Los periodistas nunca han tenido a su disposición –en la palma de su mano, en su teléfono móvil– tantas y tan efectivas herramientas para desarrollar el ejercicio de su profesión como tienen ahora, gracias a la popularización de las conexiones a internet en movilidad y la proliferación de infinidad de aplicaciones móviles, que les permiten informar en cualquier momento y desde cualquier lugar de una forma fácil y económica.
A la generalización de esta nueva realidad informativa han contribuido sobremanera las redes sociales, plataformas que han cambiado el flujo de la comunicación y que han convertido al tradicional receptor –el lector, el oyente, el espectador– de los mensajes también en emisor, el cual exige que sus opiniones sean escuchadas y tenidas en cuenta por los informadores. Esa bidireccionalidad de la comunicación, que ha cambiado para siempre el ejercicio periodístico, es palpable en la mayoría de las redes sociales, pero es en Twitter donde se percibe de manera más clara y, sobre todo, de forma más inmediata.
Desde su nacimiento en 2006, Twitter ha sido una red social con una clara intención informativa. Ya en 2009, la compañía cambió su eslogan “¿Qué estás haciendo?” por “¿Qué está pasando?”, haciendo evidente que la plataforma dejaba de ser un lugar al que los usuarios accedían para contar lo que ocurre en su día a día para convertirse en un espacio en el que prima la actualidad y las noticias de última hora. Según el estudio News, Discovery&Influence, elaborado por Kantar Media a petición de Twitter España, el 69% de los usuarios considera que Twitter es una plataforma idónea para mantenerse al día de lo que está pasando y el 68% acude a la red social de forma habitual para informarse de un acontecimiento que esté ocurriendo en tiempo real.
Seguir leyendo: Cuadernos de Periodistas