Reseña del libro La innovación tecnológica. Creación, difusión y adopción de las TIC, de David Fernández-Quijada, por Toni Sellas.
Más de medio centenar de títulos integran hasta el momento la colección TIC Cero, que la Editorial UOC lanzó en 2007 para abordar las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) y la denominada sociedad de la información. Un sello que nacía con una finalidad divulgativa, para explicar mediante volúmenes de pequeño formato la incidencia de las TIC en la sociedad actual y contribuir a la formación de los lectores en este ámbito. Con La innovación tecnológica. Creación, difusión y adopción de las TIC, David Fernández-Quijada contribuye a esta labor mediante un texto que aporta luz a un tema de total actualidad como es la innovación tecnológica. Una aportación aún más necesaria cuando se trata de cuestiones que acaban siendo víctimas del uso y abuso del término.
La obra permite al lector entender qué es la innovación tecnológica, comprender el cómo y el porqué de los éxitos o fracasos de las innovaciones y conocer los actores que influyen en esos procesos. La propia estructura del libro favorece una comprensión progresiva de las claves del fenómeno. En el primer capítulo, Fernández-Quijada aprovecha su experiencia y saber como investigador especializado en las industrias culturales y las tecnologías de la información y la comunicación para sintetizar qué son las innovaciones tecnológicas y cómo se crean. Este es un punto de partida básico, porque la clarificación conceptual resulta clave para entender posteriormente por qué se consolidan determinadas realidades.
Desde un primer momento, el autor desmonta tópicos acerca de la innovación y combate el reduccionismo que advierte en los discursos sobre el tema, como la visión economicista que mide la innovación solo en términos de productividad o aquellos puntos de vista que limitan el fenómeno a su dimensión material. Porque para Fernández-Quijada la clave de la innovación tecnológica es su contexto social. El autor ya ha desarrollado en obras e investigaciones recientes esta perspectiva socio céntrica (Fernández-Quijada, 2011; Bonet, Fernández-Quijada, Suárez Candel y Arboledas, 2012), opuesta al determinismo tecnológico. Por ello, el autor destaca la percepción como factor clave: podemos hablar de innovación si los individuos que adoptan lo nuevo lo perciben como una novedad. De este modo podemos distinguir la innovación del proceso de invención o ideación y entender los procesos de innovación tecnológica, así como sus consecuencias. La distribución musical en línea, la televisión interactiva o el teclado QWERTY son algunos de los ejemplos con los que el autor ilustra las peculiaridades de esos procesos.
Fernández-Quijada completa el primer capítulo con una revisión de las tipologías de innovación tecnológica, de entre las que resulta especialmente interesante el concepto de innovación disruptiva para el ámbito de las industrias culturales. Y junto a ello, concluye con un completo análisis del ciclo de vida de la tecnología, con el que de nuevo pone el acento social: “la mayoría de las innovaciones tecnológicas surge como respuesta a una necesidad preexistente. En todo caso, esta necesidad es relativa: no se trata tanto de las necesidades reales como de la percepción de los usuarios” (p. 19). El autor aborda aquí la generación de esas necesidades y los factores que inciden en ello. Finalmente, describe las fases del ciclo de vida tecnológico (investigación y desarrollo, producción industrial, prescripción de usos, adquisición y uso, y extensión), incluidos los diversos perfiles que intervienen es las diferentes etapas, para terminar con el concepto de obsolescencia (y sus diferentes tipos), que ayuda al lector a entender por qué las tecnologías dejan de usarse y son substituidas por otras.
A partir de las bases conceptuales expuestas en el primer capítulo, en los dos siguientes el autor aborda la difusión y adopción de las innovaciones tecnológicas. En el capítulo dos explica con claridad los cinco atributos que según Everett M. Rogers (2003) son claves para la difusión de esas innovaciones: ventaja relativa, compatibilidad, complejidad, capacidad de ser probada y capacidad de ser observada. La capacidad pedagógica del autor resulta aquí muy útil para la finalidad divulgativa de la colección en la que se inscribe esta obra y el texto permite visualizar claramente la introducción y difusión de las innovaciones en un mercado o entorno social. A esos atributos cabe añadir la importancia de la comunicación y el rol de los mediadores, que Fernández-Quijada concreta en los medios de comunicación (y otros perfiles, como los bloggers), los profesionales de la publicidad y las relaciones públicas y los líderes de opinión.
En cuanto a la adopción, que el autor trata en el tercer capítulo, cabe destacar de nuevo el acento en la naturaleza social de la innovación tecnológica en tanto que incorporación de una tecnología a una determinada realidad social: “Esta alteración del orden de las cosas establecido es lo que dificulta su adopción” (p. 47). En estas páginas, Fernández-Quijada revisa las diversas fases que integran el proceso de adopción de las innovaciones (conocimiento, persuasión, decisión, implementación y confirmación), así como los diferentes perfiles de adoptantes, según la taxonomía propuesta por Rogers (2003). El capítulo lleva al lector a reflexionar acerca de las singularidades del proceso de adopción, de cómo los ciudadanos adoptan las innovaciones y de los motivos por los que algunos quedan al margen (voluntariamente o no) del camino.
Los dos últimos capítulos contribuyen a la finalidad divulgativa del libro con un análisis de aspectos particulares. Por un lado, el capítulo cuatro es una revisión de las políticas de innovación por parte de la administración pública. El autor expone cómo la administración interviene en el campo de la innovación tecnológica mediante determinadas políticas públicas, una intervención que Fernández-Quijada ve legitimada por la importancia que se concede a las TIC y, en consecuencia, en la necesidad de fomentar la difusión y extensión entre la población. El texto repasa esas iniciativas, sus características y la perspectiva que las sustenta, y se detiene con más detalle en las directrices de la Comisión Europea (cultura de la innovación, establecimiento de condiciones adecuadas para el estímulo de la innovación e integración de los procesos de investigación con los de innovación). Finalmente, en el último capítulo, el autor ofrece una panorámica de tres casos prácticos de empresas e instituciones que destacan por incorporar capacidad y estrategias de innovación tecnológica. La muestra consta de una empresa privada, Apple, asociada por los usuarios a la innovación, y dos corporaciones públicas (BBC y CCMA) que han hecho de la innovación parte de su naturaleza corporativa.
El lector encontrará en La innovación tecnológica. Creación, difusión y adopción de las TIC una obra amena e interesante, que le permitirá comprender las claves de la innovación tecnológica y superar los discursos manidos sobre la materia. El rigor y profundidad con el que Fernández-Quijada ha abordado el objeto de estudio en los últimos años le otorgan un conocimiento sólido. En este libro, consigue transmitirlo con claridad, orden y capacidad divulgativa. Como apunta el autor, “empezamos a conocer algunos de los mecanismos que operan en la creación, difusión y adopción de las innovaciones tecnológicas. Pero todavía tenemos un largo camino por recorrer (…)” (p. 80). Con el recorrido que hemos comentado, este libro contribuye de forma destacada a ese conocimiento.
Referencias complementarias
Bonet, M., Fernández-Quijada, M., Suárez Candel, R., Arboledas, L. (2012). Servei públic i innovació tecnológica. [Bellaterra]: Universitat Autònoma de Barcelona.
Fernández-Quijada, D. (ed.) (2011). Medi@TIC: anàlisi de casos de tecnologia i mitjans. Barcelona: UOC.
Rogers, E.M. (2003). Diffusion of innovations, 5ª ed. New York: Free Press.
