Alanis Bello: no quiero ser un hombre ni una mujer

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Un día los papás de Alanis le regalaron un kit de herramientas para que “jugara como los hombres” (les parecía muy “mariquita”). Lo primero que Alanis hizo con el martillo y el destornillador fue ponerles pelo y hacerles ojos.

La respuesta de la escuela fue: el niño tiene un problema. “yo simplemente estaba jugando. ¿Cuál era el miedo? ¿Que el mundo fuera libre? ¿Que tengamos niños felices?”, se pregunta Alanis.

La psicóloga del colegio les sugirió a sus papás que la cambiaran del colegio masculino en el que estudiaba a uno mixto porque seguramente la cercanía con niñas le ayudaría a volverse “un hombre de verdad”. Así lo hicieron. Y Alanis llegó a hacerles trenzas a sus amigas. En el colegio, además, culparon a su mamá cuando Alanis cuestionó que la obligaran a ser masculina. “Lo está volviendo maricón”, le dijeron.