Román Gubern: Un lúcido exegeta de la cultura mediática
A los que todavía no le hayan conocido en presencia, en icono o en efigie, quizá les gustará saber que el Román Gubern que esta tarde de noviembre nos recibe en la semipenumbra de su estudio barcelonés -atestado de libros y papeles, recuerda el santuario libresco del protagonista de Auto de fe, de Elias Canetti-posee un rostro egregio, carnoso y grávido.