Hay una generación de creadores que en su mayoría ha pasado de estar fascinada por el sesgo del superviviente a encontrarse cansados y enfadados sin alcance, sin retorno y, al final, sin sentido
Antonio Ortiz
Comentamos al hilo del nuevo Instagram que Meta parecía estar dispuesta a matar a una generación de creadores con tal de no perder el salto generacional y la batalla con Tik Tok por ser la plataforma central de internet. Tanto si eres influencer como si te dedicas a la ilustración o la fotografía, el tener la imagen estática como narrativa principal te convertía de la noche a la mañana en alguien obsoleto para un nuevo Instagram dispuesto a no hacer prisioneros.
Como cuenta este reportaje de Kalley Huang en el New York Times, muchos de ese tipo de creadores están en plena hégira. Hacia la aplicación más de nicho VSCO, a un entorno más profesionalizado como Behance o Linkedin o a la selva de Twitter, que es un totum revolutum actualmente, pero en el que al menos no te exigen coreografías para llegar a tu público objetivo
Los usuarios casuales de estos entornos podemos mirar con extrañeza las quejas y lamentos cada vez que una plataforma cambia su algoritmo, las reglas o el modelo de remuneración, pero es que a los creadores les va la vida profesional en ello. Sea la plataforma el medio con el que se dan a conocer o se relacionan con su público, sea la vía de ingresos directa porque hacen promociones en su canal o aprovechan los ingresos compartidos, un pequeño cambio en la aplicación puede suponer el paso del éxito a la más absoluta intrascendencia
Mientras una generación sufre, otra asciende. Resulta fascinante el universo de creadores y negocios que se está generando alrededor de Tik Tok. Viola Zhou en Rest of the World explicaba hace poco cómo, con la traducción automática, las aplicaciones de doblaje y las VPN, creadores chinos están resumiendo películas para los estadounidenses (y también para hispanohablantes) al tiempo que se ganan un sueldo con ello. En el mismo medio destacan la aparición del perfil de “manager” que asesora a los que hacen retransmisiones en directo para conseguir más donaciones por parte de los espectadores. En el Financial Times, Annachiara Biondi escribía sobre cómo muchos jóvenes emprendedores apuestan su marketing a la visibilidad a la plataforma de Bytedance
Aquí cabe volver a la consideración estratégica, como si una generación fuese a aprender de los errores y problemas de la anterior. Esos usuarios que ven tus tiktoks no son “tuyos”, cualquier cambio en la plataforma te puede dejar sin alcance y sin ingresos, lo conveniente sería aprovechar para crear en lo posible una relación directa con tu comunidad. Quienes tienen más esa visión de construir algo que trascienda la plataforma en la que se han hecho famosos están intentando consolidar una marca que cree contenido en diversos canales, que les permita construir esa comunidad y que, idealmente tenga una relación directa con ella no intermediada por algoritmo alguno. Cada vez más estamos viendo el aumento del uso de Discord y el regreso de la lista de correo.
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