2001–2007) y jefe de prensa y responsable de comunicación interna de esta facultad (2011–2013). Es autor de distintas publicaciones, entre las cuales destaca Elisabeth Noelle Neumann. La vigència de l’Espiral del Silenci en la “societat xarxa” (Barcelona: UOC, 2014).
Con su estudio Jaume Risquete Sánchez reivindica el modelo de tesis doctoral escrito después de años dedicados al ejercicio del periodismo y con la voluntad que el pósito de conocimiento adquirido fuera de la universidad se pueda transferir en el ámbito académico. Un modelo de tesis que convive con otras tesis doctorales elaboradas por doctorandos vinculados exclusivamente en el ámbito investigador y docente.
El trabajo se podrá consultar a través de la plataforma Tesis doctorales en red (www.tdx.cat), a partir del año 2017.
Acceso al resumen de la tesis doctoral de Jaume Risquete Sánchez
[1] Nota de l’autora: el peak-oil (en català, pic petrolier) és el moment en el qual, en una zona en concret, s’arriba a l’índex màxim d’extracció del petroli i, en conseqüència, a continuació el nivell de producció del petroli inicia una fase de decreixement.
[2] La consulta del 9 de noviembre de 2014, en Cataluña, contó con una participación total de 2.344.828 personas, con un 88,91% de los votos para la opción del sí-sí, un 10,02% del sí-no y un 4,49% de no. Fuente: Generalitat de Catalunya (2014): “Resultats definitius del procés de participació del 9N” [En línea]. Barcelona: Generalitat de Catalunya. http://www.webcitation.org/6fO5QTima
[3] A partir de 2014, esta facultad pasa a denominarse Facultad de Ciencias de la Comunicación y Relaciones Internacionales Blanquerna (URL). http://www.webcitation.org/6gWOn2NFA
[4] Según Jaume Risquete Sánchez, en otoño de 2015, hay partidos ecosocialistas en Europa (Alemania, Dinamarca y Groenlandia, España, Francia, Grecia, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia), América (Canadá, Estados Unidos, México, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil) y Oceanía (Australia, Nueva Zelanda).