Jes Ciacci
Sentirnos, preguntarnos, implicarnos, escucharnos, [re]conocernos, vincularnos. La experiencia de acercarse a procesos-otros, ¿nos abre mundos de posibilidades?
Nuestros entornos han cambiado de forma muy veloz, incluso si antes de estos prolongados periodos de cuarentenas nuestra gestión del tiempo, los vínculos y afectos estaban fuertemente atravesados por procesos remotos. A la vez, la pandemia ha hecho que el impacto ambiental se convierta en una experiencia cercana demostrándonos que estamos en estrecha conexión: lo que afecta a las personas también afecta al ambiente, y viceversa.
Las evidencias existentes hacen difícil desestimar la crisis civilizatoria que atravesamos, sin embargo, los discursos dominantes mantienen las recetas de más “crecimiento y desarrollo” para enfrentarla. Las mismas recetas que nos llevaron hasta donde estamos.
Uno de los ámbitos que mejor da cuenta de este fenómeno es el tecnológico. Anclado en concepciones centradas en modelos capitalistas, heteropatriarcales y coloniales la materialidad de las tecnologías se implica en un modelo extractivo que refuerza las lógicas de consumo indiscriminado de bienes como el agua, los minerales, el aire, las personas, la información y los procesos como la producción de energías, compuestos químicos o la minería de datos. Basándose en un pensamiento único, lineal y acumulativo, las tecnologías digitales están ancladas en el capitalismo neoliberal que desterritorializa personas y procesos con lógicas de producción y consumo ilimitado. Desde su diseño, estas tecnologías están pensadas para ser construidas para un mundo de recursos infinitos.
Sin embargo, vivimos en un mundo con recursos finitos, de ciclos y no de sistemas lineales, donde las personas transitan en cada pequeño detalle de esas cadenas de producción, aún cuando los propios sistemas omitan agregar ese “factor”. Además, en estos sistemas algunas personas son más escuchadas que otras: el entramado de políticas públicas y diplomacia económica beneficia a las corporaciones por sobre las poblaciones locales.
Esta visión fragmentada de la realidad y la tecnología desconecta deliberadamente las afectaciones de sus causas. Las dicotomías urbano/rural, desarrollo/subdesarrollo, inclusión/exclusión frecuentes en las narrativas occidentales, no reconocen las diferentes formas de existencia en los territorios locales. Un modelo de desarrollo tecnológico que se ancla en esta concepción extractivista implica fuertes impactos negativos tanto en las sociedades como en el ambiente. A la vez, pensar dentro del capitalismo solo posibilita plantear soluciones capitalistas.
A las afueras de las cajas del sentido común
Los feminismos nos acercan a politizar nuestro día a día, también para atender los cuidados desde propuestas que nos miren en relación con les otres y lo otro. Los ambientalismos, en particular los anclados en contextos locales y de base, politizan la relación de la humanidad con los entornos naturales invitando a vernos dentro de ella y no como escisión. Ambas perspectivas políticas posibilitan pensarnos desde fuera de las cajas del “sentido común”, incomodan las “verdades” adquiridas disputando sentidos, defendiendo territorios, tejiendo relaciones, construyendo desde la diversidad.
Acercarnos al diseño, producción, uso y desecho de tecnologías con lentes feministas y ambientalistas potencia ser parte de los procesos detrás de internet. Si despolitizar es desafectar las relaciones, nuestro propósito tiene que ser politizar y tejernos a través de los afectos y las afectaciones, es decir, acercarnos a acciones de co-responsabilidad.
En permacultura suele decirse que es deseable mantener cerca los impactos que generamos. De esa forma podemos observar, escuchar, aprender y transformar nuestras acciones. En nuestras sociedades, sobre todo si habitamos zonas urbanas, estamos cada vez más alejadas de éstos: ¿cómo saber qué marca podría producir nuestra navegación diaria en internet, si en la mayoría de los casos siquiera conocemos dónde va nuestra bolsa de basura tras dejarla en el depósito o de dónde vienen las aguas que salen de nuestros grifos? Alejar a las personas de éstas y otras infraestructuras es una estrategia tramposa que nos desvincula de las múltiples soluciones tecnológicas que habitan nuestro día a día. También respecto a nuestra conexión a internet.
Las tecnologías como dispositivos relacionales
Establecer una distancia crítica con las tecnologías es deseable y necesaria. Cuestionar sus algoritmos tanto como las rutas de su producción es un paso inicial para empezar a transformarlas. Por eso las propuestas necesitan ser planteadas en distintos niveles y con diferentes alcances, combinando tecnologías locales, articulación regional, conocimiento compartido, diversidad, co-responsabilidad.
El modelo de desarrollo tecnológico actual reproduce una lógica de división. Sin embargo, en algunas cosmovisiones, sean ambientales o feministas, indígenas o campesinas, interseccionales o ancladas en los territorios, la naturaleza y los demás seres vivientes están estrechamente relacionados como parte de la continuidad de la existencia. Concebir la humanidad como parte de su entorno natural posibilitaría relaciones sociotécnicas más armónicas. O al menos no extractivistas.
Para construir tecnologías futuras que respondan al cuidado de la vida se hace necesario reconectar con modelos de consumo locales, cercanos, que propicien la diversidad y la conexión con las personas productoras, que escuchen los ciclos de la vida (la naturaleza tarda millones de años en producir minerales o el petróleo), con diseños que respondan a esas premisas.
Las tecnologías no son artefactos sino dispositivos relacionales. Son relaciones de implicación, de afectación, de cuidado y tejido colectivo. Por eso construir tecnologías distintas al modelo de desarrollo actual resulta esencial para tejer otras formas de relacionarnos.
Esos otros desarrollos, más respetuosos de las necesidades de les otres y lo otro nos permitirán también relocalizar las tecnologías y su circulación, avanzar sobre modelos abiertos de desarrollo de software y de hardware que sostengan estas premisas, disminuir el consumo y diversificarlo, responder a problemáticas que abonen a propuestas basadas en el cuidado a las poblaciones, comunidades y entornos.
Una internet territorial y feminista respeta la vida en todas sus formas, no la consume, resignifica el cuidado hacia una ética de los cuidados colectivos al elegir sobre su diseño, extracción, producción, consumo y desecho, generando vínculos y no solo interacciones entre las múltiples capas materiales e inmateriales que la conforman. Habilitan un lugar más digno para desobedecer las lógicas impuestas y también para tejer juntas. Quizás ese sea el desarrollo tecnológico que permitiría ver un impacto deseado en los mundos que habitamos.
Bibliografía referenciada
-Ciacci, Jes. 2021a. “Estamos luchando para sobrevivir”. La resistencia a la minería en Acacoyagua, Chiapas. Reduce, Reuse, Recycle. A guide to circular economies of digital devices, Association for Progressive Communications, 13 de enero. https://www.apc.org/es/blog/estamos-luchando-para-sobrevivir-la-resistencia-la-mineria-en-acacoyagua-chiapas.
-Ciacci, Jes. 2021b. Desconfiar de las tecnologías. Centro de Cultura Digital, 8 de marzo. https://editorial.centroculturadigital.mx/articulo/desconfiar-de-las-tecnologias-entrevista-con-la-jes-del-colectivo-sursiendo
-Ciacci, Jes. 2021c. Imaginar un Principio Feminista para Internet que ponga en el centro la justicia ambiental. GenerIT.org, 11 de Mayo. https://genderit.org/es/resources/imaginar-un-principio-feminista-para-internet-que-ponga-en-el-centro-la-justicia-ambiental.
-Ciacci, Jes. 2020. [Territorio III]. Internet como territorio feminista en Tecnoafecciones. Sursiendo, 17 de noviembre. https://archive.org/details/tecnoafecciones-web/page/n19/mode/1up.
-Garay, Ane. s.f. Diplomacia Económica en Diccionario Crítico de Empresas Trasnacionales. Observatorio de Multinacionales de América Latina. Consultado el 28 de mayo de 2021. https://omal.info/spip.php?article4843.
-Ricaurte Quijano, Paola y Ciacci, Jes. 2020a. [Mapear], en Tecnoafecciones. Sursiendo, 17 de noviembre. https://archive.org/details/tecnoafecciones-web/page/n19/mode/1up.
-Ricaurte Quijano, Paola y Ciacci, Jes. 2020b. Technology for life: Resistance from Indigenous and urban communities in Mexico. Global Information Society Watch (GISWatch), Technology, the environment and a sustainable world. https://www.giswatch.org/node/6235.
Fuente: Sursiendo