Elvira Altés reseña el libro "De reinas a ciudadanas. Medios de comunicación, ¿motor o rémora para la igualdad?", de Juana Gallego (Arista Mujeres, 2013).
En este libro la autora recoge los conocimientos y la experiencia derivada de su prolongada labor investigadora y docente, además de ofrecer una clara muestra de su perspicacia a la hora de detectar las prácticas androcéntricas y discriminatorias de los medios de comunicación.
El texto se estructura en 10 capítulos y 4 anexos, que cubren los elementos primordiales para llegar a la comprensión y el conocimiento de la interacción existente entre los medios de comunicación y el género.
Se introducen los conceptos que explican cómo se produce la representación simbólica de las mujeres en los medios de comunicación, se analizan los predicados que reciben, los espacios donde aparecen, siguiendo los distintos soportes mediáticos (periódicos, revistas, radio y televisión) donde han sido publicadas las imágenes y los textos. La autora incide también en el ámbito de la publicidad y avisa de que se trata de un género comunicativo contra el que hay que armarse críticamente. Gallego contribuye de manera concreta a incentivar esta mirada más perspicaz aportando razonamientos y explicando la actividad investigadora producida en este campo. Sin embargo, dedica una mirada histórica a los modelos femeninos publicidades para demostrar el peso y la importancia que tiene la publicidad en la construcción de identidades en nuestras sociedades contemporáneas.
Una de las características del libro es que las argumentaciones que la autora sustenta vienen siempre acompañadas por multitud de ejemplos que justifican y refrendan su exégesis. Así, podemos encontrar titulares de una buena parte de la prensa del último decenio que hacen referencia a distintas secciones, y que Gallego aporta en gran cantidad, quizás para evitar la sospecha de parcialidad o de exageración.
La producción informativa con perspectiva de género
Uno de los apartados más interesantes y prácticos es el que se dedica a la perspectiva de género, dado que no existe ninguna formación que prepare a las y los periodistas para llevarla a cabo, y es de agradecer que la autora aporte criterios y propuestas que pueden ser útiles para implementar esta mirada a la labor informativa.
Algunas de las indicaciones que propone Gallego para hacer una información que tenga en consideración la presencia y la acción femenina, es representar a las mujeres concretas en su acción individual, dado que en infinidad de ocasiones, como la autora se encarga de demostrar, los medios utilizan el hecho de que sea una mujer quien llega a un puesto o cargo para mostrar su excepcionalidad y presentarla como un éxito o fracaso que atañe a todas las mujeres. La investigadora reclama que se haga constar el nombre y el apellido de la mujer en cuestión de la misma manera que se haría si fuera un hombre del que se estuviera informando. Abandonar la representación de los logros femeninos como un hecho excepcional y explicarlos siguiendo los mismos parámetros que se emplean para explicar los de un hombre. También recomienda Gallego que se practique un tratamiento equitativo de hombres y mujeres en entrevistas y perfiles, y finalmente, apunta que se aplique la perspectiva de género, es decir, el punto de vista que comprende las distintas situaciones y realidades que viven mujeres y hombres, cuando se trate de noticias que tienen que ver con colectivos. Todo ello puede contribuir a dar una imagen más equitativa e igualitaria de las actuaciones específicas de hombres y mujeres y de la diversidad de situaciones sociales que experimentan las mujeres y los hombres.
El volumen incorpora cuatro anexos que resultan muy útiles para quien investigue la prensa, ya que aportan información y datos sobre la historia de la prensa femenina por países, la historia de las principales revistas del corazón, los grupos de prensa internacionales, y otras revistas masculinas.
En definitiva, un trabajo interesante y muy recomendable tanto para quienes están en un lado como a otro del mensaje mediático, y no hace falta decir, imprescindible, para quien se dedica al estudio y al análisis de las relaciones de los medios de comunicación con la construcción de los géneros.
